sábado, 2 de enero de 2016

Buenos Aires, el regreso

27 de octubre de 2014
“Buenos Aires la reina del Plata,
Buenos Aires mi tierra querida;
Escucha mi canción
que con ella va mi vida.

”En mis horas de fiebre y orgía,
Harto ya de placer y locura,
En ti pienso Patria mía
Para calmar mi amargura.”

(Romero, Manuel, “Buenos Aires la reina del Plata”)
En 2012, cuando volvimos de Europa con Haydée, lo sentí como una bendición. Habíamos hecho un gran viaje, visitado lugares bellísimos, comido manjares exquisitos, compartido momentos memorables con seres queridos; pero aún recuerdo vivamente la sensación que experimenté cuando llegamos a casa y fuimos a comer una entraña grillada a un restaurante del barrio... Es que, en Europa están las fuentes que informan nuestro ser, nuestra inefable manera de vivir; pero, como decía alguien, Argentina es el hogar.     
La imagen pertenece al autor
En este viaje al Valle Calchaquí, sin embargo, la sensación fue diferente. Visitamos lugares bellísimos, puede más modestos, pero bellísimos, hemos comido excelentes platos, puede que no hayan sido tan excelsos pero exquisitos, compartimos momentos memorables con seres queridos; pero no tuve necesidad de comer un churrasco para reencontrarme con algo que me faltaba. Es más, cuando volví al trajín laboral, sentí que este viaje había sido demasiado breve y que me hubiese gustado disfrutar de algunos días más en el Valle Calchaquí.
No sé cómo explicar la diferencia en mis sentimientos, tampoco hemos buscado explicarlo con Haydée... simplemente fue así... Argentina es el hogar.         


4 comentarios:

  1. Es totalmente cierto ese sentimiento de pertenencia que también lo percibo yendo a Uruguay como si fuera cierta la afirmación que es nuestra 25ª provincia.
    Más si voy a Paraguay, vuelvo con la misma necesidad de contactarme con "el hogar".
    Misterios del alma, supongo.
    Un beso

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    1. Gracias, Oscar, por tus comentarios.
      Tenés razón... Misterios del alma.

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  2. Mc Donalds ya había puesto pie en el corazón de Salta hace muchos años, y le fue mal: las empanadas ganaron entonces y tuvo que irse, un caso único en el mundo creo. Había quedado relegado al shopping fuera del centro, pero este reintento me parece que no será tan vano. Siendo que la ciudad está creciento tanto, creo que esta intentona va a tener éxito. Maldito crecimiento urbano sin planificación de nuestras ciudades! Un saludo, la Instigadora

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    1. Gracias, Instigadora, por tus comentarios.
      Comparto plenamente tus apreciaciones.
      Aunque debiera estar acostumbrado, me sigue asombrando la propensión fálica del bípedo depredador por deglutirse la obra de sus antepasados.

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