Por
Alexis Choclin
Un
choque cultural
Publicado
el 4 de febrero de 2015
en Buena Morfa Social Club
en Buena Morfa Social Club
En mi
primer viaje solo a New York, cuando nacían los 90, comenzó la
controversia que me llevó a poner en Facebook hace un par de años
que mi religión es carnívoro y mi visión política es
políticamente incorrecto y no vegetariano. Me fuí por varias
semanas y si bien había alquilado un estudio con cocina para poder
cocinar, la primera semana la pasé en el albergue juvenil de la
avenida Amsterdam, en el Upper West Side. Dormía en una habitación
comunal y tenia una cocina muy grande completa con varios anafes,
menaje adecuado y las mesas para comer.
Referencia de la imagen en (a)
Luego de
comer Hot Dogs, Gyros y otras cosas en la calle por un par de días,
me pico el bicho de cocinar, y cuando pica, pica con ganas. A la
vuelta nomás sobre Broadway, había un pequeño supermercado chino,
bien surtido, compré medio kilo de un bien marmolado Ribeye,
girgolas, papines, manteca, meat stock, pimienta negra y sal kosher y
me fui frotandome las manos y tocando mi nariz, tics que tengo cuando
no me puedo aguantar las ganas de algo. Dejé todo bien anotado en la
heladera comunal y me fui a mi locker donde había guardada una
botella de vino de la Isla de Madeira, que había comprado
previamente para cocinar y beber de a pequeños tragos cuando tuviera
el estudio que había alquilado.
Volví a
la cocina, que estaba completa de Europeos, la mayoría mujeres,
comiendo frugalmente, arroz, frutas y cereales. Saqué las cosas de
la heladera para que tomen temperatura ambiente, lavé los papines y
busqué las sartenes, olla, pinzas y cubiertos que necesitaba, y
comencé por abrir el glorioso Madeira y poner a fuego muy suave un
cuarto de la botella a reducir, saqué el enorme bife crudo a orear,
y me senté cerca a leer un rato mientras el fuego hacia lo suyo.
En
seguida noté miradas, los hombres olían y buscaban de donde salia
el olor, las mujeres fruncían el ceño ante la visión de la carne
cruda sobre la mesada. Cuando la reducción llegó al 50%, me levanté
y coloque´una sartén a fuego fuerte y una generosa cantidad de
manteca bien amarilla, pronto la cocina comedor se llenó de olor a
materia grasa y las miradas se dirigían hacia mi de manera
acusadora.
Puse las papas cortadas al medio a fuego medio, agregué apenas un poco de fondo, de carne, industrial, a la reducción de madeira y puse la otra sartén al fuego mas vivo, y agregue otra enorme cantidad de manteca a la misma. Cuando me di cuenta, tres personas estaban paradas cerca mio mirando, y una media docena sentadas que me miraban también.
Puse las papas cortadas al medio a fuego medio, agregué apenas un poco de fondo, de carne, industrial, a la reducción de madeira y puse la otra sartén al fuego mas vivo, y agregue otra enorme cantidad de manteca a la misma. Cuando me di cuenta, tres personas estaban paradas cerca mio mirando, y una media docena sentadas que me miraban también.
Puse la
carne en la sartén y enseguida el lugar se llenó de un increíble
olor, para sorpresa de todos, grata para pocos y molesta para muchos,
por el tono me di cuenta que había protestas, en algún trabado
idioma que desconozco hablaban mal de mi o de mis hábitos
alimenticios. Seguí al galope y puse las girgolas en la sartén con
las papas que ya se doraban, puse una generosa cantidad de pimienta
negra que el envase de McCormick molía en el instante y cuando se
doraron, di vuelta la carne, que a falta de horno para terminar, iba
a estar bleu o bleu sin opciones, aunque no me voy a quejar,
igualmente lo como bleu. Cuando estuvo dorado agregue un poco de vino
y lo flambeé.
Saqué
las papas y hongos del fuego y unos minutos después dejé el ribeye
en un plato en reposo, agregué el fondo de la sartén a la salsa
agregué manteca a la misma, ya fuera del fuego y batí con un
tenedor con entusiasmo mientras se fundía con el vino y el fondo,
cuando logré el color y textura sedosa que quería, la llevé a un
plato coloque una cantidad en el fondo del mismo, sobre la salsa
coloque´el bife, molí la sal kosher sobre él y muchísima pimienta
negra, a un lado dispuse las papas y las girgolas. Sin levantar la
cabeza, tomé los cubiertos, la botella de madeira, y llevé el plato
a la mesa.
