¿Qué son las aceitunas sajadas? Simplemente,
son aquéllas que fueron sometidas a un proceso específico de cura y
conservación propio de la región de Cuyo que describiré en este artículo.
I Modos de curar aceitunas
¿Qué significa curar las aceitunas? Someterlas
a un procedimiento que las hace comestibles. Este procedimiento les quita el
amargor y produce en ellas una fermentación que es lo que las hace digeribles.
Un detalle a considerar es que no hay un único
método de cura, fermentación y conservación de aceitunas, sino varios. Incluiré,
en este artículo, un par de recetas que dan cuenta de algunos de los
procedimientos más populares. En ellos, la salmuera (cloruro de sodio disuelto
en agua) cumple un papel importante y la lejía (mezcla de agua con cenizas), también.
La industria una solución de hidróxido de sodio (soda cáustica) en la lejía;
pero a las personas del pueblo les basta con las cenizas… por supuesto que uno
se pregunta cuál es la fórmula que termina siendo más saludable. (1)
El procedimiento, en sentido estricto, se
inicia poniendo en contacto las aceituna con una solución alcalina (la
mencionada lejía), para luego conservarlas en salmuera. Para asegurar la
eficacia en el proceso de cura, fermentación y conservación, en las recetas
populares, suele ser importante romper el fruto. Hay diversos modos para ello.
Sin provocar esta rotura, el resultado podrá obtenerse de todos modos, pero el
procedimiento insumirá mucho más tiempo. (2)
También se puede prescindir del uso de lejías
(populares o industriales), lavando las aceitunas, cambiando sus aguas diariamente
por un período determinado; pero nuevamente aparece el tiempo y una concentración
mayor en la salmuera como variables a considerar.
En síntesis, el método de las aceitunas sajadas
consiste básicamente en una forma particular de romper el fruto, en una cura
con lejía basada en una solución con cenizas de jume (específicamente cuyana) y
en una conservación en una salmuera de baja concentración.
La primera fórmula que publico es el resumen
de una experiencia personal. La receta de base está inspirada en la que usaba
Susana Bartolotti de Migliore. Me la paso su hija, mi cuñada Roxana. (3) Seguramente
consulté otras fuentes como está registrado en el formulario. Pero, como todo
ocurrió hace ya cuatro años, y no hice, en su momento, un registro específico
de esas fuentes ni de los detalles en el resultado, en mi recetario personal,
debo considerar que resultó eficaz, pero incompleta.
Debo decir, adicionalmente, que las hice una
sola vez porque resulta difícil encontrar las aceitunas verdes recién
cosechadas… la pandemia, en el mismo sentido, complicó más el asunto.
Aceitunas curadas en salmuera |
|
Fuente (fecha) |
Información tomada de diversas fuentes (2019) |
Ingredientes |
Aceitunas verdes recién cosechadas. Agua. Sal gruesa. |
Preparación |
1.-
Enjuagar las aceitunas y retirarles los restos de hojas y cabitos. 2.-
Pinchar las aceitunas con un tenedor por todos lados y colocarlas en frascos.
Tienen que estar algo apretadas. 3.- Poner
una cacerola al fuego con agua y sal (50 g por litro). 4.-
Cuando la salmuera ha tomado temperatura ambiente, llenar los frascos.
Mantenerlos tapados en un lugar fresco y oscuro (puede ser en la heladera). 5.-
Durante 15 días, cambiar la salmuera diariamente. 6.- Durante
1 mes y medio, cambiar la salmuera semanalmente. 7.- Si
luego de esos meses, siguen amargas, seguir con el procedimiento de cambiar
la salmuera semanalmente. |
Ajuste personal |
No tengo conocimientos suficientes
como para introducir modificaciones. |
Comentarios |
1.- Cuando las hice quedaron muy bien de sabor, pero no de
aspecto, las picaduras se seguían notando y el color de la piel de los frutos
se fue tornando más oscuro (esto último no es una anomalía en los
procedimientos hogareños). 2.- También recuerdo que recién se pudieron comer cuatro meses
después de prepararlas. 3.- Me temo que, en la receta que conservé en mis apuntes
personales, no registré el modo en que conservé las aceitunas cuando ya
estuvieron comestibles. Sí recuerdo que usé una salmuera menos concentrada,
pero no recuerdo la proporción de sal. |
Como se verá abajo, la receta de Susana parece ser
una versión simplificada de las aceitunas sajadas.
