Los había invitado a reconocer el
entorno de la Feria. Les había hablado del monumento El Resero de Emilio
Sarguinet... sí, sí, el mismo que a mediados de los años sesenta aparecía en la
moneda de diez pesos (se pueden conseguir souvenires en la Feria que tienen
este cospel como pieza destacada)... Ese monumento encierra en su oquedad
algunos debates desatados por el andar pasuco del caballo retratado... Vale
recorrer estas discusiones porque nos dejan en claro algunos signos importantes
de la identidad del barrio...
I He
ido a la Feria de Mataderos el 13 de abril de 2014. Intento enfrentarme
nuevamente con el monumento al Resero del escultor argentino Emilio Sarguinet.
Cuesta porque está casi oculto detrás de las estructuras, decididamente feas,
del estrado que sirve de escenario para las actividades artísticas de la
Feria.
Las imágenes pertenecen al autor
¿Desde cuándo está ese monumento en Mataderos? Sabemos por Orlando
W. Falco que para realizar la obra encargada por la Municipalidad de Buenos
Aires, el escultor tomo apuntes en la estancia “El Cardal” que pertenecía a
Emilio Solanet, ubicada cerca de la ciudad de Ayacucho en la Provincia de
Buenos Aires. La obra estuvo terminada a mediados de 1932. Por entonces recibió
los elogios de Manuel Güiraldes (padre de Ricardo) que había sido presidente de
la Sociedad Rural Argentina y era un reconocido experto en caballos, prendas y
aperos criollos.
A fines de ese año la obra fue emplazada en la vereda del Palais
de Glace, frente a la Dirección Nacional de Bellas Artes en el barrio porteño
de La Recoleta (Posadas 1725). La obra permaneció allí durante más de un año y
medio en exhibición hasta que fue instalada en la Recova del Mercado Nacional
de Haciendas, es decir, en su emplazamiento actual.
Algunos autores sostuvieron que esa esquina de La Recoleta era el
destino fijado por la Municipalidad para emplazar la escultura y que fue
trasladada al barrio de Mataderos debido a la iniciativa del concejal
socialista Fernando Ghio, dueño, por entonces, del bar Oviedo(1). Falco no
comparte la idea y sostiene que el destino fijado por el Gobierno Municipal era
el actual. Se basa en una declaración del mismo Sarguinet publicada en la
revista Sintonía “...ocasionalmente está en el aristocrático barrio
/.../ ya que su definitiva ubicación será en los Mataderos Municipales y
Frigorífico Modelo por ser el destino para el que fue encargada...”(2)
En relación con las
características de la obra, Orlando W. Falco transcribe esta opinión del
crítico de arte José León Pagano:
“...El
pingo de este resero reúne, por el contrario, las características del caballo
criollo captadas por Sarguinet con evidente justeza. Si por un lado ello reduce
la monumentalidad del grupo ecuestre, por el otro atiende a su carácter
representativo. Esto importaba. Dígase lo propio del jinete. No cabe
confundirlo con el poblador de regiones indeterminadas. Con el resero vemos su
ambiente, el de nuestras llanuras cuya vasta quietud pone tenso el espíritu en
el mirar distante del gaucho...”(3)
II En
una visita anterior a la Feria, me puse a contemplar el monumento, no era la
primera vez, claro está. Lo miré con detenimiento y algo me llamó la atención.
Hay algo extraño en esa figura; pero como ignoraba de qué se trataba, realicé
algunas indagaciones.
Claro,
es la manera de andar del caballo lo que me llamó la atención... se trata de un
caballo pasuco. Pero ¿qué es un caballo pasuco? Se trata de un ejemplar equino
que tiene un modo especial de andar. ¿Sólo eso?
Buscando
información en la Internet, encontré una
definición que me dejo conforme a pesar de la desconfianza que informa mis
búsquedas por ese medio en temas cuyo conocimiento me resulta ajeno. Ignoro
quién es el autor, ignoro su solvencia en la materia, ignoro la seriedad del
sitio en que encontré el texto; pero me pareció muy interesante como punto de
partida. No sabía en ese momento el debate que este escrito provocaría...
Tampoco tenía demasiada conciencia acerca del debate existente en torno del
monumento. La definición reza:
“Caballo que en lugar de trotar con sus extremidades en diagonal,
lo hace con la misma pata y la misma mano. Son populares en América,
Inglaterra, Australia e Irlanda. Los caballos pasucos no galopan, y tienen un
paso particular que los aventaja en las carreras de trote, son más veloces y
rompen menos el aire. Existen caballos pasucos de nacimiento y a otros les
enseñan esa marcha con fines deportivos, o para usarlos en paseos, desfiles y,
hasta hace poco tiempo, en pisaderos de barro.”(4)
Según la compulsa de opiniones que hice,
la definición sólo acierta con el modo de andar del caballo pasuco que
concuerda con el caballo del monumento al Resero. Pero este acierto no alcanza
para tener en claro la verosimilitud realista de la escultura. ¿Por qué? En
principio, porque los caballos de andar pasuco parecen ser una rareza en las
llanuras argentinas. Además, habría que ver si esta condición favorece o
entorpece las tareas de los reseros.
