Identifiqué al locro como un plato genuino del
Norte Grande Argentino en el primer artículo de esta serie. Asimismo, me
propuse considerar que tan auténtico es el locro que comemos en Buenos Aires.
Para ello, comparé mi receta personal (1) (desarrollada sobre la base de una
receta de Diego Bianchi) (2) con la receta que Silvia Castillo aprendió a
cocinar en la ciudad de Tilcara, donde nació. (3)
La imagen pertenece a Silvia Castillo
Hice girar la comparación de las recetas sobre
el modo que, para establecer la identidad de un plato, han formulado P. Farb y
G. Armelagos en su Antropología de las Costumbres Alimentarias de 1985.
En ese
sentido, los autores señalan cuatro variables que definen la identidad social
de un recetario, y por ende, de un plato incluido en él. Ellas son:
1) Un limitado
número de alimentos accesibles en el área geográfica correspondiente.
2) Un modo
específico de preparar los alimentos (básicamente las técnicas de cocina
utilizadas).
3) Unos principios
de condimentación tradicional.
4) Unas reglas
relativas al status simbólico de los alimentos. (4)
Todas esta variables deben ser aplicadas en el
marco de un determinado colectivo social identificado con una historia propia y
una delimitación geográfica específica (nacional, regional, etc.).
Sometí, en ese primer texto, ambas recetas a
las tres primeras variables, señalando semejanzas y diferencias en cuanto a los
ingredientes utilizados, las técnicas de cocción implicadas y las sazones
utilizadas. Ahora toca considerar la cuarta (status simbólico del plato),
exponer la receta y llegar a una conclusión.
Las imágenes que siguen pertenecen al autor, salvo indicación en contrario
El lector podrá comprender perfectamente este
artículo, sin necesidad de leer el anterior. Pero si el tema le resulta
especialmente atractivo, más allá de la receta resultante, recomiendo comenzar
por el principio, utilizando el enlace expuesto arriba.
VI
Revisión relacionada con el status simbólico del locro
El locro es el plato emblemático en la
celebración de las Fiestas Patrias en Buenos Aires, y me animaría a decir en
toda La Argentina. Este valor simbólico lo transforma en un plato emblemático
de la argentinidad.
Desde luego que se trata de una costumbre
relativamente reciente, no mucho más de treinta años. Cuando era niño, en los
sesentas, esas fiestas se celebraban con desayuno de leche con chocolate y con
una parrillada para el almuerzo. Hoy el locro se impone. Tal vez porque es una
comida ocasional, ya que el asadito se ha generalizado y compite con la pasta
en las mesas familiares de los domingos.
Son muchos los restaurantes que preparan locro
para esas ocasiones, en tanto que, en el resto del año, casi ni asoma por las
cartas. He visto la oferta de locro hasta en un “irish pub” del barrio de
Colegiales. También es el plato de celebración en muchas instituciones sociales,
a veces, incluso en ocasiones algo corridas de los estrictos 25 de mayo y 9 de
julio, aunque siempre en invierno. El 1° de julio de 2010 el Club Atlético
Nueva Chicago del barrio de Mataderos cumplió 99 años de existencia y lo
celebró con un locro al que asistieron más de novecientos socios.
En los años sesenta, el locro sólo estaba
reservado a la oferta gastronómica invernal de restaurantes regionales y de
algunas parrillas.
En tren de seguir la comparación de las
recetas, se impone la necesidad de describir cómo ha sido, y cómo es, la
ocasión de comer locro en la Quebrada de Humahuaca.
Se come, desde luego, en las celebraciones de
las Fiestas Patrias, pero también en otras ocasiones. Es comida familiar en
Tilcara en los domingos, cuando no hay asado, en las fiestas y celebraciones o
cuando hay visitas a las que se quiere agasajar.
Está presente también en las celebraciones
religiosas y espirituales como los días de santos patronos, la celebración de
la Pachamama (junto con tamales, humitas y tijtincha), (5) en el día de los
Santos Difuntos y en el convite posterior a la celebración de la misa ofrecida
a algún difunto de la familia. Siempre en un contexto comunitario, ya que es
comida que se sirve para muchos.
