Las croquetas que preparó mi tía, La Caracola, en Igea eran sutiles
y apetitosas. La vi manipular los ingredientes en la cocina y me pareció un
plato de escasa complejidad por lo que me animé a pedirle la receta. Fue
explicándome paso por paso. Primero cortar la cebolla, muy chiquitita. La tía
no usaba tabla. Sostenía el cuchillo en la mano derecha y la cebolla en la
izquierda. Iba picando sobre la mano y, a medida que lograba el tamaño
adecuado, volcaba el resultado en la cacerola en donde el aceite ya se había
calentado. Luego agregaba el jamón crudo. La descripción del tipo de jamón que
incluyó en el listado de ingredientes es ciertamente graciosa. No tiene que ser
muy apretadito (de esa expresión infiero que la receta va mejor con prosciuto
que con ibérico). Cuando el jamón está
algo transparente, se agrega la harina y se revuelve para que no se formen
grumos. Finalmente viene el turno de la leche y la sazón.
Todo muy sencillo, como se ve. Intenté prepararlas un par de veces
en Buenos Aires. Tuve algunas dificultades con la fritura; pero yo creí que me
había equivocado con la receta. La llamé por teléfono y le volví a preguntar la
receta. La respuesta fue bastante graciosa porque me la ratificó paso por paso
sin modificar nada, sólo que usó otros términos. Fue así que, cuando llegó al paso en que estaba explicando el proceso de
cocción con la leche, me dice de pronto “entonces terminas la bechamel”. En ese
momento le pregunto desorientado “¿cómo bechamel? ¿no le ponés manteca?”…
“Bueno, si quieres, sí”, me dijo como diciendo, “si eso te da seguridad,
hazlo”. A partir de esa charla le
agrego manteca a la preparación bajo su estricta autorización.
Si llegó hasta aquí, es porque le interesa el tema. Encuentre el
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Gracias.
Descubrí en un curso que hice en el Colegio de Cocineros Gato
Dumas con Ezequiel Pardo Argerich que mi falla, en los intentos iniciales, no
estaba en la preparación de la masa, sino en mi insolvencia con el manejo de la
técnica de cocción de esta fritura. La versión que incluyo de Borja Blázquez
coincide con las recomendaciones de Ezequiel y representan una variante en
ingredientes y técnicas dignas de ser tenidas en cuenta.
¡Cómo me gustaría tener esa capacidad que tenía la tía Carmen para
cocinar con las manos, sin necesidad de reflexionar sobre las técnicas! Ella
preparaba el relleno al que denominaba bechamel, sin seguir las recetas de la
academia... Por supuesto que ahora me salen bien, pero el resultado que ella
obtenía era formidable.
Croquetas de la Caracola
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Fuente (fecha)
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Mi tía la Caracola de Igea (2007)
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Ingredientes
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150 g de jamón crudo (que no sea muy apretado porque si no queda
muy seco).
6
cucharadas de harina.
½ cebolla.
Aceite de oliva.
1 litro de leche.
Sal.
Huevo.
Pan rayado
Ajo y perejil.
Aceite de maíz para freír.
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Preparación
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1.-
Rehogar la cebolla picada, agregando el jamón para que se transparente algo.
2.- Agregar la harina y
remover hasta que esté integrada.
3.-
Agregar la leche de a poco y remover para que no se formen grumos.
4.-
Salar y detener la cocción cuando la consistencia todavía es espesa y ya no
tiene gusto a harina cruda.
5.-
Dejar unas horas en la heladera.
6.-
Armar choricitos de 5 ó 6 cm de largo por 2 cm de diámetro.
7.-
Empanarlos a la inglesa, pasándolos por harina, huevo (con ajo y perejil
picados), pan rallado.
8.-
Freír en aceite de maíz o girasol muy caliente, cuidando de sacar los restos
sólidos entre tanda y tanda.
9.- Escurrir en papel de
cocina y servir calientes.
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Ajuste personal
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Le agrego manteca en el paso (2) para completar la formación del
roux.
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Comentarios
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Trucos de Borja Blázquez (Programa
“Del Mediterráneo”, en la señal El Gourmet (2009-junio)):
1.- No le puso cebolla y
le agregó queso manchego rayado.
2.- Para hacer el roux,
primero trasparentó el jamón con la manteca y luego agregó la harina.
3.- Para hacer la salsa
bechamel: agregó la leche hirviendo en dos momentos (le agregó la nuez
moscada a la leche mientras la calentaba). Removió con un batidor de alambre.
Hirvió la preparación por diez minutos.
4.- Enfrió la preparación
sobre una placa (primero al natural y después en la heladera). Le puso
separadores de freazer, haciendo contacto con la masa para que no se
endurezca la superficie.
5.-
Para darle forma y empanar a la inglesa (harina, huevo y pan rallado, en ese
orden), la amasó un poquito con la finalidad de quitarle el aire.
6.- Creo que es necesario
volver a enfriar las croquetas antes de freírlas en aceite muy caliente. No
es necesario que estén sumergidas en aceite en el proceso de fritura.
7.-
Proporciones para el roux: 50 g de manteca, 50 g de jamón crudo y una taza de
harina (no tengo las equivalencias, pero creo que deben ser como 75 g).
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Hola Mario...mucho tema en esta receta que además de traer recuerdos de mi madre, me doy cuenta que, en general, las mujeres pensamos de forma más integral,con mayor flexbilidad, intuición e imaginación. Mientras que los hombres(generalmente) piensan de forma más lineal y analítico, en el sentido de buscar la explicación o respuesta de cada decisión,con menos intuición.Esto no es ni mejor ni peor,es diferente.
ResponderEliminarEn mujeres de la generación de mi madre(mi generación lo ha ido perdiendo y la de mi hija menos aún)tenían que dar "rico y alimenticio" con poco y así resultaban esas recetas echas con mínimos ingredientes y extraordinarias...
pero con esas mujeres nunca han usado los calificativos de "chef,gstronomía,culinaria,restauración"...
ellas conocían elogios asi: "que rico,"está de rechupete",pa chuparse los deos" o el genial"toi que reviento" ....hora es, que la nova cuisine,la cocina moderna,la gastronomía,reconozca en nuestras abuelas ese saber intuitivo que tiene mas que ver con los sentimientos que con la quimica o la apariencia....¡¡LOA A NUESTRAS ABUELAS Y MADRES!!
Un abrazo Mario y gracias por estas crónicas del fogón.
Gracias, Tere, por tus comentarios.
EliminarCoincido plenamente con ellos. Durante milenos las mujeres han aprendido a cocinar en comunión intergeneracional (abuelas, hijas y nietas en convivencia) y los hombres nos sentábamos a la mesa sólo a disfrutar. Esto quizás explique la diferencia que señalás en tus notas.
Mario, la tía tiene razón y no necesitás manteca si tiene aceite pero además, no tuviste en cuenta la grasa del jamón, vos mismo hacés la aclaración. Se me ocurre que la tía usa jamón con grasa, para qué necesita manteca entonces? Muy rica la receta, saludos.
ResponderEliminarGracias, Mir, por tus comentarios.
EliminarVos y mi tía tienen razón... pero los varones necesitamos una preceptiva a seguir en cada receta.
Las croquetas tienen mil y un modo de hacerlas¡¡¡¡ yo por ejemplo,mezclo mantequilla y aceite,y la leche la pongo a calentar con nata,y a ser posible con un hueso de jamón,durante 20 minutos¡¡¡ hora de freír, el aceite muy caliente,
ResponderEliminarGracias, riojana49, por su aporte invalorable.
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