Cuando
me senté escuché un aplauso y muchas voces enojadas. La verdad no
entendía la situación. Quien me aplaudía era un muchacho Japonés
de mi edad que se sentó a mi lado. Le pregunté que pasaba y el me
dijo, palabras mas o menos, Dont worry about them, its the political
correct crowd, I´ve been here for 3 weeks and its the first time a
person cooks and eat like a human being. Would you share some? I have
red wine.
Un
origen y un futuro deseado
Publicada
el 3 de abril de 2015
en Buena Morfa Social Club
en Buena Morfa Social Club
Si mi
vieja viviera hoy sería un día muy especial. Ella no me dejaría
cocinar, pero si tendría que llegar temprano a su casa, a las 16 y
30, sacar la vajilla Danesa, de su familia que de allí llegó, sacar
la cristalería, repasarla, agrandar las mesas y ponerlas bonitas,
pulir los candelabros de plata y la cubertería y poner los manteles
blancos de lino, dejar kipot en la mesa principal, la bandeja para la
matzá, la copa de plata para el Kiddush y las hagadot en cada lugar,
mientras ella y mi viejo cocinan. Al finalizar con las mesas para
toda la familia, incluyendo, cubiertos para pescado, para carne, para
sopa y para postre.tendría que hacer una salmuera con sal marina, y
ponerla en un cuenco en cada mesa, y en un pequeño cuenco al lado de
cada plato y finalmente hacer el plato ritual del seder, un plato
redondo con un lugar para cada alimento.
Primero
haría el Jaroset , mezcla de miel, manzana rallada y nueces, que
representa el cemento de las piedras del destruido templo, la
argamasa que nos mantiene unidos. Luego quemaría un huevo duro con
cascara, beitzá, que representa el sacrificio ritual en el Templo de
Jerusalém. También quemaría un cogote de pollo o un hueso pequeño
de cordero con carne, Zroah, que representa el sacrificio ritual de
Pesaj, luego agregaría Maror, en el lugar correspondiente, una
hierba amarga que representa la amargura de la esclavitud y el
exilio, en mi casa familiar se usaba unas rebanadas de Jrein sin
condimentar, rábano picante. Luego Jezeret en su lugar del plato,
Lechuga amarga, por la misma razón que el Maror. Y al final Karpas,
en mi casa, perejil, que se mojaba en la salmuera, la amargura y las
lagrimas. Llevaría el plato a la mesa, increíblemente feliz de
cumplir con la tradición a pesar de ser ateo. Lo dejaría en la mesa
y luego me tocaría pelar tres o cuatro docenas de huevos duros,
armar la bandeja de verduras amargas, apio, rabanitos, cebollas de
verdeo, llevarlas a la mesa, poner el matzá en su lugar, esconder el
afikoman para los niños de la familia y luego esperar a que la
familia llegue. Nos iríamos sentando a la mesa, y temprano, a las 19
horas, Mi mamá prendería las velas y empezaría el Seder, que
significa orden.
El
hombre mayor de la familia, nos invitaría a tomar las hagadot, libro
que nos guiá en el ritual de Pesaj, y el diría el kiddush de Pesaj,
la bendición y luego el menor de la familia, preguntaría, Ma
Nishtaná, Por que es diferente esta noche de las demas noches? Luego
seguirían bendiciones, preguntas e historias, canciones como Daienu,
que significa con eso nos hubiera bastado, Ejad Mi Iodea, uno es
quien lo sabe, o Had gadio, un cabrito. Se dejaría la puerta de casa
abierta para que el profeta Elias pueda pasar a tomar su copa de
vino. El objetivo, pasar la historia de la libertad, trasmitir la
tradición de generación en generación e invitarnos a encontrarnos
el año próximo en Jerusalem. Luego pasaríamos la copa de vino
entre todos, y romperíamos la Matzá un pedazo cada uno, y luego
comeríamos los huevos, mojados en salmuera dos veces, los mismo que
las verduras amargas. Mi mamá serviría el Gefilte Fish, con jrein
dulce, con remolacha para algunos o con jrein blanco, picante que
pega en la nuca para otros. Luego vendría la sopa de gallina con
Kneidalaj, pequeñas bolitas de masa hechas con huevo y matza molida.
