No me asustan las denominaciones de origen y la reconvención al
uso, a veces indebido, que se hace de ellas en La Argentina. Salvo para el caso
del champán(1), y de alguna que otra cosita más, estoy de acuerdo en respetar
las limitaciones que esos nombres imponen. De modo que debemos decir que los
chorizos que hace con solvencia singular Eduardo Vilte en la ciudad de Salta,
están hechos “a la manera” de la famosa localidad castellana. Pero, como lo
cortés no quita lo valiente, tenemos que agregar que los prepara con una vuelta
de digna de un auténtico creador en la cocina.
Las imágenes, salvo indicación contraria, pertenecen a Felipe Alonso
Conocí Eduardo en las actividades que organizó Sala de Payogasta
en el primer fin de semana de mayo de 2015. El encuentro invitaba a los viajeros
a participar del cultivo, secado y molienda del pimentón y de la cocina de ese
producto. Ya escribí sobre la notable intervención de Eduardo en esos días.
Pero eso no fue todo.
En el fin de semana del 25 de mayo de 2015, tuvo
lugar Pueblo Abierto en el Departamento de Cachi. La actividad consistió en el
encuentro de renombrados cocineros de Buenos Aires con cocineros y productores
locales. En Sala de Payogasta, el sábado 24 de mayo, Fernando Trocca ofreció un
almuerzo para sesenta personas asistido por el equipo de cocina del hotel.
Eduardo Vilte y Carmen Ruíz de los Llanos participaron de la movida.
La imagen pertenece a Sala de Payogasta
En una
carta personal, muy emotiva, por cierto, me contó las impresiones de su
intervención. Les pido que presten atención a la descripción que hizo Eduardo:
“Querido
amigo!, este fin de semana pasado se realizó Pueblo Abierto. ¡Sin duda alguna,
quedará grabado en mi memoria por siempre! ¡La experiencia vivida fue tan
intensa que aún hoy me mantiene feliz! Haber estado colaborando al lado de
Fernando Trocca y que me haya indicado qué hacer... ¡Ah, maravilloso! Y, como
corolario, que se haya tomado un tiempo para probar productos que llevé y que
le hayan gustado, sus palabras fueron “¡mmm, están buenísimos!” Amigo, tuve que
armarme de valor para que la emoción no me embargue, jajajá. Después, también
ya con el coraje puesto, la oportunidad llegó de nuevo, ya que Germán
Martitegui me pregunta si no había algo para ir comiendo porque tenían hambre.
Jajajá, aproveché y le dije tengo chorizo de cerdo y cordero, mortadela de lomo
con hierbas y morcilla que elaboro artesanalmente. “¿Dónde?, me dice, traeme.”
Salí corriendo, le arme un plato tipo picadita con pan y se lo llevé a la mesa.
Grande fue mi sorpresa al ver que, junto a Germán, estaban Narda Lepes y Tato
Giovanini (bartender). Se los dejé y luego me llamaron para que les diga qué
era lo que habían comido. Después de explicarles todo, me dijeron “muy bueno lo
que hacés, gracias por compartirlo.” Ancho como bombacha 'e gaucho, me fui a
seguir con el armado de los platos de entrada.”(2)
Le pedí autorización a Eduardo para publicar su receta de
cantimpalo hecho con carne de cabra. Su generosidad dio consentimiento y aquí
está(3):
Cantimpalo
de cabra
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Fuente
(fecha)
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Eduardo Vilte (2015)
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Ingredientes
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Carnes:
Cabra magra: 60%.
Cerdo magra: 20%.
Tocino: 20%.
Condimentos por kg de carne:
Sal fina: 25 g.
Azúcar blanca: 5 g.
Pimentón dulce de Payogasta: 20 g.
Orégano: 2 g.
Ajo molido: 2 dientes.
Aditivos permitido por kg de carne:
Sal de cura: 3 g.
Estabilizante: 3 g.
Antioxidante: 3 g.
Glutamato Monosódico (GMS): 2 g.
Ligante: 30g.
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Preparación
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1.- Picar la carne con disco de 12 mm.
2.- Pesar y calcular condimentos y aditivos.
3.- Agregar a la masa de carne picada los condimentos y
aditivos, amasar para que se incorporen bien.
4.- Dejar la masa cubierta con film de PVC por 24 horas en la
heladera para evitar que las carnes se oxiden.
5.- Retirar de la heladera y volver a amasar. No agregar agua
a la farsa aunque esté muy seca.
6.- Embutir en tripa de recto de vaca de 45 a 55 cm. Atar los
extremos con hilo choricero. En uno de ellos, dejar un ojal para que el
chorizo pueda colgarse.
7.- Estufar a 25º C por 48 hs (ver “Comentarios”). Luego
estacionar en lugar adecuado (como si fuera un salame) por alrededor de 30 días.
Conservar como un salame.
8.- Después de estufar, y antes de estacionar , se realiza un
ahumado por 5 hs a 30º C (si se usa pimentón ahumado, no es necesario
ejecutar esta paso).
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Comentarios
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En
un correo-e de junio de 2015, Eduardo aclara los siguientes conceptos:
Estufado de las piezas:
“una vez embutido el producto, se coloca en una sala o habitación a la que
llamamos 'estacionador'. Allí se cuida que la humedad ambiente este en los
90% y la temperatura entre 25° a 30° C. Esto es para favorecer el crecimiento
de bacterias que van a conferir sabor y olor al producto, es un moho blanco
característico en los embutidos estacionados, como el salame por ejemplo.”
Estacionamiento de las piezas:
“El lugar adecuado es el mencionado 'estacionador'. En él, las condiciones de
humedad y temperatura deben ser controladas. Después del estufado, la
temperatura debe estar entre los 17° y los 20° C, no más, y la humedad no
debe ser mayor a 70% ni menor a 65%. Con mayor humedad, van a prevalecer
hongos que van a desmejorar el producto, moho verde o negro. Por el
contrario, si tenemos menos humedad, el producto se va a secar, poniéndose
duro. En ambos casos, obviamente, va a cambiar textura, color, olor, etc.”(4)
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Notas
y bibliografía:
(1) Hace poco más de medio siglo, Chandon se instaló en La
Argentina para aumentar su producción mundial de vino “champagne”. Entonces no
usó el nombre anodino de “vino espumoso”, ni el insultante “sparkling wine”. En
La Argentina se produce “champán” con las cepas y los métodos franceses desde
hace 80 años y creo que tenemos derecho a usar ese nombre.
(2) 2015, Vilte, Eduardo a Aiscurri, Mario, Correo-e, Salta 26 de
mayo.
(3) 2015, Vilte, Eduardo a Aiscurri, Mario, Correo-e, Salta 20 de
mayo.
(4) 2015, Vilte, Eduardo a Aiscurri, Mario, Correo-e, Salta 22 de
junio.
Mario querido!, me hiciste revivir con tu narración ese dia maravilloso!, muchas gracias amigo y de mas esta decirte que cuando este por La Linda me contactes, abrazo grande y hasta pronto.
ResponderEliminarGracias, Eduardo, por tus comentarios.
EliminarCuando vaya a Salta, sabré cómo encontrarte (Lamadrid 1220).