sábado, 15 de agosto de 2015

Sopa de maní de María Fernanda

Ya he publicado una receta de Sopa de maní, la que me dio doña Emiliana, mi proveedora de frutas, verduras y hortalizas. Ahora quiero publicar ésta que me mandó mi amiga Fernanda Sola desde la ciudad de Salta.
Las imágenes pertenecen a María Fernanda Sola 
¿Tiene sentido publicar otra receta de este plato que se consume en sitios recónditos de Bolivia y La Argentina? Muchos dirán que sí porque no se trata de una preparación ignota para los porteños a partir de la exposición mediática que tuvo en la edición de Master Chef de Argentina de 2014.
Yo digo que no, que no es por eso que tiene sentido publicarla. Lo que le da entidad a una receta es la capacidad que cada cocinero o cocinera tiene para apropiarse de ella y prodigarla con amor en alimento para sus seres queridos. La Sopa de Fernanda es diferente a la de doña Emiliana. Por otra parte, esa apropiación no está relacionada con la inteligibilidad de unas técnicas ni con las características organolépticas de una determina combinación de ingredientes; sino con las condiciones afectivas en que el cocinero ha decidido apropiarse de ella. Detrás de cada receta que este Recopilador recibe y decide publicar hay siempre una historia de afectos que merece ser contada.
Dejemos, pues, que Fernanda nos diga su historia y pasemos luego a la receta:
La sopa de maní es, al decir de Aiscurri, un sabor entrañable para mi familia desde hace muchos años.
La aprendí a hacer en un humilde fogón de leña, sin artilugios ni grandilocuencias, en unos días que tuvimos la fortuna de compartir con la familia Coca en Los Toldos, al Norte de la provincia de Salta, en el departamento de Orán. Se trata de un paraje con acceso por ruta solo desde Bolivia.
Inés Coca cuidó, con verdadero amor, a nuestro hijo Felipe hasta sus dos años. Para ese entonces ella ya había tenido a Simón, su primer hijo, y decidían partir con su marido para Neuquén a trabajar allá, como tantos norteños.
Para despedirnos y por la fuerza del vínculo que ya teníamos, fuimos a visitarla a su casa de Los Toldos, donde vivía todavía su padre, antes de que partieran.
Aprendí a hacer la sopa de maní sentadita en una piedra junto al fogón. Aclaro que en la receta de Inés el maní fue molido en la pecana (piedra plana, levemente cóncava sobre la cual se muelen granos con otra piedra por fricción), y la cocción de hizo en ollas enhollinadas, borboteando cerca del suelo en el fueguito.”(1)
Sopa de maní
Fuente (fecha)
María Fernanda Sola (2015)
Ingredientes
Maní crudo pelado.
Cebolla.
Ajo.
Pimiento.
Verdurita.
Agua.
Orégano.
Pimentón.
Picante.
Pollo.
Papas.
Perejil.
Preparación
1.- Moler el maní crudo pelado en una pecana (obvio que ahora lo hago en la licuadora o procesadora), agregándole agua para que no se empaste.
2.- En olla grande y generosa, se pone a rehogar un poco de cebolla, ajo y pimiento, se agrega el agua, algo de verduritas trozadas o ralladas muy pequeñas (casi como un condimento no es una sopa de verduras), orégano, el infaltable pimentón, picante a gusto y el pollo en presas.
3.- Se le agrega el maní procesado y se hace hervir por lo menos un par de horas, cuidando que no rebalse.
4.- Como el pollo se cocina más rápido que el maní, se pueden retirar las presas de la sopa una vez cocidas y volverlas a agregar en la última etapa.
5.- Se sirve el plato de sopa con una presa de pollo. Arriba se agrega un puñado de papas finitas fritas bien doradas y un toque de perejil. Buen apetito y mi gratitud inmensa a Inés. Cada vez que la comemos en familia, la recordamos.
Comentarios
Míos:
1.- Ya me estoy acostumbrando a publicar recetas sin indicar las cantidades de cada ingrediente. Sin embargo, algunas indicaciones de Fernanda, pueden darnos una idea (v. g., que las verduras se usan para dar sabor porque no estamos frente a una sopa de verduras).
2.- Fernanda usa pollo, doña Emiliana osobuco o falda.
3.- Fernanda cocina el maní en la sopa, doña Emiliana lo cocina aparte y después junta ambos caldos.
4.- En este caso, la verdurita puede ser zanahoria, apio e, incluso, yuca.
5.- A mí me gusta colar las verduras antes de servir. Ni doña Emiliana, ni Fernanda lo hacen. Sirven la sopa en el estilo tradicional con los pedazos pequeñitos de verduras navegando en el caldo. Así era la Sopa de maní que comí en el stand de Elba Rodríguez en la Feria Masticar de 2014 y en el restaurante boliviano Charo del barrio porteño de Liniers. También sirvieron así la Sopa de gallina que tomamos en el restaurante sin nombre en Cerrillos, cuando volvíamos con Alejandro y Fernanda desde Payogasta a principios de mayo de 2015.
Notas y bibliografía:
(1) 2015, Sola, María Fernanda a Aiscurri, Mario, correo-e del 15 de mayo.



2 comentarios:

  1. La sopa de maní vuelve a ser un hermoso vehículo para reunirnos, otra vez en Salta y de nuevo en Buenos Aires. Una vez más celebramos el tesoro intangible de la amistad con Haydeé, Alicia, Julio, Mariana, Felipe, Graciela.... y sigue la lista que afortunadamente se expande !

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    1. Gracias, Fernanda, por los comentarios.
      ¡Qué buena que estaba la que comimos hace unos días en tu casa de Salta!

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