Las provincias del nordeste argentino han sido campo propicio para el desarrollo de colonias y
emprendimientos individuales de inmigrantes mayoritariamente europeos de las
más diversas procedencias, razas y religiones. Con ellos vinieron sus comidas
que, en principio, tuvieron poca difusión en Buenos Aires. Suizos, alemanes,
polacos, ucranianos… judíos, católicos, ortodoxos, cristianos reformados… y
mucho más se afincaron en la tierra guaraní.
Referencia de las imágenes (4), salvo indicación en contrario
Con el correr del tiempo,
el desconocimiento porteño sobre la cocina de estas colectividades de
inmigrantes fue menguando. Ya distinguimos, por ejemplo, algunas recetas de la
cocina judía askenazí, es decir, de la Europa Centro Oriental. Entre ellas, voy
a tomar el caso de los varéniques, una pasta con forma de empanada rellena de
puré de papas. Esta pasta tiene una versión polaca cristiana, los pieroguis,
que incluyen panceta, en el relleno o en la salsa que acompaña estas
empanaditas hervidas.
Los puristas dirán, y
seguramente tendrán razón, que se trata de dos recetas bien distintas, que no
alcanza con establecer esas diferencias para distinguirlas. Es muy probable que
yo no alcance diferencias sutiles; pero dejaré mi aprendizaje para otra ocasión.
Es que lo que me interesa en este artículo es subrayar en el proceso de
acriollamiento, es decir, como esas recetas se fueron transformando de muchos
modos en la tierra que los recibió. Se me dirá que, al concentrarme en una
receta, no podré llegar conclusiones generales, que una golondrina no hace
verano; pero respondo que, en esta recopilación, sumaré varias recetas que
sufrieron, y disfrutaron, el acriollamiento, configurando una auténtica cocina
neo criolla.
¡Ah! Pero si ya había empezado
con eso cuando publiqué un receta de varéniques bajo el sorprendente nombre de
empandas polaquitas. Sí claro, mi amiga Fernanda Mina me pasó una receta con
historia familiar en la que los varéniques aparecían como guarnición para el
asado en la Provincia de Tucumán (pueden conocer la historia en este enlace). Ya
estoy en condiciones de afirmar que estos hechos no resultan aislados.
Es la hora de
presentarles una receta de varéniques que no lleva relleno de papas, sino de
mandioca. La encontré en el libro Sabores con Sapucay. La comparo, como
siempre que puedo, con una receta de Patricia Zacarías; aunque Patricia no da una receta
de varéniques, sino de pieroguis. (1) Lo cual no me sorprende. Recuerdo haber
dada un curso en la ciudad de Oberá… ¡Qué extraordinaria cantidad de iglesias y
templos de diferentes confesiones vi en una ciudad de esas dimensiones… 30
templos para 60000 habitantes!
La receta de este artículo pertenece a Catalina
Balanda quien la aprendió de su abuela en la localidad de Gobernador Virasoro,
Provincia de Corrientes. Pero antes de ir a cocinar veamos que nos dice Margarita
Zdanovicz, también vecina de Virasoro:
“A partir de 1947, más o
menos, llega la Colonización a Corrientes y la que hay en Colonia Unión
Municipio de Virasoro, es una zona muy particular en la provincia, casi todos
hijos, nietos y bisnietos de polacos y ucranianos.
”Cuando se festejaba un
bautismo o un casamiento, por decir algo en lo social, estaban todos invitados;
los más allegados siempre fueron los responsables de preparar la fiesta que
duraba varios días, por lo tanto carneaban un novillo o un cerdo gordo o
algunas gallinas, luego asaban todo y lo guardaban en la grasa de cerdo que
preparaban lo hacían en tambores y tinajas (en aquel entonces no había
refrigeradores), y de ahí las sabias abuelas, que de chicas sabían preparar muchas
comidas y recetas traídas de la lejana Europa, cocinaban para estas ocasiones.
Había que preparar mucho para festejar el evento, hacían comidas saladas y
dulces, la bebida era vino casero, o compraban en barriles caña o aguardiente,
principalmente traída del Brasil ya que estamos cerca de la frontera. Las
gaseosas no existían o no estaban a su alcance de comprar, sí preparaban
riquísimos jugos de fruta de estación.