Luego vendría el puchero, el puré de zapallo, batata, zanahoria y
papa con caracú y caldo, el pechito con mostaza Colman y la gallina
y luego de la maratón, comeríamos el jaroset, el leicaj kosher le
pesaj, hecho con matze moil (matze molida) y algún helado,
generalmente de Saverio, el favorito de mi mamá. Al final los niños
de la familia buscarían el Afikomam, matzá escondida en algún
lado, y que generalmente conlleva algún premio o regalo, y luego nos
sentaríamos todos a tomar café, charlar y estar juntos en familia,
con amor. Esto es lo que haría si yo pudiera, es lo que hice por
años, por mas que soy Ateo, es parte de mi vida, de mi tradición
familiar y popular, es parte de mi y es el amor. Algún dia, con paz,
lo volveré a hacer yo, con mis hijos, con mis amigos, por que está
noche es diferente de las otras noches, por que esta noche festejamos
la libertad, por que esclavos fuimos y nunca más.(2)
Publicado
el 9 de abril de 2015 en
Buena Morfa Social Club
Buena Morfa Social Club
Me senté
en el restaurant chino de la 2nd Avenue en Sutton Place, solo. El
restaurant estaba en una casa, de esas tan características de
Manhattan, y no era el típico restaurant chino de los 90, este era
pequeño, pulcro, minimalista, austero y elegante. Me lo había
recomendado un cocinero que conocí haciendo un curso cuando dije que
quería comer Pato "Pekines". Llamé el día anterior para
reservar y para, tal como me fue recomendado, avisar que es lo que
pediría de cenar. Me vestí casi formal para ir a comer solo,
pantalones de lino color tabaco, camisa blanca de mangas cortas y
saco azul oscuro de lino. No era un restaurant a puertas cerradas,
simplemente era un restaurant discreto, solo unos anagramas chinos y
los calcos de Visa, Discovery y Amex indicaban que allí había un
restaurant. En el vestíbulo de la casa estaba la recepción, donde
un señor bajito y muy flaco me recibió con un welcome Mister Alexis
y me llevó a la mesa para uno.
Decía
entonces que me senté a las 19 horas y esperé a que me traigan el
menú, sin embargo me trajeron un vaso con vino de arroz bien frío y
un plato con 5 diferentes dim sum y 5 pequeños cuencos con 5
diferentes salsas en cuales mojar cada dim sum, si mi memoria no
falla, había uno de langostinos, otro de cerdo y maní, alguno de un
tipo de repollo fermentado. No me trajeron cubiertos, directamente
Kua zi, asumiendo que debería saber como usarlos, por suerte aprendí
de chico y disfrute cada uno de los dim sum con sus maridajes. Luego
el camarero, se acercó y me preguntó si bebería Vino o Cerveza con
el Pato, y le dije que por favor decidiera el que era lo mas
adecuado, Me trajo una Sapporo Japonesa, y luego en un carrito un
Pato laqueado entero, los utensilios para trinchar, un cuenco con
salsa Hoisin, un cuenco con cebollas de verdeo en juliana y una gran
cantidad de "tortillas" de harina de arroz. Me sirvió la
cerveza, y luego con mucha destreza trinchó el pato en pequeños
trozos, juntó el jugo, y armó los rollos, con la salsa hoisin, las
cebollas, el pato y sus jugos, armó un plato enorme y yo comí una
docena fácilmente antes de decir basta. Todavía quedaban una docena
mas de rollos de pato, pero no me preocupe por el desperdicio, todo
era ridículamente barato y pagaría el futuro. Unos minutos después
me trajeron Té y un plato con frutillas y arándanos caramelizados.
Una vez
que finalicé mi cena, pedí la cuenta y luego de abonar, me trajeron
cuatro cajas de take out muy hermosas y modernas, de cartón duro y
alambre con los rollos de pato que habían sobrado. Le dije al
camarero que no tenia donde guardarlo ya que estaba en un hotel. Me
dijo con serenidad que no se pondrían mal de una noche al día
siguiente y que los lleve al Central Park y los coma allí fríos,
que sabrían fantástico y que yo me vería muy cool comiéndolos.
Usó esas palabras exactas.
Al
mediodía siguiente, allí me encontraba yo, siguiendo la sabiduría
oriental, tirado en el pasto, vestido muy elegante, con anteojos
negros, tomando una Snapple de té con mango helada y comiendo la
mejor comida ¿China? de mi vida.(3)
Notas
y Referencias:
(1)
Leído el 9 de abril de 2014 en
https://www.facebook.com/groups/290663407620192/permalink/915516438468216/.
(2)
Leído el 9 de abril de 2014 en
https://www.facebook.com/groups/290663407620192/permalink/950560481630478/.
(3)
Leído el 9 de abril de 2014 en
https://www.facebook.com/groups/290663407620192/permalink/953992014620658/.
(a)
Leído el 20 de mayo en
http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Central_Park_New_York_City_New_York_23_cropped.jpg
Un maestro para la cocina y un maestro de la narrativa (me hizo llorar con la descripción del Pesaj). Gracias!
ResponderEliminarJorgelina
Gracias, Jogelina, por su comentario.
EliminarLo transmitiré al autor.