Vaya a saber cómo aprendí a
cocinar este plato. Tengo el vago recuerdo de haber visto a mi madre hacerlo. Pero tal impresión bien puede estar algo deformada en la
memoria. Amo este plato porque, de todas las comidas que hago, es la
que más se acerca a aquella cocina primigenia que tiene su sitio
poderoso en mi imaginación. También tengo el vago recuerdo de la
vieja preparando lo que llamaba bifes a la portuguesa. No sé si daba
dos nombres a la misma comida o si éstas diferían en algo. En el
último caso, ¿la diferencia sólo la establecía con la inclusión
del morrón verde y la exclusión de las papas en la salsa
portuguesa?
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Gracias.
Para salir del terreno pantanoso
de unas imágenes borrosas, consulté El
libro de doña Petrona.
Este recetario no contiene un plato denominado bifes a la portuguesa,
pero sí incluye una salsa portuguesa.(1)
Efectivamente, esa
salsa lleva ajíes, doña Petrona no dice el color, y no lleva papas.
Por otra parte, otra receta de la reconocida cocinera, los bifes de
lomo a la portuguesa,(2)
da cuenta de un plato más sofisticado (en la descripción, por
ejemplo, el lomo es tratado como un tournedo clásico francés). En
él, la salsa portuguesa es sólo un componente y no el caldo en el
que la preparación se cuece. Hay algo también referido a los
condimentos que se me escapa en esta comparación: en la receta de
doña Petrona, la salsa lleva un ramito de hierbas aromáticas que
entiendo imposible en la cocina materna. Mi madre usaba perejil, ajo,
laurel, pimentón, ají molido y nuez moscada para dar sabor a la
comida, no recuerdo que jamás haya usado tomillo o romero. Con lo
cual, doña Petrona que podría haber sido una fuente de inspiración
en la cocina materna, no agrega claridad sobre el asunto de denominar
bifes a la portuguesa a esa variante de los bifes a la criolla con
morrón verde y sin papas.
En otro orden de reflexiones, los
bifes a la criolla me permitieron entender el impacto de la
deconstrucción post moderna sobre la cocina cotidiana de hoy.
Ocurrió que buscando su receta con la finalidad de verificar la
ortodoxia de los procedimientos que utilizaba, di con un programa de
televisión de Martiniano Molina cuya receta puede leerse en el sitio
de internet de la productora.(3)
En su deconstrucción, el cocinero
deportista no hizo alarde de cocina tecno-emocional, simplemente
varió la presentación del plato. Este programa me confirmó en dos
ideas: 1) con mejor suerte que el minestrum, los bifes a la criolla
que inventé seguían fielmente una receta genuina y 2) que este tipo
de presentaciones configuran una moda muy extendida entre los
cocineros de la actualidad, una moda que no siempre representan una
clara trasformación del arte. Molina usó los mismos ingredientes
que yo uso y se limitó a cocinar las papas aparte. Luego dispuso
sobre el plato una torrecita de bifes, con las partes sólidas de la
salsa; agregó algunas papas a la torre y salseó alrededor, después
de espesar un poco los jugos de la cocción. Yo sirvo los bifes en
cazuelas con todos los ingredientes integrados, listos para dejarse
comer con cuchara (uno de los secretos del plato es que la carne se
haya cocido correctamente y pueda ser cortada sin dificultad con el
canto de la cuchara) y nadando sobre la salsa caldosa que invita a
penetrarla con un trozo de pan francés o de galleta trincha, si la
hay a mano.
Mi profe del Colegio de Cocineros
Gato Dumas, Ezequiel Pardo Argerich explica que esta técnica de
presentación sirve para que la decisión de separar o integrar los
ingredientes quede en las manos del comensal. Para mí esta moda no
siempre aporta mejoras en el plato. Hay otros casos en que las
novedades suponen un valor agregado porque se basan en la
incorporación de técnicas académicas a recetas rústicas, lo que
contribuye a refinarlas. Dolli Irigoyen, por ejemplo, ofrece una
receta para su preparación en el disco de arado.(4)
No sólo recupera, con esta técnica, el carácter campero del plato;
sino que además, los pequeños agregados que hace a la pura
rusticidad, como el trámite sencillo de agregar un vaso de vino
blanco en el principio de la cocción y un manojo de perejil picado
en el servicio. Estos detalles suman elegancia sin rendir pleitesía
a la moda.
