sábado, 7 de septiembre de 2013

Milanesas de surubí

Cuando Martín Brandli va de pesca, disfruta de la aventura gastronómica que acompaña a la otra: buscar el lugar adecuado, colocar los implementos (cañas y brazoladas) y esperar pacientemente. Luego, cuando se obtiene una pieza de interés, se cocina. Martín tiene gustos muy personales. Tiene una decidida preferencia por el surubí que se puede comer en milanesas o a la plancha con aceite de oliva, queso provolone y ajo.
Considera que el lujo mayor, cuando se pesca es preparar empanadas y milanesas de surubí. Ya sabemos que con gusto se privaría de ellas por un tiempo, si los gobiernos implicados establecieran una veda y protegieran al surubí como hicieron con el dorado en su momento.
En cuanto a las milanesas de surubí, debemos tratarlas simplemente como si fueran milanesas de carne vacuna. Sin embargo, hay que prestar atención al corte de la carne del pescado. Martín considera que estas milanesas sólo se pueden comer fritas, que no son adecuadas para el horno como pueden hacerse con las milanesas y supremas de pollo. 
Milanesas de surubí
Fuente (fecha)
Martín Brandli (2012)
Ingredientes
1 surubí.
2 huevos.
Harina c/n.
Pan rallado c/n.
1 diente de ajo.
1 ramillete pequeño de perejil.
Leche c/n (opcional).
Sal.
Pimienta.
Aceite para freír.
Preparación
1.- Limpiar, eviscerar y filetear el surubí. Quitar la piel. Cortar cada filete al sesgo de modo que queden unas postas de unos 12 cm de largo y de grosor parejo.
2.- Salar las postas y rebozarlas a la inglesa, pasándolas por leche (opcional), harina (sacudir el exceso), huevo batido (al que se le ha incorporado sal, una cucharada de aceite de oliva y el ajo y perejil picado) y pan rallado, en ese orden. El pan rallado debe cubrir toda la superficie húmeda (es conveniente darle una palmaditas para que quede bien adherido,  hay que tener cuidado para no dañar la carne, y luego quitar el exceso de pan).
3.- Si se desea un segundo rebozado, se agrega un poco de la leche sobrante o de agua al huevo batido y se lo vuelve a batir. Las milanesas ya rebozadas se pasan una vez más por huevo y pan rallado, siguiendo el procedimiento previsto para este último paso en punto 2.
4.- Conservar las milanesas rebozadas en la heladera por lo menos por media hora.
5.- Freír las milanesas en abundante aceite de oliva muy caliente hasta que estén doradas por ambos lados. Reservarlas en un plato o fuentes sobre papel absorbente.
Notas y referencias:
(1) Correo-e de Martín Brandli del 21 de marzo de 2012.


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