Dedico este artículo a un plato muy difundido
de la cocina argentina. He publicado recetas de distinta procedencia. Por
ejemplo, la receta que mi tía Mari preparaba en Dudignac (a 300 km de la Ciudad
de Buenos Aires). (1) También la de los que prepara Mora Sorsaburu en Moreno
(Provincia de Buenos Aires). En realidad, el centro es una receta de zucchinis
rellenos, pero con referencias precisas acerca de cómo replicarla con morrones.
Mora aprendió a hacer estas recetas de su suegra de origen libanés. Por tanto
se trata de una manera árabe de cocinar el plato, siendo la sazón la diferencia
más significativa. (2)
No me voy a detener más que unos pocos instantes
en cuestiones ajenas a la receta de doña Clara. Sólo diré que en las ciudades y
zonas rurales de las llanuras bonaerenses usamos indiscriminadamente las
expresiones “ají morrón” y “pimiento morrón” como sinónimos. En la región del
Noroeste Argentino, llaman pimiento al morrón y a todas las variedades dulces,
en tanto que denominan ají a las picantes. Es por eso que, cuando leemos una
receta de doña Petrona y la gran cocinera nacional nos dice que lleva ají,
debemos leer que lleva picante, aunque no mencione la especie.
Es probable que, como el gusto porteño y
bonaerense socialmente constituido excluyen el picante de entre las
preferencias culinarias, la diferenciación arribeña parece innecesaria en el lenguaje
cotidiano local. Tradicionalmente, para nosotros, un leve exceso en la pimienta
o en el especiado de un plato, es percibido como picante, aunque en realidad,
si hacemos mediciones de pico, no lo sea.
Esto ha ido cambiando en los últimos años en
algún sector de la sociedad que manifiesta una novedosa preferencia por el
picante. Pero, en este caso, el lenguaje no ha adoptado la denominación
regional argentina para establecer la diferencia, sino la nomenclatura asociada
a tendencias internacionales… para nosotros, un ají picante es un chile.
Ahora bien, volviendo a la receta de doña
Clara que Aldo ha venido practicando con cierta frecuencia, lo más interesante
es prestarle atención al relleno. (3) Es que la idea gastronómica es la misma,
pero el relleno, como en otros casos la sazón, hace a la diferencia que se pueden
registrar de casa en casa. En este caso, se trata de un relleno que excluye la
carne picada.
Anímese con esta receta, es sencilla.
Ajíes morrones rellenos |
|
Fuente (fecha) |
Aldo Barberis-Rusca (2022) |
Ingredientes |
Morrones cantidad necesaria hasta completar la capacidad de la
olla. Relleno: Granos de choclo enteros. Papa misma cantidad del peso del choclo. Queso semiduro a elección (pategrás, mar del plata, fontina,
etc.) misma cantidad del peso del choclo. Salsa: Cebolla. Morrones. Tomates. Aceite c/n. Sal a gusto. Pimienta. Pimentón. Ají molido. |
Preparación |
1.- Se cortan los ajíes de aprox. 7 cm a partir de la base. 2.- Sacar venas y
semillas. Usar lo que queda de los morrones en la salsa portuguesa. Relleno: 3.- Cortar la papa y el queso del tamaño de los granos de
choclo. 4.- Blanquear un poco los daditos de papa en agua con sal. 5.- Mezclar todo, cuando las papas están frías. 6.- Reservar. Salsa: 7.- Pelar la cebolla y quitarle las pepitas, las venas y el
cabo a lo que quedó de los morrones. 8.- Cortar las cebollas y los morrones en tiras. 9.- Sofreír cebollas y morrones hasta que estén tiernos, salar
y condimentar. 10.- Agregar el tomate y dejar cocinar hasta que el tomate
esté cocido y la salsa sea del gusto del cocinero. Armado y cocción 11.- Acomodar los
morrones parados sobre el fondo de la olla que se tomó de referencia, hasta
completarla. 12.- Rellenarlos con
el choclo, la papa y el queso sin apretar demasiado. 13.- Verter la
salsa sobre los ajíes cuidando que el jugo moje bien el relleno. 14.- Llevar a
fuego medio alto hasta que los ajíes estén tiernos, aproximadamente media
hora. 15.- Servir calientes. |
Comentarios |
1.-
El color de los morrones es a elección del cocinero. 2.-
La clave para establecer las cantidades de ingredientes son dos: 1) Calcular
la cantidad de morrones en función de la superficie del fondo de la olla
elegida para cocinarlos, tiene que entrar un poco ajustados, pero evitando
dañarlos y 2) La cantidad de salsa portuguesa debe ser abundante. Si falta,
es necesario agregar agua o caldo. Si sobra, se usan como salsa para los
fideos del día siguiente. 3.-
En cuanto al relleno, tres cuestiones: 1) Se calcula la cantidad en función
de los morrones que haya que rellenar, 2) los granos de choclo
pueden tener cualquier procedencia (conserva, congelado, etc.), pero tienen
que estar enteros y 3) debe llevar la misma cantidad de choclo, papa y queso,
como está indicado en la receta. 4.-
La salsa portuguesa debe estar bien líquida como para que pueda penetrar en
el relleno con facilidad. Se puede estirar con agua o caldo, si es necesario. 5.- Los morrones que usaba doña Clara
eran verdes, más pequeños que los actuales y con una pared más fina. 6.- El mejor acompañamiento es un puré
de papas. |
Aldo cuenta que hay una opción que consiste en hacerlos
al horno. Para ello, es necesario cortar los ajíes morrones longitudinalmente, retirando
venas y semillas pero dejando los cabos. Colocar sobre una asadera las mitades
de morrón con la abertura provocada por el corte hacia arriba. Rellenarlas y cubrir
con la salsa. Llevar la asadera a un horno precalentado medio alto hasta que
los morrones estén cocidos. Si se desea gratinar, cuando los morrones estén por
estar, agregar queso fresco o muzzarella y activar el gratinador, si el horno
cuenta con él, o, simplemente, devolver al horno unos minutos, si no se dispone
de él.
Notas y bibliografía:
(1) 20, Asicurri,
Mario, “Morrones rellenos de la tía Mari”, en El Recopilador de sabores entrañables, leído el 5 de marzo de 2022
en https://elrecopiladordesabores.blogspot.com/2014/05/morrones-rellenos-de-la-tia-mari.html
(2) 2021, Asicurri,
Mario, “Meshe de zucchinis (Cusa mejshi)”, en El Recopilador de sabores entrañables, leído el 5 de marzo de 2022
en https://elrecopiladordesabores.blogspot.com/2021/08/meshe-de-zucchinis-cusa-mejshi.html.
(3) 2022 de
Barberis-Rusca, Aldo a Aiscurri, Mario, adjunto al correo-e del 10 de febrero.
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