En
relación con este tema, Daniel Balmaceda sostiene que Sarguinet construyó una
imagen real del resero. Veamos como lo dice:
“El escultor tuvo en cuenta que los reseros acostumbraban
usar los pasucos, que mueven la mano y la pata del mismo lado para que
su andar sea más reposado y eso le permite al jinete viajar descansado y hasta
dormir mientras marcha.”(5)
Parece concluyente y, sin embargo... En
una charla personal, mi amigo Pedro Gómez de la Fuente que posee conocimientos
confiables en temas de caballos, me transmite otra imagen sobre el caballo
pasuco que luego sistematiza en un correo-e de su autoría. Pedro me explica que
el caballo pasuco se parece al caballo de paso peruano. El caballo peruano,
sostiene, es pasuco por naturaleza, es decir, nace con esa forma de andar.
El acierto de estas palabras podemos
encontrarlo en la maravillosa definición que canta Chabuca Granda sobre este
animal elegante y garboso. Escuchemos: “Tú mi tierra que eres blanda, le diste
ese extraño andar / enseñándole el amblar del paso llano gateado; / siente como
le quitaste durezas del bere-bere / que allá en su tierra de origen, arenas le
hacían daño.”(6)
Pedro afirma que se trata de un caballo
con grandes aptitudes para andar en las montañas y que, por eso, en la
Provincia de Salta se crían caballos de paso peruano (muchos de ellos no nacen
pasucos y deben ser adiestrados para ello).
Pedro afirma que no es verdad que los
caballos de paso peruano no galopen, sólo es que lo hacen mal. Tampoco es
exacto que tengan mejores capacidades que los pura sangre en las carreras de
trotadores. Sí comparte la idea del andar reposado de estos caballos que lo
hacía apropiados para las personas mayores. Finalmente, le parece disparatada
la idea de que se adiestren, o se hayan adiestrado, caballos pasucos para los
pisaderos de barro necesarios para fabricar ladrillos... “es muy costoso
entrenarlos, nadie se tomaría ese trabajo en un caballo cualquiera para ponerlo
luego en un pisadero que es trabajo de animales de descarte”(7).
En
su opinión, el escultor Sarguinet incurre en una confusión, tal vez por su
ignorancia en materia de caballos. En la llanura, donde los reseros realizaban sus tareas de arreo, no se podían
usar caballos pasucos porque en determinados momentos se requiere que el animal
galope sin dificultad. Por eso se utilizaban caballos criollos (de galope
corto, aliento largo e instinto fiel (8)).
En
un sentido diverso, Orlando W. Falco afirma, en su libro El Resero, la
historia de una estatua, que el caballo que sirvió de modelo al escultor se
llamaba Huemul que era utilizado por la hija del estanciero Solanet cuando era
niña. El modelo del resero era un
paisano conocido como “El cuñao Cabañas”, peón de una estancia vecina a la ya
mencionada El Cardal(9).
Ahora
que estuve nuevamente en la Feria de Mataderos, fui al Museo. Allí me encontré
con Orlando Falco y le pedí su opinión sobre la frecuencia del uso de los
caballos pasucos por parte de los reseros. Sin subrayar si se trata o no de una
preferencia, Orlando sostiene que el caballo pasuco era usado por los reseros.
Me explica que los arreos que se hacían a principios del siglo XX suponían un
andar muy calmo y tranquilo para evitar que los bovinos perdieran demasiado
peso en su traslado. En el marco de ese estilo de trabajo, el caballo pasuco es
perfectamente útil como el resto de los animales que usaban los reseros(10).
III El
día 31 de agosto de 2014, volví a la
Feria. Esta vez sí, pude recorrer los
puestos que ofrecen quesos y embutidos. Muchos de ellos también ofrecen pan
casero.
Los productos que se venden en estos
puestos son originarios de ciudades y pueblos de la Provincia de Buenos Aires
ubicados en un radio de 150 km del Centro de la Ciudad de Buenos aires.
Aunque en la Feria, se encuentran
embutidos de carne de cerdo, jabalí y ciervo y fiambres encurtidos,
principalmente bondiolas; predominan aquéllos que ofrecen salame quintero de la
ciudad de Mercedes. A propósito, aún no entiendo bien por qué la producción de
esta artesanía no se ha constituido como una denominación de origen controlada.
Las características de estos productos están bastante reguladas en las
prácticas. De hecho, en septiembre suele realizarse, ininterrumpidamente desde
1975, la Fiesta Nacional del Salame Quintero en la que se premian los mejores
exponentes de la especialidad. El jurado es severo y suele comparar las
muestras habilitadas con un deber ser constituido en la experiencia de años de
producción y consumo. Este deber ser puede exponerse en una norma que, aceptada
por los artesanos, se constituya en
garantía de calidad e identidad cuando el producto se vende fuera de la ciudad.
¿Por qué no dar ese paso?