La imagen pertenece a Alfredo Ureta
También forma parte de celebraciones sociales /
ceremoniales como el Jueves de Comadres y el Jueves de Compadres. En esas ocasiones,
a veces, se prefiere el picante de panza. Estas fiestas son anticipos del
carnaval y se llevan a cabo durante el mes de febrero.
La mayoría de los restaurantes con oferta de
cocina regional de la ciudad de Tilcara lo tienen en su carta.
VII Nueva receta personal
Presento ahora mi nueva receta personal que
adopta mayoritariamente el patrón quebradeño, aunque conserva algunos rasgos
técnicos, muy pocos, de la receta anterior. Abajo, en la conclusión, contesto
la pregunta que tanto me desvela ¿qué tan genuino es el locro que comemos los
porteños en relación con este otro que nos da la tradición humahuaqueña?
Locro
personal a la manera de Tilcara |
|
Fuente (fecha) |
Basado en las indicaciones de Silvia Castillo
2020 |
Ingredientes |
Maíz
blanco pisado: 400 g. (se puede usar mote de maíz, pero es necesario sacarle
el germen) Porotos
pallares: 120 g. Zapallo
plomo: 1 kg de peso neto. (si no hay, cabutia va bien) Cebolla
blanca: 1 grande. (el caldo de carne puede llevar una más) Morrón
colorado: ½. Tallo
de cebolla de verdeo: 100 g. de peso neto. Chorizo
fresco: uno y medio. Chorizo
colorado: uno y medio. Tocino
panceta ahumada o salada: 150 g. Falda
750 g (si no se consigue, se puede usar ossobuco). Manito
de cerdo: una (puede ser orejas o cuerito de chancho). Pedir al carnicero que
corte la manito en trozos de 3 cm de lado. Caldo
de carne con hueso: 3 litros. (a las carnes se puede agregar una cebolla) Grasa de pella o cerdo o aceite de
maíz o girasol. Sal. Pimentón
dulce de Payogasta. Orégano. Ají
molido. Comino.
|
Preparación |
1.-
Remojar el maíz pisado y los porotos en aguas separadas por entre 8 y 12
horas. Mantener el remojo en la heladera para evitar que fermenten (si se les
cambia periódicamente el agua, no es necesario dejarlos en la heladera). 2.-
Cortar la panceta en lardones, conservar. Si la panceta tiene el cuerito, reservarlo
por separado. 3.-
Quitar la piel al chorizo fresco, desmenuzarlo y reservar. 4.-
Desgrasar la carne, cortarla en trozos de 3 cm de lado y reservar (si no se
cuenta con panceta, es necesario dejarle la grasa). 5.-
Saltar la panceta con un poquito de aceite en una sartén. Si tenía cuerito,
agregarlo en este momento. 6.-
Cuando la panceta está dorada, agregar el relleno del chorizo. Cuando éste
haya dorado, apagar el fuego y reservar. 7.-
En la misma sartén agregar la manito de cerdo y las carnes. Cuando todo esté
sellado, conservar. 8.-
Pelar el zapallo, quitarle las semillas y cortarlo en cubos de 3 cm de lado.
Reservar. 9.-
Cocinar las carnes y la manito de cerdo en abundante agua y sal (se puede
agregar una cebolla). Cuando estén tiernas (alrededor de una hora y media),
colar el caldo y reservar las carnes 10.-
Hacer un sofrito de cebolla (se puede usar el blanco de la cebolla de verdeo
también) y morrón en una olla grande. 11.-
Agregar 2 litros de caldo de carne caliente. Cuando alcanza el punto de ebullición,
incorporar el maíz y los porotos escurridos (los porotos se pueden cocinar en
otra olla), la panceta salteada con el chorizo fresco y parte del zapallo (aproximadamente
el 70%). 12.-
Mezclar con una cuchara de madera y sazonar con sal (poca), pimentón dulce
(en mayor proporción que el resto de los condimentos), ají molido, comino y
orégano (se condimenta con moderación). 13.-
Cuando vuelve a romper el hervor, bajar el fuego al mínimo y cocinar el locro
tapado por entre 2 horas y media y 3. Remover cada tanto con la cuchara de
palo para evitar que se pegue en el fondo. Agregar caldo caliente cuando es
necesario, tiene que quedar como una sopa espesa. 14.-
Media hora antes de terminar, agregar el chorizo colorado cortado en rodajas.
