En mi infancia no
existían las tartas. ¿No existían? Sí, claro algunas de mis tías y mi abuela
solían preparar tarta pasqualina con acelga. Pero para ello, había que amasar.
No recuerdo si tía Maruca la hacía. Pero sí recuerdo que solía adoptar los
productos de la industria que enriquecían su cocina. Recuerdo que, por ejemplo, adquirió, sin ningún
prejuicio, la Pastalinda para hacer sus famosos tallarines. De modo que,
seguramente en el momento que aparecieron las tapas industriales, debió empezar
a usarlas.
Hasta entonces, sólo se las
podían conseguir mediante el amasado personal, como acabo de decir, o adquiriéndolas
en las fábricas de pastas que fueron apareciendo en todos los barrios de la
ciudad. Pero cuando la industria alimentaria comenzó a producirlas en escala, irrumpieron,
en bolsas de plástico, en el almacén del barrio, primero, y en los supermercado,
luego. Este producto revolucionó la cocina hogareña, multiplicando las
posibilidades de la arrinconada pasqualina.
Muchas amas de casa de la
generación de tía Maruca aprovecharon el
producto que se les ofrecía; pero la novedad no era aplicable a todos
los casos. La pasqualina se prepara tradicionalmente con masa similar a la de
las tapas de las empanadas, de modo que en este caso estas tapas podían ser
utilizadas perfectamente. Pero cierta tradición de tartas exige un tipo de masa
quebrada que nada tiene que ver con ellas.
De todos modos, aunque la
masa quebrada no era ajena a esa generación de amas de casa (ellas estaban familiarizadas
con versiones dulces de este tipo de masa, como era el caso de la pasta
frolla); el dilema parece no haberlas amedrentado. Podían preparar, sin ningún
prejuicio, desde una quiche lorraine o hasta una tarta de zapallitos argentinos
con los productos de Fargo y La Salteña.
Decía que mi tía Maruca
adoptaba las novedades industriales que enriquecían su cocina, o al menos la
facilitaban, de modo que debió usar estas tapas para hacer las tartas que mi
prima Haydée recuerda como una de sus preparaciones habituales.
Sin embargo, entre sus
papeles aparecen estas recetas de masa:
Masa
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Fuente
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Tía Maruca
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Ingredientes
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Masa de tarta:
Harina: 200g.
Sal.
Levadura: 1 “cucharada copetona”.
Agua: 125cc.
Aceite: 2 cucharadas.
Masa de tarta arenada:
Harina: 250 g.
Huevos: 1.
Yema de huevo: 1.
Manteca; 100g.
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Preparación
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Masa de tarta:
1.- Unir, en un perol la harina, la levadura y la sal.
2.- Hacer un hueco y agregar el agua y el aceite. Unir.
3.- Volcar sobre la mesada. Estirar la masa.
4.- Forrar el molde de tarta. Dejar que leve.
5.- Rellenar y hornear.
Masa de tarta arenada:
No indica el
procedimiento, se limita a listar los ingredientes.
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Comentarios
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1.- La receta de masa de tarta está incluida en la de la tarta
de choclo, cuyo título lleva.
2.- La de tarta arenada no tiene título, pero sobre el final se
lee “(masa tarta)”, así, entre paréntesis.
3.-
Si bien no indica el procedimiento para esta última, imagino que tía Maruca
usaría su experiencia en la preparación de pasta frolla.
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Haydée
recordaba que su madre hacía empanadas y tartas de humita y que para ello usaba
salsa blanca. Precisamente, como ya he dicho en otra parte, en el libro de doña
Petrona de tía Maruca, estaba marcada la receta de salsa blanca, lo que guarda
coherencia con la preparación de la humita usando esta salsa francesa.
En rigor, la humita no la lleva; pero para hacer
empanadas de humita es necesario, agregarle la salsa para que queden enteras
con la cocción. La combinación surge de una creación magistral de doña Petrona,
los canelones de humita. La gran cocinera nacional tomó la idea de esta pasta
semi abierta atribuida a Gioachino Rossini, argentinizándola de manera notable.
Fue allí donde propuso el relleno de humita con salsa blanca. (1)
En vano, busqué la receta de tarta de humita de tía
Maruca. Sin embargo, encontré una de tarta de choclo (de donde tomé la receta
de la masa para la tapa que publiqué arriba). De modo que me limitaré a esta
receta.
Relleno de choclo
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Fuente
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Tía Maruca
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Ingredientes
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Cebollas: 2.
Harina: 1 cucharada.
Leche: un poco.
Choclos picados: 1 lata.
Yemas de huevo: 2.
Sal.