Bifes
a la criolla
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Fuente
(fecha)
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Vaya
uno a saber (idem)
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Ingredientes
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½
kg. de carne cortada para milanesas (preferentemente, bola de
lomo)
1
ají morrón colorado grande
1
cebolla grande
1
papa grande
2
tomates redondos
Aceite
Sal
Pimienta
Pimentón,
ají molido y orégano
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Preparación
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1.-
Cortar la cebolla (pelada) en anillos y el ají (sin el cabo y las
pepitas) en tira gruesas (como de medio cm). Cortar la papa
(pelada) y el tomate (sin el cabo) en rodajas.
2.-
Colocar en una olla un poco de aceite de oliva. Colocar una capa
de carne. Salar, agregar pimienta y condimentar con las especias
elegidas. Agregar capas de papa, pimiento, cebolla y tomate.
Volver a salar y condimentar. Repetir la operación las veces que
sean necesarias.
3.-
Llevar la olla tapada a fuego fuerte hasta que llegue al punto de
hervor de los líquidos. Bajar el fuego a medio y seguir cocinado
hasta que estén cocidas las papas.
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Ajuste
personal
|
No
tengo la receta original por lo que la que he trascripto bien
puede ser mi ajuste personal.
He
visto recetas en que se agrega caldo a la preparación. Nunca me
ha pasado que los bifes quedaran secos. Tal vez, cuando se
preparan en el disco de arado y se cocinan destapadas, sea
necesario.
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Notas
y bibliografía:
(1)
1934, Gandulfo, Petrona C. de, El
libro de doña Petrona,
Buenos Aires, 1858, 52° edición, pp. 196.
(2)
Idem, pp.273.
(3)
http://elgourmet.com/receta/291-bifes_a_la_criolla,
leído en febrero de 2011.
(4) 2009, Irigoyen, Dolli, Dolli
Irigoyen en su cocina, la colección,
Buenos Aires, Sony Music Entertainment Argentina.
Hola Mario, muy interesante lo que estás haciendo. Como amante de la cocina casera y rescatista también de las recetas familiares y de aquellas que he comido en mis andanzas por el interior del país. quería contribuir a estos bifes a la criolla, uno de mis preferidos que mi madre me hacía en ocasiones especiales y que hoy sigo haciendo en casa. La carne la cambio por churrasquitos finos de roast beef y además de los ingredientes que nombraste, agrego, todo por supuesto en capas y en rodajas de 1 cm! batata, calabaza. zapallito redondo y choclo fresco en rodajas o desgranado, todo rociado por un buen caldo de verduras y pimienta entera en granos.
ResponderEliminarUn beso
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarGracias, Moni por la lectura atenta y tu mensaje sustancioso.
ResponderEliminarEs una innovación interesante en la receta clásica... creo que de este modo estás llenado de dulzura a los criollos.
Que linda receta, lo único que yo le pongo es un diente pequeño de ajo a la carne, y el cubito de caldo. La carne que me gusta utilizar es la paleta,porque desprende bastante juguito -
ResponderEliminarVa a ser cuestión de probar todas las verduritas que indica Moni, ahora despues van a tener que ponerle otro nombre,ja,ja,ja.
gracias por compartir tan linda receta
Que linda receta, lo único que yo le pongo es un diente pequeño de ajo a la carne, y el cubito de caldo. La carne que me gusta utilizar es la paleta,porque desprende bastante juguito -
ResponderEliminarVa a ser cuestión de probar todas las verduritas que indica Moni, ahora despues van a tener que ponerle otro nombre,ja,ja,ja.
gracias por compartir tan linda receta
Gracias por compartir tan linda receta, lo único que le pongo distinto es un dientito de ajo y un cubito de caldo .
ResponderEliminarAhora , van a tener que ir pensando otro nombre para la recetita que nos compartió Móni, va a ser cuestión de probar, da la impresión que debe quedar muy rica también.Gracias Moni,gracia Mario
Gracias, Alicia, por tus comentarios.
EliminarEsta es la receta que practico yo. Cada uno, con mayor o menor sabiduría, con mayor o menor conocimiento técnico, le agrega el detalle de su gusto y formula su propia versión. Esto es lo que hace que nuestra gastronomía se desarrolle y crezca.
La receta de Moni es verdaderamente original y seguramente debe resultar deliciosa. Seguirán siendo bifes a la criolla porque esa es su interpretación de la receta; pero algún día, y entonces tendás razón, empezará a ser la base de otro plato.
me parece muy interesante la receta, quizás yo le agregaría un vaso de vino blanco . Pero es cuestión de gusto. Mañana lo vamos a hacer en un disco y veremos como sales
ResponderEliminarGracias, anónimo, por tus comentarios.
EliminarSí, sí, el vino blanco puede darle un perfume interesante.
Mañana contanos cómo te salieron en el disco de arado.