Lo que más recuerdo de esta comida saliendo de las manos de mi vieja, era la textura levemente quemadita de la papa en
la parte superior de la asadera y en las paredes de la misma ya que
lo preparaba invariablemente en una recipiente marca Pirex de vidrio
para horno. Ese quemadito que se veía a través del vidrio, era la
mejor presentación de este plato rústico.
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¿Cómo habrá llegado este plato a La Argentina? De
manos británicas seguro. Así lo afirma, razonablemente documentado,
el citado Víctor Ego Ducrot,(1)
pero ¿en qué circunstancias? ¿Cuál fue el recorrido de este
pastel que comían los pastores ingleses en sus campos verdes, hasta
que se apoyó sobre la mesa de zinc de una familia de inmigrantes
españoles en el barrio de Mataderos? Víctor
Ego Ducrot sostiene que la papa no era un producto prestigioso en los
restaurantes de Buenos Aires en los años cincuenta y sesenta del
siglo XX, pero que fue en esta época, cuando el pastel de papas se
impuso en la gastronomía hogareña y, desde allí, a los bodegones
de barrio.
¿Cómo llegó? Ignoro. El pastel
está en El libro
de doña Petrona
(1958).(2)
la fuerza de amplificación que tuvo ese libro podría explicar la
afirmación de Víctor Ego sobre la popularidad del plato, pero no el
derrotero que lo llevó a La Argentina.
Sin embargo, antes de dedicarnos a
la receta específica, hay algo más para tener en cuenta. Distal
editó un libro misterioso. Lleva por título Cocina
tradicional argentina por Marta.(3)
En la signatura se establece que se trata de una segunda edición y
en el “Prólogo” que nadie firma, se alude a una primera edición
de 1914. No queda claro si esta segunda edición es reproducción de
la primera o si contiene modificaciones. El diseño y la composición
del texto parece bastante antiguo, de modo que, aunque no hay
precisiones, bien podría tratarse de una edición facsimilar. Dereck
Foster toma recetas de este texto, asignándole una genuina
criollidad.(4)
El libro está dividido en dos
partes: “Cocina criolla” y “Cocina cosmopolita”. En la
primera, aparece “Pastel corona de papas”. En la segunda, un
“Pastel de papas”. En ambas, la autora se concentra en describir
como debe preparase los puré que contienen algunas variaciones entre
sí. En el primer caso, el puré se combina con “un buen picadillo
de carnes o con riñones guisados”. En el segundo, con “cualquier
picadillo”. Difieren además en la presentación. En el pastel
corona de papas, se distribuye el puré sobre una asadera en forma de
corona, colocando el relleno en el medio. En el pastel de papas, el
puré se despliega sobre el picadillo. Ambas preparaciones concluyen
en el horno. En El
Libro de doña Petrona,
el plato está más elaborado y se presta debida atención al relleno
de carne el que se prepara de una manera específica y no aleatoria
como sugiere Marta. En síntesis, si bien es probable que la
afirmación de Ducrot acerca de que el plato adquirió popularidad en
la década de los años cincuenta, alguna formulación primitiva ya
se encontraba en los recetarios de principios del siglo XX.
Sólo por gusto, busqué
la receta en su originalidad británica. Conseguí una en la red de
redes que me pareció razonable. La seguí al pie de la letra y quedó
bárbaro. Satisfecho con el resultado, es la receta que adopté y
decidí transcribir aquí. La carne ayudó muchísimo. La corté a
cuchillo a partir de unas milanesas de bola de lomo que compré en el
mercado de Ciudad de la Paz y Juramento, en Belgrano. Al margen de
los condimentos incluidos, el resultado se parece bastante al que
hacía mi vieja. Volví a prepararlo, pero con carne de cordero... un
manjar.
La diferencia principal entre la
receta de Petrona y la que obtuve en la internet, es que la de
Petrona lleva pasas de uva y aceitunas, como lo hacía mi vieja.