Aceite.
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Preparación
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1.- Rehogar la cebolla picada en una sartén.
2.- Agregar la harina y mezclar hasta que se integre.
3.- Agregar la leche y cocinar un poco.
4.- Agregar el choclo y las yemas.
5.- Rellenar la tarta (una tapa de tarta dispuesta sobre una
asadera comprada o usando la receta publicada arriba arriba).
6.- Hornear.
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Comentarios
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1.- A diferencia de algunas recetas más escuetas que, como ya he
explicado en otra parte, se limitan a la lista de ingrediente; ésta incluye
la secuencia de acciones a realizar, aunque sin demasiadas especificaciones
técnicas (v. g., nada dice acerca de temperatura del horno y del tiempo de
cocción).
2.- En el mismo sentido, agregué, de mi cosecha personal, el
aceite y la sal como ingredientes fundamentales o algún detalles, como el de
mezclar la harina hasta que se integre.
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Hurgando
en los papeles de tía Maruca encontré otras recetas de tartas que me parecieron
interesantes. Rescato dos versiones de su tarta de berenjenas (relleno
preferido de mi tía, según los recuerdos de Haydée).
Tarta de berenjenas
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Fuente
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Tía Maruca
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Ingredientes
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Versión 1:
Cebolla: 1 ó 2.
Berenjenas: ½ kg.
Tomate: poco.
Queso mantecoso: ¼ (¿?)
Versión 2:
Cebolla: 1.
Berenjenas: ½ kg.
Ajo: 1 diente.
Pan mojado en leche.
Queso rallado: a gusto.
Huevos: 1.
Tapas de tarta: 1 (paquete).
Crema: 1 chorro (opcional).
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Preparación
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Versión 1:
1.- Freír cebolla.
2.- Agregar berenjenas, apenas hervidas y cortadas en dados,
tomate, condimentos y queso fresco.
Versión 2:
1.-
Pelar las berenjenas y cortarlas en cubitos.
2.-
Llevarlas a una sartén con un poco de aceite y cocinarlas tapadas a fuego
medio.
3.-
Agregar la cebolla cortada chiquita y el diente de ajo entero.
4.-
Revolver cada tanto y no ponerle sal hasta último momento. Antes de agregar
la sal hay que probarlas y agregarla en poca cantidad.
5.-
Cuando casi estén cocidas, retirar el ajo. Agregar el pan mojado en leche y,
si es del gusto, el chorro de crema, el queso rallado y el huevo para unir.
6.-
Colocar en un molde enmantecado una de las tapas, pasar la preparación
anterior y colocar la segunda tapa encima.
7.-
Hacer el repulgue y pinchar (la superficie) para que no se infle.
8.-
Cocinar en un horno mediano por unos 40’.
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Comentarios
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Versión 1:
1.- La redacción es lacónica, como si
sólo se tratara de una ayuda memoria para no olvidar algún ingrediente o
saltear un paso. La redacción es sintética que no indica la cantidad de queso
mantecoso que se necesita.
Versión 2:
2.- La redacción es mucho más precisa,
indicando qué hacer en cada paso.
General:
3.- Las recetas defieren en detalles
significativos: la primera lleva queso mantecoso y tomates; la segunda, pan
mojado en leche y huevo.
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La letra de la Versión 2 no es de tía Maruca. Haydée me cuenta que es de una
amiga. Ocurrió que, conversando sobre temas de cocina, ambas descubrieron que
hacían la misma tarta de un modo muy diferente. Mi tía le pidió la receta y su
amiga se la entregó en una hoja ya escrita de su puño y letra. Por lo que mi
prima sabe, esta copia es muy reciente, de hace tres o cuatro años, no más. El
hecho tiene un dato revelador: la vocación permanente de mi Maruca por seguir
aprendiendo en la cocina… un ejemplo para todos nosotros.
Los invito a preparar estas recetas y a disfrutarlas.
Notas
y bibliografía:
(1) 1958, Gandulfo, Petrona C. de, El libro
de doña Petrona, Buenos Aires, edición 52° (1° edición de 1934), pag. 155.
Hace algunos días, Mariana Frega me mandó estos correos electrónicos:
ResponderEliminar"Hola Mario, el recorte en el diario (receta berenjenas) es de Blanca Cota." (5 de junio de 2020)
y
"Mario el título las berenjenas de mi infancia....es de Blanca Cotta. Ella escribió siempre para Clarín. En sus revistas y también en el diario. Tiene una forma muy particular....escribe con onomatopeyas (glup). Para la fecha del recorte habrá que buscar con paciencia..."
Gracias, Mariana, por tus aportes.