Esta receta de José Fernández
Erro es tan contundente como sencilla y me animo a prepararla sin más
datos que los que trae el soneto. Sin embargo, me pregunto si, habría
que agregar algunos datos. Por ejemplo, si lleva otros ingredientes,
habría que hacerlo... o, tal vez, no. Si no los lleva, me parece que
es una receta perfecta.
Referencia de la imagen en (a)
José
despeja mi duda y confirma mi presunción: “Las
setas a la plancha, así de simples, las comí en el Asador Telésforo
de Zarautz. Norje Lala es el pseudónimo de un amigo bilbaíno del
foro de poesía con quien compartimos interesantes conversaciones
sobe las setas de los bosques vascos”(1)
Setas
a la plancha
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Fuente
(fecha)
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Cocinetos
de José Fernández Erro (2004)(2)
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Ingredientes
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Setas.
Ajo.
Aceite.
Sal.
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Preparación
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A
Norje Lala
En
Zarautz fue mi cita con las setas.
La
plancha enterneció la carne tierna
y
el ajo puso notas indiscretas
de
cocina racial y sempiterna.
La
más elemental de las recetas
llegó
a su perfección en la taberna:
Adentro
conservaban sus secretas
texturas
femeninas de entrepierna
y
afuera eran doradas, impudicia
de
mozas regresando de la playa
con
el sol atrapado entre los pechos.
Guardo
de aquellas setas la caricia,
la
intimidad umbrosa que da el haya
y
el velo de la lluvia y los helechos.
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Comentarios
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Una
regla he seguido en la transcripción de los cocinetos: agregar un
listado de ingrediente que se extraen del mismo poema. Cuando he
reproducido las recetas en mi cocina, he agregado adicionalmente
la medida de los mismos... si no, las dejo a la imaginación y
experiencia del cocinero lector.
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Ahora le toca al cocinero
sensible lograr que los hongos lleven la textura de la entrepierna de
su mujer y dorado del sol sobre sus pechos.
Notas
y bibliografía:
(1)
2014, de José Fernández Erro a Mario Aiscurri, correo-e del 14 de
junio.
(2)
2004, Fernández Erro, José, Una
mesa es un camino,
Talavera de la Reina, Antonio del Camino, con prólogo de Antonio del
Camino, pag. 22.
(a)
Leído en http://www.costavasca.org/poi/detalle/111-asador-telesforo,
el 23 de mayo de 2015
Así las preparo, sólo sumaría una pizca de pimienta... es perfecta
ResponderEliminarGracias, Héctor, por tus comentarios.
EliminarEs fácil conseguir "afuera eran doradas, impudicia de mozas regresando de la playa con el sol atrapado entre los pechos." Pero ¿cómo se consigue que adentro conserven "sus secretas texturas femeninas de entrepierna"?