II
Las cenizas de jume y el modo de concebir una identidad
Imagino (no lo
he indagado, pero siempre empiezo con la imaginación) que todos los métodos populares
de cura, fermentación y conservación de aceitunas deben ser antiquísimos. El
objetivo de este artículo es presentar una receta auténticamente cuyana. Pero, ¿acaso,
la de aceitunas sajadas, lo es? Y, si es así, ¿en qué sentido lo es? Estimo que
podemos verlo en la preferencia por la apropiación del método del sajado y la
cura en solución de cenizas, pero, fundamentalmente, porque en el hecho de que éstas
provengan del jume.
Sí, allí, en el
Jume, más precisamente en sus cenizas, reside la identidad argentina de muchas
preparaciones. Estamos frente a una plata autóctona cuyo hábitat mundial se
reduce a los faldeos de orientales de la Cordillera de Los Andes (entre las
provincias de Salta y Río Negro) según nos informa el Sistema de Información de
Biodiversidad (dependencia de la Administración de Parques Nacionales). (4) No
es menor que la presentadora chilena cuyo video mencioné arriba (ver nota (2))
use también cenizas, pero no de jume.
He visto las
diversas aplicaciones de las cenizas de este arbusto, lejías y usos alimentarios,
pero nunca documentada de manera tan contundente como en la receta de doña Emma
de Zuccardi que publico en el final del artículo. (5) Una poderosa intuición me
agitaba hasta que se vio confirmada por esta receta. Si me permiten, me
explico.
Efectivamente,
pude constar el uso de estas cenizas en la provincia de Catamarca para fabricar
lejía en el último tercio de siglo XIX, como nos informa Emilio Daireaux. (6)
Para el uso
alimentario, la evidencia era más débil, sólo contaba con el texto de poema “Digo
la Mazamorra” del escritor Antonio Esteban Agüero (“Y, si quieres, agrégale una
pizca de ceniza de jume, / esa planta que resume los desiertos salinos, / y
deja que la llama le transmita su fuerza / hasta que ella (la mazamorra)
adquiera un tinte levemente ambarino”). (7)
Es la voz
autorizada de un poeta puntano, pero no el fragmento de un recetario. Con todo,
la voz tenía suficiente peso como para imaginarme que habría muchas
aplicaciones culinarias más. Llegué a formular la hipótesis de que eran ellas
las responsables de la transformación del manjar chileno en dulce de leche
argentino (muy probablemente en Córdoba). Los escritos de Balmaceda sobre el
dulce de leche (de lo mejor que ha escrito sobre la historia de la cocina
argentina) daban una confirmación parcial de esa idea, en principio infundada.
(8)
Pero no fue
hasta que encontré esta receta de doña Emma, que mis sospechas se vieron
rotundamente confirmadas, las cenizas de jume se han usado, y se usan, en
diversas preparaciones culinarias.
Pero, ¿cómo
hacía esta gran cocinera familiar, ya partícipe de la vida urbana o semi urbana
del Gran Mendoza, para conseguir las cenizas de jume? Nos lo cuenta con gran
simpleza: “La ceniza de jume (el jume es un arbusto típico de Mendoza) la
adquiero en la herboristería…”. (Ver en la nota (5))
Obviamente se
pueden usar otra cenizas (ver nota (2)), pero lo auténticamente cuyano es usar
las de jume.
Aceitunas sajadas con
ceniza de jume |
|
Fuente (fecha) |
Emma de Zuccardi (2023) (Ver en la nota (5)) |
Ingredientes |
Aceitunas verdes. Cenizas de jume. Agua. Sal. |
Preparación |
1.- Provocar tres o cuatro cortes longitudinales (sajar) en
las aceitunas, con un sajador. 2.- Colocarlas en un bidón plástico o en una damajuana de boca
ancha. 3.- Mezclar 3 kg de terrones de cenizas de jume con 10 litros
de agua. 4.- Llevar la mezcla al fuego, rompiendo los terrones a medida
que hierve. 5.- Dejar enfriar. 6.- Agregar el líquido de jume “sobrenadantemente” (SIC) al
recipiente en que están las aceitunas. 7.- Dejar actuar el líquido alcalino durante 10 días. 8.- Retirar este líquido luego de ese tiempo. 9.- Lavar las aceitunas sin sacarlas del recipiente, dejando
correr un chorrito para que llegue hasta el fondo, hasta que el nivel del
agua sobresalga de la superficie. 10.- Dejarlas así por 24 horas y repetir la operación por
cinco o seis días. 11.- Volcar el agua del último lavado. 12.- Agregar una salmuera de 15 gr. de sal por litro de agua. 13.- Dos días después, ya se pueden comer. |
Ajuste personal |
No hay. |
Comentarios |
1.- El aparato sajador consiste en un aro levemente más grande
que el ancho del ecuador de las aceitunas. En su interior, tiene tres o
cuatro cuchillas filosas. Al pasar las aceitunas por él, quedan sajadas.