Otros detalles menores, como el agregado de salsa de worcester shire
y el desglasado con vino aluden más, según imagino, a un cierto
toque académico que a la genuina originalidad de la receta (siendo
un pastel de pastores, es razonable pensarlo más rústico y con
pocos ingredientes). En un interesante programa de televisión, el
cocinero argentino Máximo López May ofrece una versión donde
reemplaza la carne por riñones de cordero. Suena interesante.(5)
Está documentado que este era el plato favorito del
general Perón, por los menos en los días de infortunio que vivió
en una cañonera paraguaya en setiembre de 1955. El testimonio
tomado en Asunción de un oficial de la mencionada cañonera fue
recogido por Víctor Ego Ducrot.(6)
Shepherd’s
pie (pastel de papas o
empanada del pastor) |
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Fuente (fecha)
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Ingredientes
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-500 g. de carne de ternera
picada.
-500 g. de patatas.
-2 dientes de ajo.
-1 cebolla mediana.
-2 zanahorias frescas.
-1 tomate maduro.
-Salsa Worcester.
-1 vaso de vino tinto (o una cerveza).
-1 vaso de caldo de carne.
-2 yemas de huevo.
-Queso parmesano rayado.
-Tomillo.
-Orégano.
-Aceite de oliva.
-Sal.
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Preparación
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1.- Pelamos las papas y las
cortamos en trozos, las ponemos a cocer en agua con sal.
2.- Ponemos la carne en una sartén grande con un
poco de aceite, salpimentamos y la sofreímos, desmenuzándola
bien.
3.- Añadimos el ajo triturado, la cebolla muy picada
y las zanahorias rayadas. Cocinamos por cinco minutos, dando
vueltas
4.- Añadimos un poco de salsa worcester y las
hierbas picadas.
5.- Añadimos el vaso de vino tinto y, cuando haya
reducido, ponemos el caldo de carne.
6.- Cocinamos unos minutos hasta que se vuelva a
reducir.
7.- Ponemos la carne en una fuente de horno.
8.- Hacemos puré con las papas.
9.- Añadimos al puré unos 100 gr. de parmesano
rayado, las yemas de huevo y sal. Mezclamos bien.
11.- Hacemos una capa uniforme
encima de la carne en la fuente y ponemos abundante parmesano
rayado. Pinchamos con un tenedor en 8 ó 10 puntos y metemos al
horno a 180º durante 15-20 minutos.
12.- Ponemos un poquito al
grill para dorar el queso. Sacamos y a servir.
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Ajuste
personal
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En
la receta se condimenta con tomillo y orégano. Yo propongo
variaciones como tomillo y romero y pimentón o ají molido y
comino.
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Notas
y bibliografía:
(1)
2010, Ducrot, Víctor Ego, Los
sabores de la patria,
Buenos Aires, editorial Norma, pp. 167-170.
(2)
1934, Gandulfo, Petrona C. de, El
libro de doña Petrona,
Buenos Aires, 1958, 52° edición
(3)
1914, Cocina
tradicional argentina por Marta,
Buenos Aires, Distal, nueva edición de La
cocinera criolla,
2010.
(4)
2001, Foster, Dereck, El
gaucho gourmet,
Buenos Aires, EMECÉ.
(5)
2010 c., López May, Máximo, programa Máximo
Clásico,
consultado el 27/11/11 en
http://elgourmet.com/receta/5258-shepherds_pie
(6)
Ducrot, Víctor Ego, op cit., pp. 168-170.
Mario, tu trabajo es excelente!!! creía que el pastel de papas era invento porteño cuando sobraba relleno de empanadas. gracias por desasnarme!
ResponderEliminarPablo
Gracias, Pablo Anónimo, por el mensaje.
ResponderEliminarEl pastel de papas es tan argentino como las milanesas, porque hay una manera argentina de preparar ambos platos... pero, como las milanesas, nació en otro pago.
Sin embargo, para mí, su recorrido desde el origen hasta nuestras mesas es un misterio.
Si alguien sabe algo de ese derrotero, sería bueno que lo compartiera.
Mario, en mi infancia era un plato muy popular, probablemente facilidad de preparación y su bajo costo, con aceitunas y sin pasas. Cocinado y llevado a la mesa en una pirex para servirlo cortando rectángulos y sin que se desarme...
ResponderEliminarEn el libro "los siete fuegos" de Francis Mallmann (nacido y criado en la Patagonia) atribuye su origen a los inmigrantes pastores galeses.
como siempre te felicito por tu blog
Gracias, Héctor, por tu comentario.
ResponderEliminarIncita a reconstruir el caminito porque ha transitado ese plato para llegar a Cuyo y a Buenos Aires.
