Lucio
V. Mansilla (1831-1913), militar y escritor argentino, es reconocido
como uno de los mayores exponente de la llamada Generación del 80.
Entre sus obras más importantes de encuentra Una
excursión a los indios ranqueles,
donde expuso las experiencias obtenidas en la expedición que llevó
adelante en 1867 bajo directivas del Gobieno Nacional. La técnica
utilizada para relatarlas es el estilo espistolar. Efectivamente, los
capítulos tienen la forma de cartas dirigidas a un amigo, Santiago
Arcos; pero sólo se representa en él un destinatario retórico, un
recurso para justificar el estilo.
El
fragmento representa una sencilla pintura del fogón en una
expedición militar en las noches camperas.(1)
“El
fogón es la delicia del pobre soldado, después de la fatiga.
Alrededor de sus resplandores desaparecen las jerarquías militares.
Jefes superiores y oficiales subalternos conversan fraternalmente y
ríen a sus anchas. Y hasta los asistentes que cocinan el puchero y
el asado, y los que ceban el mate, meten, de vez en cuando, su
cuchara en la charla general, apoyando o contradiciendo alguna
agudeza o alguna patochada.
“Cuando
Calixto Oyarzábal, mi asistente, dejó la palabra, con sentimiento
de los que le escuchaban, pues es un pillo de siete suelas, capaz de
hacer reír a carcajadas a un inglés, pidiéronme mis circunstantes
mi cuentito.
“Yo
estaba de buen humor, así fue, que después de dirigirle algunas
bromas a Calixto, que con su aire de zonzo estudiado, ha hecho ya una
revolución en las provincias, para que veas lo que es el país, tomé
a mi turno la palabra.”
Notas y bibliografía:
(1)
Mansilla; Lucio V.; Una
Excursión a los Indios Ranqueles;
Cap. V, 3°
edición, Juan A. Alsina editor, Buenos Aires, 1890, leído el 9 de
setiembre de 2011 en Proyecto Biblioteca Digital Argentina
http://www.biblioteca.clarin.com/pbda/cronicas/ranqueles/ranqueles_00indice.html.
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