Continuar la cocción con la olla destapada. 15.-
Diez minutos después agregar el zapallo restante y las carnes y las manitos
de cerdo con que se hizo el caldo. 16.-
Veinte minutos después, tapar y dejar cocinar por un par de minutos más. 17.-
Apagar el fuego y dejar estar 5 minutos antes de servir. 18.-
Llevar a la mesa con la grasita colorada y el tallo de verdeo picado en
sendos cuencos. (6) |
Ajuste personales |
Conservo algunos
procedimientos de la receta original de Diego como sellar las carnes y las
manitos de cerdo, saltear la panceta con el chorizo desmenuzado y cocinar
todo en una sola olla, excepto el caldo de carne. En mi defensa digo
que estos tics académicos no han estado ausentes en cierta cocina popular
ilustrada desde fines del siglo XVIII por lo menos, según podemos ver en
recetarios españoles y criollos. |
Comentarios |
Para darle más frescura,
cinco minutos antes de terminar, Diego Bianchi agrega un sofrito hecho con el
puerro y el blanco de la cebolla de verdeo, para darle cierta frescura a la
preparación. He practicado con satisfacción esa fórmula que Silvia no
reprueba, pero se me ocurre innecesario si estamos en la búsqueda de lo
genuino en la Quebrada de Humahuaca. (7) |
VIII El hallazgo de lo genuino
Si asociamos lo genuino de un plato a su
desarrollo histórico y geográfico, pensamos que el locro es un plato típico del
Norte Grande Argentino desde hace varios siglos. Sin embargo, si estamos atentos
a las diferencias señaladas arriba; mi locro distaría de serlo. Pero, si
pensamos que la identidad de un plato está asociada no sólo a la historia y
geografía del colectivo social que le dio origen, sino al momento en que otro
determinado colectivo social se ha apropiado de él y le ha dado forma
específica a la receta; mi locro tiene identidad y, por ende, es genuino… tiene
una identidad de locro porteño que lo hace auténtico.
Efectivamente, el locro es un plato del que se
ha apropiado la ciudad en las últimas décadas, lo ha dotado de técnicas y
aliños más acordes al gusto porteño y le ha atribuido un valor simbólico
específico, ser la comida de celebración de las Fiestas Patrias.
La nueva receta personal de locro que antecede
tiene el atributo de ser genuinamente jujeña. Representa el modo de cómo se
hace hoy el locro en Tilcara. Representa la larga tradición casi milenaria de
un plato típico de la quebrada de Humahuaca. No es LA RECETA nacional de locro,
sólo es una versión local, más aún, familiar, tan genuina como las múltiples
variantes que encontramos a lo largo y a lo ancho de más de catorce provincias
argentinas.
Notas y bibliografía:
(1) 2017, Aiscurri,
Mario, “Locro personal”, en El
Recopilador de sabores entrañables, leído el 1° de febrero de 2020 en https://elrecopiladordesabores.blogspot.com/2017/07/locro-personal.html.
(2) 2013, Bianchi,
Diego, “Locro”, en Contacto con lo Divino, leído en https://contactoconlodivino.blogspot.com/2013/05/locro.html
el 1° de febrero de 2020.
(3) 2020, Castillo,
Silvia, entrevista grabada el 23 de enero y mensaje de voz del 24 de enero.
(4). 1985, Farb, P. y Armelagos, G., Anthropolgie des
coutumes alimentaires, París, Denöel, citado por 2002
Álvarez, Marcelo, “La cocina como patrimonio (in)tangible” en AAVV, La
cocina como patrimonio (in)tangible, Primeras jornadas de patrimonio
gastronómico, Buenos Aires, Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires,
pag. 14.
(5) Tijtincha es un
cocido típico de Jujuy y Bolivia que lleva mazorcas de maíz hervido, mote de
maíz pelado, habas, chalona (especie de charqui de cabrito en el que la carne
se seca con hueso) y queso de cabra. Se acostumbra a preparar para el día de la
Pachamama (1° de agosto), el día de San Santiago (25 d julio) y el día de Todos
los Santos Difuntos (1° de noviembre).