Por su parte, los quesos suelen ser
auténticamente artesanales, casi ninguno sigue un patrón o una receta definida
que asegure su filiación a un determinado tipo. Salvo a aquéllos pocos que
declaran seguirla (por ejemplo, alguna especie de mozzarella), se los puede
denominar simplemente “quesos criollos”, sin que esto los constituya en una
identidad claramente diferenciada. No quita que sean sabrosos y que uno
encuentre en ellos un sabor familiar. Son quesos enjundiosos, hechos con cariño
y vocación innovadora que hace que los productores les busquen la vuelta para
saborizarlos y hacerlos más atractivos.
La verdad es que hacer una picada con
estos embutidos y estos quesos, y con otras conservas de las que hablaré en
otro artículo, es un placentero festín
grávido de criollidad bonaerense. Pero la celebración está incompleta porque el
problema está en el pan. En los puestos de queso o embutidos puede comprarse un
pan que, salvo la honrosa excepción del
puesto del señor Ricardo Zunino, consiste en una hogaza ajena a la tradición
bonaerense. Se lo vende como pan artesanal. Algunos hablan incluso de pan de campo sin prestar
atención al que es el genuino pan de campo pampeano, la galleta de piso,
también llamada galleta de campo.
Debemos rescatar esta galleta que, sin
haber sido desacreditada aparece como ignorada por los consumidores de pan.
Éste es un producto verdaderamente apreciable por su gusto y textura tan
particulares. Se merece que le prestemos más atención y que también busquemos
identificarlo con una denominación de origen. Tiene la forma de un par de
lóbulos que parecen inflados. Efectivamente, en algún sentido, lo están. Se
caracteriza por tener mucha corteza y poca miga (ideal para los que descartan
esta parte en los panes blancos que habitualmente consumimos). Tiene además una
gran capacidad para mantenerse en buen estado por mucho tiempo.
Compré
algunos productos que voy a mencionar no porque sean los mejores de la Feria,
sino porque son los que me parecieron mejores entre todos los que probé.
En el puesto de fiambres y quesos
artesanales del señor Ricardo Zunino (residente de la ciudad de Mercedes) no
sólo compré salames quinteros, sino también unos deliciosos chorizos secos
hechos con carnes de jabalí, unos, y otros con carne de ciervo. Don Ricardo
asegura que estas carnes provienen de cacería en cotos autorizados y no de
criaderos. También ofrece quesos y panes que, por supuesto no fabrica él. Entre
los panes que ofrece puede uno llevarse una galleta de piso hecha en la misma
ciudad de Mercedes y que Zunino vende para que tengamos todo lo necesario para
una buena picada. Pero su oferta no termina allí, me dio a probar un queso de
chancho de su producción que me hizo acordar al que preparaba mi abuela
Agustina hace 50 años en el Partido de 9 de Julio.
Compré unos quesos en el puesto de
“Sabores Argentinos”. Se trata de un micro emprendimiento familiar de la ciudad
de General Rodríguez. Usan leche de oveja y vaca, por eso dicen que sus quesos
son “blends”, producida y pasteurizada en los tambos de la “Cabaña Montenegro”
del Partido de Cañuelas. Me dieron a probar chorizos secos que estaban muy
buenos, aunque le faltaban un par de semanas de estacionamiento (de todos modos
no hay problema en ello, esta espera puede hacerse en casa si uno dispone de un
lugar fresco y aireado). Allí compré uno de sus “blends” saborizado con orégano
y probé otro, muy rico, por cierto, saborizado con ají molido.
Lo dicho, es bueno ir a la Feria de
Mataderos, comprar estos productos y armarse la picadita en casa... Uno se
siente así que está en una pulpería de la Provincia de Buenos Aires.
Notas
y referencias:
(1) 1998, Vecchio Ofelio, Recorriendo
Mataderos, Buenos Aires, edición del autor, Tomo II, pag. 148.
(2) 2010, Falco, Orlando W., leído el 2
de abril de 2014 en http://orlandowfalco.blogspot.com.ar/2010/05/el-resero.html.
(3) Ídem.
(4)
Leído en http://exonario.blogspot.com.ar/2007/07/pasuco.html, el 25 de marzo de 2014
(5) Leído en http://blogs.lanacion.com.ar/historia-argentina/historia/el-resero-de-recoleta-y-mataderos/ , el 28 de marzo de 2014.
(6) Granda Larco, Isabel “Chabuca”,
“José Antonio” leído en http://www.criollosperuanos.com/letradecanciones/joseantonio.htm, el 27 de marzo de 2014.
(7) 2014, Pedro Gómez de la Fuente a
Mario Aiscurri, correo-e del 1° de abril de 2014.
(8) Roldán, Belisario, “Caballito
criollo”, leído el 27 de marzo de 2014 en http://www.tangoletras.com.ar/letra-de-caballito-criollo-poema-1233.
(9) 2011, Parise, Eduardo , “El caballo
que camina distinto”, leído el 28 de marzo de 2014 en http://www.clarin.com/ciudades/caballo-camina-distinto_0_523747690.html. Entrevista
con Orlando Falco del 13 de abril de 2014.
(10)
Entrevista con Orlando Falco del 13 de abril de 2014.
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