sábado, 17 de julio de 2021

Escasez de ganado en las pampas (1855)

José Luis Busaniche fue un notable historiador argentino. Nació en Santa Fe de la Veracruz, capital de la Provincia de Santa Fe, en 1892 y falleció en San Isidro, Provincia de Buenos Aires, en 1959. Sus obras más importantes están relacionadas con los bloqueos franco – británicos de 1838 y 1843, el papel que jugó la Provincia de Santa Fe en esas circunstancias, el Gobierno de Juan Manuel de Rosas y la construcción del federalismo argentino. En 1938 publica un libro de lecturas históricas argentinas que reedita en 1959 con el título de Estampas del Pasado. (1) Este libro ha servido de inspiración para la sección “Rescoldos del Pasado” de El Recopilador He rescatado varios textos de la colección, reproduciendo las prolijas referencias de Busaniche.

Benjamín Vicuña Makenna. Historiador y político chileno (1831-1886).

El fragmento que se expone a continuación, describe las características de las Pampas Argentinas observadas por el autor en la travesía que realiza desde su Chile natal hasta el Litoral Argentino. Llaman a su atención el despoblamiento de la tierra y la ausencia de hacienda baguala de cuya abundancia había dado cuenta Félix de Azara algo más de medio siglo antes de su viaje.

Escasez de ganado en las pampas

“Las pampas no son tampoco, como se han pintado, una inmensa soledad comparable sólo a los desiertos africanos. En los últimos treinta años deben haber variado mucho porque en estos tiempos de infinito adelanto hasta las pampas progresan.

”Su sociedad es escasa y singular, es verdad, pero en sí misma muy activa. Hay en las 200 leguas que separan Rosario de San Luis, hasta una media docena de aldeas de 200 a 500 habitantes, entre las cuales Cruz alta, Fraile Muerto, Villa del Río IV y San José del Morro son las principales. En realidad se componen de grupos de gente y de ranchos que el temor de los indios ha hacinado alrededor de esos fuertes cuadrangulares formados de pencas o quioscos, que abundan en las pampas y que tienen que contar tanta historia triste de triunfo o derrota para el salvaje del desierto. No hay una sola posta, en toda la superficie de la Pampa, que no haya sido alguna vez asaltada, ni un solo hombre que yo haya encontrado en mi camino que no cuente sus peligros o el de sus mayores, algunos de los cuales pereció si era hombre o murió en cautividad si era mujer. Y sin embargo ellos están allí sin alarmas, sin porvenir, ni pan, ni vestido, pero viviendo como viven las vacas, gordos y sanos como criaturas del Paraíso.

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”De la ponderada abundancia de animales, que según Azara llegaba a principios del siglo en todo el país a doce millones de cabezas, no tuvimos muestra alguna que justificara las antiguas exageraciones. Días enteros hemos andado en la Pampa sin encontrar un solo animal. De cuando en cuando alcanzábamos algunas arrias de vacas y mulas en dirección a Mendoza y Chile, pero rara vez vimos ganados criollos paciendo en abundancia, y sólo las tropillas de mulas cordobesas animaban de tarde en tarde la desierta perspectiva y nos hacían reír con su extraña curiosidad, pues, apenas avistaban el carruaje, galopaban en grupos de 40 y 50 y se acercaban al camino, olfateando, echadas adelante las orejas y mirándonos con gran asombro.” (2)

Notas y Bibliografía: 

(1) 1959, Busaniche, José Luis, Estampas del pasado, lecturas de historia argentina, Tomo II, Buenos Aires, Hyspamérica, 1986.

(2) Busaniche, José Luis, Op. Cit., Tomo II pp. 285-287.


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