¡¡¡ ME AHOGO !!! . . . ¡¡¡ ME AHOGO !!!
ResponderEliminar¡¡¡ QUE MANJAR !!!
¡¡¡ CUANTOS RECUERDOS !!!
No recuerdo haber comido el pastel de papas con pasas de uva.
ResponderEliminarLo que me parece, es que el que hacía mamá era una especie de sandwich de carne picada entre dos capas de puré.
¿Puede ser?
Gracias, Oscar, por tus comentarios.
ResponderEliminarSí, puede ser. A veces, el formato con que iba al horno difería de familia en familia por el modelo de pirex disponible.
En cuanto a las pasas de uva, la que la introdujo la costumbre en la familia parece haber sido la abuela Agustina. Mi vieja lo preparaba así porque se enteró que a mi viejo le encantaban las pasas de uva en el pastel de papas y en las empanadas.
Soy un amante del Pastel en Fuente que muchos confunden con el Pastel de Papas el primero lleva en su base masa de empanada y resguarda los costado como una tarta con repulgue y arriba va solo la papa en cambio muchos lo hacen con pure de papas en la base y en la parte superior yo creo que ese es el verdadero Pastel de papas que muchos confunden
ResponderEliminarGracias, Desconocido, por sus comentarios.
EliminarEn mi opinión no hay confusión posible, ni auténtico pastel de papas, ni fallido. Hay formas y adaptaciones que cada colectivo social practica en coordenadas precisas de tiempo y espacio.
Me gustaría saber desde dónde me está escribiendo para entender mejor la tradición culinaria que produce ese Pastel en Fuente que tanto te agrada.
Por lo demás, vuelvo a agradecerle que haya dedicado tiempo para leer el artículo y para hacer un comentario tan, digamos, sabroso.
Hola Mario! Es a raíz de tu artículo que se armó en debate en FB? Intersantísimo.
ResponderEliminarEl pastel de papas tiene sus equivalentes en muchos lugares: en Italia, por ejemplo, existe es el gateau di patate, pero en lugar de carne utilizan lo que tienen: jamón cocido, restos de salames y otros chacinados. En Francia el gateau de pommes de terres también existe, pero es otra cosa. En Brasil está el gratinado de aipim que se hace con mandioca y carne seca. Es un plato muy difundido. Un gran saludo, Adriana De Caria
Gracias, Adriana, por tus comentarios.
EliminarSí, el debate fue interesante, pero no por mi intervención. Lo mío sólo fue poner un poco pimienta con una ironía sobre ciertas miradas culturales que mi maestro Pérez Amuchástegui llamaría faroleras.
Gracias, por leer este artículo que está algo envejecido y tendré que revisar en algunos aspectos.
Colgué el enlace a tu blog (La Instigadora Culinaria) en la columna de la derecha de El Recopilador.
Releo tu pregunta. Me parece que no, que fue una ocurrencia de Max.
EliminarNo se de donde "inventaron" esta receta de done sacaron que lleva zanahoria! vino? que se calienta la mezcla de carne picada en el horno? dejense de engañar a la gente, aca´en argentina hacemos el pastel original de Doña Petrona y el que quiere le pone huevo duro y papas de uva. No nos venda gato por liebre manga de etafadores!!! zanahoria...JAJAJA!!
ResponderEliminarEstimada Irma, dudé en publicar su comentario por dos razones:
EliminarLa primera porque aparece cono de autor desconocido. La segunda porque es un poca agresivo.
Pero en realidad lo hice porque estoy de acuerdo con ud. en la referencia que hace de doña Petrona.
Este artículo está relacionado con un momento de mis investigaciones en que pensaba que nuestras recetas era meras deformaciones locales de originales foráneos.
Hoy pienso en la originalidad de nuestras creaciones culinarias y en la identidad argentina de muchos platos cuyo origen es remoto.
Hoy no me interesa tanto la forma original como el momento en que se hicieron argentinos.
La invito a leer mis textos más recientes y a esperar un par de semanas en que voy a publicar unos artículos que son la contra cara de los que publiqué en 2011.
Si aún le quedara paciencia, me gustaría que leyera, dentro de un par de meses, un estudio que hice sobre las salsas argentinas. Creo que quedará sorprendida por la centralidad de la salmuera criolla.
Muchas gracia por su comentario.
Doña Petrona seguirá siendo la más grande por mucho tiempo.