También se puede usar un cuchillo chico y afilado, provocando manualmente los
cortes en cada aceituna. Se comprenderá que el sajador permite una operación
más sencilla, rápida y prolija. 2.- Doña Emma recomienda curar aceitunas de las
variedades Arauco o Sevillana que suelen ser que tienen drupas más grandes. |
Notas y bibliografía:
(1) 2018, Gascón,
Alejandro (Prof. Ing. Agro.), “Elaboración de aceitunas de mesa verdes en
salmuera”, en Cátedra de Ingenierías Agrarias, Facultad de Ciencias Agrarias,
Universidad Nacional de Cuyo
(2) Este video que
encontré en la Web me pareció muy interesante porque pone sobre el tapete la
multiplicidad de modos para curar y fermentar aceitunas. La autora prefiere
cambiar el sajado de las aceitunas por un tiempo de espera. Ella es chilena,
dato no menor a la hora de considerar la identidad cuyana de las aceitunas
sajadas, no usa el término “sajar” ni usa cenizas de jume. Independientemente
de todo esto, me parece que tiene una importante potencia didáctica. Leído el
11 de setiembre de 2023 en https://www.google.com/search?q=aceitunas+sajadas+en+ceniza&rlz=1C1GGRV_enAR751AR751&oq=aceitunas+sajadas&aqs=chrome.1.69i57j69i59j0i512l3j0i22i30l2.17364j1j15&sourceid=chrome&ie=UTF-8&bshm=rimc/1#fpstate=ive&vld=cid:b3c868ea,vid:Z_7aT7sm6-k,st:0
(3) 2012, Aiscurri,
Mario, “Susana e Ignacio Migliore, el sur (de la Bota) también existe”, en El Recopilador de sabores entrañables,
leído en https://elrecopiladordesabores.blogspot.com/2012/09/susana-e-ignacio-migliore-el-sur-de-la.html
el 11 de setiembre de 2023.
(4) “Allenrolfea
Veginata”, en Sistema de Información de
Biodiversidad, Administración de Parques Nacionales, leído el 13 de
setiembre de 2023 en https://sib.gob.ar/especies/allenrolfea-vaginata?tab=info-general.
(5) 2020, Zuccardi,
Julia, La cocina de Emma, recetas de una
familia mendocina, Buenos Aires, Catapulta, pag. 119.
(6) Recomiendo la
lectura de este fragmento de Vida y
costumbres del Plata de Emilio Daireaux: 2018, Aiscurri, Mario, “Producción
industrial de ceniza de jume (1887)”, en El Recopilador de sabores entrañables, leído en https://elrecopiladordesabores.blogspot.com/2018/12/produccion-industrial-de-ceniza-de-jume.html
el 14 de setiembre de 2023.
(7) 2022, Aiscurri, Mario,
“Mazamorra… y muchos ya no saben su sabor argentino”, en El Recopilador de sabores entrañables, leído en https://elrecopiladordesabores.blogspot.com/2022/02/mazamorra-y-muchos-ya-no-saben-su-sabor.html
el 13 de setiembre de 2023.
(8) 2022, Aiscurri, Mario, “La
historia del dulce de leche y los hallazgos de Daniel Balmaceda”, en El Recopilador de sabores entrañables,
leído en https://elrecopiladordesabores.blogspot.com/2017/12/la-historia-del-dulce-de-leche-y-los.html
el 13 de setiembre de 2023.
a) Leído el 30 de diciembre de 2023 https://www.mendoza-conicet.gob.ar/ladyot/herba_digital/fichas_especies/jume.htm.
b) Leído el 30 de diciembre de 2023 https://www.emiliodeik.cl/receta/curado-aceitunas/.
c) Leído el 30 de diciembre de 2023 https://www.facebook.com/photo/?fbid=140658810992551&set=pcb.140660840992348
d) Leído el 26 de febrero de 2022 http://launi.com.ar/index.php/2021/02/07/a-104-anos-del-nacimiento-de-antonio-esteban-aguero-los-caminos-del-capitan-de-pajaros-y-la-unlc-se-cruzan/.
Muchas gracias con mí mama hace años buscábamos info de aceitunas en jume y está bien explicado y hasta nos encantó saber cómo es la planta ..
ResponderEliminarMuchas gracias, Eliana, por sus comentarios.
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