Desde
niño tuve contacto con personas que hacían vino en su casa. Nací y me crié en
un barrio de inmigrantes, en donde los “tanos” ejercían con fruición y orgullo
esa práctica. Sin embargo, nunca me había parecido siquiera interesante el
resultado de tanto esfuerzo hasta que probé los vinos de Rubén Cirocco. Conocí
a Rubén hace poco más de 12 años, con el tiempo nos hicimos amigos.
Las imágenes, salvo indicación expresa, pertencen al autor
Probar
sus vinos me permitió percibir algo que luego pude comprobar, probando otros vinos
artesanales. Hubo un momento en que los vinos caseros que se producen en el
Gran Buenos Aires entraron en una nueva era y se expresaban muy tomables. ¿Cómo
había ocurrido?
Notas iniciales
El vino que
Rubén elaboró en 2013 fue excepcional. Probarlo me incitó a realizar las primeras
inquisiciones sobre la práctica del arte que Rubén tuvo la amabilidad de
responder sin guardarse, como se verá, ningún secreto. Buscaba respuestas a mi
interrogante. El primer resultado lo expuse en las notas que publiqué en El Recopilador de sabores sobre el tema
en 2014 y 2015. Aquí los enlaces para acceder a ellas y la fecha de su
publicación:
Los vinos de Rubén Cirocco (I). 04/10/14
Los vinos de Rubén Cirocco (II). 03/01/15
Crónicas de una
aventura
Las indagaciones realizadas y la persistencia,
ya muy avanzado el 2014, del buen gusto que expresaba ese vino de 2013 me
incitaron a dar un paso más. Le pedí a Rubén que me dejara acompañarlo cuando
fuera a comprar la uva. Sólo quería seguir el proceso casi como un periodista. Pero
no estaba solo. Mario Wences Becerra también estaba encantado con ese vino del
año 2013 y me propuso que le pidiéramos a Rubén que nos dejara acompañarlo, participando
activamente en todo el proceso de elaboración. Nuevamente la generosidad de
Rubén me abrió la puerta a un mundo inesperado, Mario y yo estábamos participando
de una tradición milenaria. Dejé la contemplación pasiva para transformarme en
actor, de reparto, claro está, pero actor al fin.
En diversos
artículos escribí la crónica de nuestros pasos en 2015. También la del
sorprendente resultado de haber ganado un premio importante y la de nuestras
acciones en 2016. Aquí los enlaces:
El vino de Rubén
y las recetas que armonizan con él
Los artículos
cuyos enlaces indico a continuación exponen en ritmo reposado, y algo más
reflexivo, las experiencias que viví con Rubén y Mario Wences en 2015. Ellos
van acompañados con recetas afines. Cuando fuimos a buscar los vinos para
traerlos a casa, Viviana nos agasajó con suculentos manjares. Su generosidad
hizo que pudiera publicar las recetas de lo que ella cocinó ese día (son los
las últimas de la lista).
Haciendo vino con Rubén Cirocco I. 23/07/16
Haciendo vino
con Rubén Cirocco II. 10/09/16
Mi estofado de aguja. 10/09/16
Haciendo vinos
con Rubén Cirocco III. 15/10/16
Lasaña de Viviana. 15/10/16
Niños envueltos de pollo de Viviana. 22/10/16
Canelones de Viviana. 22/10/16
Los secretos de zio Tonino
Los artículos cuyos enlaces indiqué arriba
cuentan vivencias de
paciente espera y placeres compartidos. Momentos que suelen ser campo fértil
para sembrar y cosechar charlas. En ellas hemos podido reflexionar con morosa
libertad sobre cómo fue que Rubén aprendió a hacer vino casero o sobre cómo
podríamos mejorarlo o sobre tantas otras cosas. Pero nos faltaba el testimonio
de los mayores, de quienes fueron los maestros. Por ello fuimos a ver a su tío
Tonino. Aquí el enlace al artículo que registra el encuentro.
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