Cuando Martín Brandli va de pesca, disfruta de la aventura
gastronómica que acompaña a la otra: buscar el lugar adecuado, colocar los
implementos (cañas y brazoladas) y esperar pacientemente. Luego, cuando se
obtiene una pieza de interés, se cocina. Martín tiene gustos muy personales.
Tiene una decidida preferencia por el surubí que se puede comer en milanesas o
a la plancha con aceite de oliva, queso provolone y ajo.
Considera que el lujo mayor, cuando se pesca es preparar empanadas
y milanesas de surubí. Ya sabemos que con gusto se privaría de ellas por un
tiempo, si los gobiernos implicados establecieran una veda y protegieran al
surubí como hicieron con el dorado en su momento.
En cuanto a las milanesas de surubí, debemos tratarlas simplemente
como si fueran milanesas de carne vacuna. Sin embargo, hay que prestar atención
al corte de la carne del pescado. Martín considera que estas milanesas sólo se
pueden comer fritas, que no son adecuadas para el horno como pueden hacerse con
las milanesas y supremas de pollo.
Milanesas
de surubí
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Fuente
(fecha)
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Martín Brandli (2012)
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Ingredientes
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1 surubí.
2 huevos.
Harina
c/n.
Pan
rallado c/n.
1 diente
de ajo.
1
ramillete pequeño de perejil.
Leche c/n
(opcional).
Sal.
Pimienta.
Aceite
para freír.
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Preparación
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1.- Limpiar, eviscerar y filetear el surubí. Quitar la piel.
Cortar cada filete al sesgo de modo que queden unas postas de unos 12 cm de
largo y de grosor parejo.
2.- Salar las postas y rebozarlas a la inglesa, pasándolas por
leche (opcional), harina (sacudir el exceso), huevo batido (al que se le ha
incorporado sal, una cucharada de aceite de oliva y el ajo y perejil picado)
y pan rallado, en ese orden. El pan rallado debe cubrir toda la superficie
húmeda (es conveniente darle una palmaditas para que quede bien
adherido, hay que tener cuidado para
no dañar la carne, y luego quitar el exceso de pan).
3.- Si se desea un segundo rebozado, se agrega un poco de la
leche sobrante o de agua al huevo batido y se lo vuelve a batir. Las
milanesas ya rebozadas se pasan una vez más por huevo y pan rallado,
siguiendo el procedimiento previsto para este último paso en punto 2.
4.- Conservar las milanesas rebozadas en la heladera por lo
menos por media hora.
5.- Freír las milanesas en abundante aceite de oliva muy
caliente hasta que estén doradas por ambos lados. Reservarlas en un plato o
fuentes sobre papel absorbente.
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Notas
y referencias:
(1) Correo-e de Martín Brandli del 21 de marzo de 2012.
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