Los
textos que se exponen a continuación fueron tomados del libro Vida y Costumbres en El Plata de Emilio
Daireaux que publicó Felix Lajouane en 1888. (1) (2) El ejemplar que consulté
pertenece a la primera edición en castellano (hubo una anterior en idioma
francés). La obra se compone de dos tomos. El primero lleva el título “La
sociedad argentina” y el segundo, “Industrias y productos”. El Prefacio
contiene sendas cartas de Bartolomé Mitre y Julio Argentino Roca con opiniones
y comentarios sobre la edición francesa.
Emilio Honorio Daireaux nació en Río de Janerio en
1846 y falleció en París en 1916. Se recibió de abogado en la capital francesa
y revalidó su título en Buenos Aires, donde ejerció la profesión durante más de
10 años. El autor afirma que el libro fue escrito para los países extranjeros
con la finalidad de dar a conocer La República Argentina en ellos. Por su
parte, la dedicatoria reza: “A mis hijos. Para darles a conocer y hacerles amar
el país de su madre, donde nacieron”. El autor se radicó en Francia con su
familia a fines del siglo XIX, aunque conservó propiedades en la Provincia de
Buenos Aires cerca de la ciudad que lleva su nombre. Algunos de sus hijos se
afincaron en La Argentina, administrando esos bienes.
Los fragmentos que se transcriben a continuación
pertenecen al segundo tomo. El autor sostiene las ventajas sociales del consumo
del mate en el Río de la Plata, abandonan prejuicios que durante siglos
asociaban el arte de cebar a la vida indolente. Desde el punto de vista
higiénico y terapéutico, Emilio Daireaux sostiene una serie de afirmaciones
acerca dela ventajas del mate que se basan más en observaciones personales que
en fundamentos sanitarios. Todas ellas resultan, sin embargo, atendibles. Termina
ensayando acerca de que el mate es la solución para combatir el alcoholismo en
la clase trabajadora rural francesa.
Ventajas
sociales y sanitarias del mate
“Desde el punto de vista social, higiénico y
terapéutico también es recomendable la yerba.
”Su uso durante tres siglos en todas las
regiones de América del Sud, basta para demostrar los felices efectos sobre la
sociabilidad de este país. En la llanura pampeana, donde es la regla el
aislamiento, en los vastos países donde, sin ser tan absoluto, es frecuente, el
mate ha sido siempre el mejor compañero, el sostén por excelencia del
trabajador ó del pastor aislado. Con poco gasto le da una dulce excitación que
no tiene ninguno de los inconvenientes del alcohol. Siempre se ha preparado
fácilmente: ha bastado para esto dejar en la casa cerca del fuego del rescoldo,
que jamás se apaga, un cacharro que no tiene otra aplicación, para encontrar
siempre lista la bebida, preparada una poca de alegría, un reconfortante, y si
le sorprende un huésped, con qué obsequiarlo dignamente.
”La afición del aislado por esta bebida le crea
costumbres caseras y del hogar. Nada tan triste y tan degradante como beber,
solo, bebidas alcohólicas; el borracho mismo no se lo perdona… á su vecino, se
avergüenza si á ello se abandona ó entrega. Es otra cosa beber una infusión
caliente, cerca de un hogar que constituye una compaña, que llena la casa de un
alegre resplandor. Si es verdad que allí donde hay un hogar existe un embrión
de sociedad, también puede decirse que allí donde ha penetrado el mate se
encuentra un ser sociable, se forma una sociedad.
”Del punto de vista higiénico y terapéutico no
son menores las ventajas.
”Una de las más preciosas es su acción sobre el
aparato locomotor y sobre la potencia dinámica. Cítanse numerosos ejemplos,
fáciles de comprobar.
”El habitante de la pampa, gaucho ó extranjero,
que tiene á su disposición, en abundancia, la alimentación por excelencia, la
carne de vaca, que la usa abundantemente, no recurre á ella, y esto es notable,
en los momentos en que parecería que le es más necesaria. En la época de la
hierra, por ejemplo, y de las fatigas de que es ocasión, cuando se trata de
marcar a mil ó dos mil terneros ó de contramarcar otros tantos bueyes, vacas ó
toros, el gaucho pasa todo el día en el trabajo desde el alba, al sol, hasta la
noche, sin alimentarse de otra manera que tomando, tan á menudo como puede,
infusiones de yerba. Ella sostiene su buen humor y su actividad evitándole el
cansancio. El labrador extranjero que trabaja á pie, hace como él, y se
encuentra como transformado bajo esta influencia. Los ejércitos de campaña
demuestran, por numerosos ejemplos, la excelente influencia del mate sobre la
moral y el físico del soldado, hasta el punto que se dice como un axioma: ‘Sin
mate no hay soldados’.
”¿Cómo pues no desear que un producto que
representa todas estas ventajas entre pronto en nuestros hábitos? Traería á la
manera de vivir y de alimentarse de nuestros trabajadores excelentes
modificaciones, desarrollando en ellos las fuerzas que el alcohol quebranta,
llevando á la grosera y pesada alimentación del habitante del campo un nuevo
elemento, á bajo precio, un sostén de sus fuerzas, un estimulante para sus
monótonos trabajos, un compañero de sus veladas
”Añadamos que la yerba produce, en el sistema
nervioso, una excitación alegre, sin fatiga, sosegada, origen de sueños, de
ilusiones, de esperanzas que por el momento velarán la tristeza del destino.
”Puesto que debemos amar la vida ¿debemos
rechazar los velos que la naturaleza nos brinda para ocultarnos perspectivas
que desalientan? Aunque la yerba mate no trajera otro beneficio, éste bastaría
para justificar cuanto de ella hemos dicho.” (3)
Notas y Bibliografía:
(1) Prestigioso
editor francés que publicaría, entre otras obra el libro Cocina Ecléctica de Juana Manuela Gorriti que vio la estampa en
1891.
(2) 1888,
Daireaux, Emilio, Vida y Costumbres en el
Plata, Buenos Aires, Feliz Lajouane.
(3)
Ídem, tomo II, pp. 413-414.
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