”Las comidas que aún se cocinan en nuestras casas,
además de otras incorporaciones que a través de la integración social y el
modernismo se practican, son muchas, tantas saladas como dulces. Les puedo
nombrar algunas saladas como holopchi (o niños envueltos), varéniquis
(originalmente de papa) o piroguis (son como ravioles de ricota, de papa o de
repollo con sardinas), entre otras recetas.” (2)
La imagen pertenece a Patricia Zacarías
Ahora sí, a la receta:
Varéniqui
de mandioca
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Fuente
(fecha)
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Catalina Balanda (2018)
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Ingredientes
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Para 8 porciones:
1 kg de mandioca.
1 kg de harina 0000.
1 cebolla.
2 dientes de ajo.
½ l de crema de leche.
1 mazo de cebolla de verdeo.
Agua (cantidad necesaria).
Sal y pimienta (cantidad necesaria)
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Preparación
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Varéniques:
1.- Poner en forma de corona la harina, sal y agua a
temperatura ambiente hasta lograr una masa tierna.
2.- Hervir la mandioca y hacer un puré.
3.- Rehogar la cebolla, el ajo y parte de la cebollita de
verdeo.
4.- Luego mezclar con el puré, salar y condimentar con
pimienta.
5.- Estirar la masa y cortar círculos de 2 cm de alto.
6.- Colocar el puré y cerrar como una empanada.
7.- Poner a hervir el agua con sal. Cuando rompe el hervor,
introducir los veréniquis y cuando estén flotando, retirarlos con un colador.
Salsa:
8.- Rehogar, en un poco de aceite, el resto de la cebollita de
verdeo y condimentar con sal y pimienta.
9.- Retirar del fuego y agregar la crema de leche.
Servicio:
10.- Colocar la pasta en una fuente y echarle la salsa encima.
Servir caliente.
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Apostillas con la receta
de Patricia Zacarías
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1.- Los pieroguis de Patricia tienen
un relleno tradicional: papa, cebolla y queso. La salsa agrega panceta
ahumada a la crema.
2.- Patricia prefiere una masa al
huevo.
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Comentarios
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1.- No se entiende la dimensión de los círculos. Esos “2 cm de
alto” ¿refieren al radio? Muy probablemente, pero aun así son demasiado
pequeños. ¿No se referirá a la corona que quedará después de agregar el
relleno?
2.- Nadie nos informa acerca del reemplazo de la papa por la
mandioca en esta receta. De modo que no tengo manera de saber, si se trata de
un problema de accesibilidad al producto o de mero gusto personal de quienes
operaron la transformación… o de ambas cosas.
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Patricia
nos cuenta esto sobre los pieroguis que hacía su abuela polaca:
“Mi plato favorito en
todo el planeta son los Pieroguis que me preparaba mi abuela Florentina. Tengo
un vívido recuerdo de llegar a su casa, saludarla y ella con mucho cariño
susurrarme al oído: "En la heladera ya sabes..." y yo corría a
encontrarme con mis sabrosos pieroguis.
”Mi abuela siempre los
preparaba de buen tamaño como las empanadas; y de salsa simple de cebollas
salteadas y salsa de tomate. Siempreee acompañado de crema de leche.
”Sin dudas eran únicos, más porque los
ingredientes eran frescos y, tanto la crema como la ricota, las preparaba mi
abuela con la leche que ordeñaba a "Overa" una de las tantas vacas
que temíamos en nuestra infancia, por su gran tamaño.” (3)
Notas
y bibliografía:
(1)
2015, Zacarías, Patricia,
“Reutilizar: Pieroguis de papa”, en PatriciaZacariasMChef, leído el 14 de febrero
de 2018 en http://patriciazacariasmchef.blogspot.com.ar/2016/06/reutilizar-pieroguis-de-papa.html?m=1.
(2) 2010(c), Presidencia de la
Nación, Ministerio de Desarrollo Social, Sabores con sapucay, Gamarra,
María Liliana, Proyecto Recetarios Regionales, leído en https://www.desarrollosocial.gob.ar/wp-content/uploads/2015/05/11-Sabores-con-Sapucay1.pdf
el 14 de febrero de 2018, pag. 20-21.
(3) 2015, Zacarías,
Patricia, Cit.
(4) 2010(c), Presidencia de la
Nación. Cit., pp 18 y 21.
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