La
receta es muy sencilla, pero tiene una infinidad de variantes. La
evoco en la que hacía mi tío Alfonso que la preparaba
invariablemente en la casa de mi infancia para las fiestas. Se
trataba de un trabajo ímprobo porque tenía que satisfacer las
necesidades de cuatro comidas con un promedio de veinte comensales
que esperaban este postre fresco que, a su vez, debía estar
refrigerado. Su receta llevaba frutas frescas (básicamente manzanas,
peras bananas y naranjas), azúcar y nueces.
La
receta de Alfonso no llevaba alcohol, pero hay otras versiones que sí
lo llevan y que, en algunos casos, llevan la denominación de
clericó. He visto dos casos en que en esta preparación se procuraba
una fermentación de la uva. Tanto el cura Carlos Bustos (detenido
desaparecido de la dictadura), en la Villa 15, en 1973, como el
suboficial Medina, infante de marina en el Apostadero Naval de Buenos
Aires, donde cumplí con el servicio militar obligatorio en 1976, la
preparaban de un mismo modo, a saber: el 24 de diciembre por la
mañana limpiaban bien el balde que usaban para el lavado de los
pisos, cortaban y ponían las frutas en él y le agregaban vino tinto
de damajuana casi hasta cubrirlas, luego llevaban el balde al sol.
Por la noche la servían lo más refrescada que podían según los
recursos disponibles (no eran los mismos en la villa que en el
cuartel de la Armada, claro está). Es necesario aclarar que ambos
habían nacido y se habían criado en La Argentina interior.
La
receta que presento es una elaboración propia basada en la tradición
familiar y mi gusto personal.
Ensalada de frutas
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Fuente (fecha)
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Personal (2013)
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Ingredientes
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3
bananas.
2
manzanas.
4
naranjas.
2
peras.
150 g
de nueces peladas.
4
ciruelas.
½
ananá.
100 g.
de cerezas.
3
duraznos maduros.
Azúcar
a gusto.
Jugo de naranja, si es necesario.
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Preparación
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1.- Cortar lar bananas en rodajas finas.
2.- Pelar y cortar las manzanas, el ananá, el
durazno y las peras en daditos de 1 cm, deben descartarse semillas
y carozos. En el caso del ananá debe desacatarse el centro.
3.- Cortar las ciruelas, sin pelar, en mitades o
cuartos, descartar los carozos.
4.- Quitar los cabitos de las cerezas, van enteras.
5.- Pelar las naranjas, quitarles los hollejos
blancos, separar los gajos, cortarlos por la mitad y quitarles las
semillas visibles.
6.- Colocar las frutas cortadas en un bol o una
ensaladera grande, empezando por las naranjas para evitar la
oxidación de las otras frutas (si es necesario, se puede agregar
un chorrito de limón a las bananas, manzanas y peras en el
momento de cortarlas).
7.- Agregar las nueces picadas en trozos grandes y el
azúcar a gusto.
8.- Después de mezclar todo, si es necesario se
agrega jugo de naranja recién exprimido. El líquido debe estar
casi a la altura de la fruta. Llevar a la heladera para servirla
fría.
9.- Es conveniente preparar la ensalada el día
anterior a su consumo y conservarla tapada en la heladera. En este
caso, es oportuno esperar hasta el momento de servirla para
agregarle el jugo de naranja
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¡¡¡ QUÉ RECUERDO LA ENSALADA DEL TÍO !!!
ResponderEliminarNunca encontré nada igual.
El tamaño de los trozos de fruta, la cantidad de azúcar, el volumen del jugo de naranja, la olla amarilla . . . ¡¡¡ TODO ERA PERFECTO !!!
Gracias, Oscar, por tus comentarios.
EliminarSí, sí, la ensalada de frutas del tío Alfonso era inigualable.