(6) Recetas de Gustavo
“Cuchi” Leguizamón y Carmen Ruíz de los Llanos en 2017, Aiscurri, Mario, “Salsa
freida para el locro”, en El Recopilador
de sabores entrañables, leído el 1° de febrero de 2020 en https://elrecopiladordesabores.blogspot.com/2017/10/salsa-freida-para-el-locro.html.
(7) Incluyo aquí la
receta que ya he publicado en 2017 para que el lector pueda hacer la
comparación vis a vis sin necesidad de recurrir al enlace indicado arriba (ver
nota (1)):
Locro
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Fuente (fecha) |
Basado en 2015, Bianchi, Diego, En
contacto con lo divino, Buenos Aires, edición del autor, pp. 58-63. |
Ingredientes |
Maíz
blanco pisado: 400 g. Porotos
pallares: 120 g. Zapallo
inglés: 800 g de peso neto. Puerro:
200 g. de peso neto. Cebolla
de verdeo: 200 g. de peso neto. Ajo:
3 dientes. Chorizo
fresco: uno y medio. Chorizo
colorado: uno y medio. Panceta
ahumada: 150 g. Ossobuco
o falda 750 g. Manito
de cerdo: una (puede ser orejas o cuerito de chancho). Pedir al carnicero que
corte la manito en trozos de 3 cm de lado. Caldo
de verduras: 3 litros. Aceite de oliva. Sal. Pimentón
dulce de Payogasta. Orégano. Ají
molido. Comino. Canela. Laurel:
3 hojas. |
Preparación |
1.-
Remojar el maíz pisado y los porotos en aguas separadas por entre 8 y 12
horas. Mantener el remojo en la heladera para evitar que fermenten. 2.-
Cortar la panceta en lardones, conservar. Si la panceta tiene el cuerito,
conservarlo. 3.-
Quitar la piel al chorizo fresco, desmenuzarlo y reservar. 4.-
Desgrasar la carne, cortarla en trozos de 3 cm de lado y reservar. 5.-
Saltar la panceta con un poquito de aceite de oliva en una sartén. Si tenía
cuerito, agregarlo en este momento. 6.-
Cuando la panceta está dorada, agregar el relleno del chorizo. Cuando éste
haya dorado, reservar. 7.-
En la misma sartén agregar la manito de cerdo y las carnes. Cuando todo esté
sellado, conservar. 8.-
Pelar el zapallo, quitarle las semillas y cortarlo en cubos de 3 cm de lado.
Reservar. 9.-
Poner a hervir 2 litros de caldo en una olla grande. Mantener el resto
caliente. 10.-
Agregar, en el caldo en ebullición, las carnes con sus jugos de sellado, el
maíz y los porotos escurridos y el zapallo. 11.-
Mezclar con una cuchara de madera y sazonar con sal (poca), pimentón dulce
(en mayor proporción que el resto de los condimentos), ají molido, comino,
orégano, canela y laurel. 12.-
Cuando vuelve a romper el hervor, bajar el fuego al mínimo y cocinar el locro
tapado por entre 2 horas y media y 3. Remover cada tanto con la cuchara de
palo para evita que se pegue en el fondo. Agregar caldo caliente cuando es
necesario, tiene que quedar como una sopa espesa. 13.-
Cortar la parte blanca de la cebolla de verdeo al sesgo (reservar separada la
parte verde picada). 14.-
Pelar y filetear los dientes de ajo. 15.-
Lavar bien el puerro y cortarlo al sesgo tanto la parte blanca como la verde. 16.-
Rehogar en aceite de oliva el ajo, el blanco de la cebolla de verdeo y el
puerro. Conservar. 17.-
Media hora antes de terminar, agregar el chorizo colorado cortado en rodajas.
Continuar la cocción con la olla destapada. 18.-
Cumplido el tiempo, agregar las verduras rehogadas y el verde de la cebollita
crudo, mezclar bien, subir el fuego a máximo por 2 minutos y apagar. 19.-
Tapar y dejar estar 5 minutos antes de servir. |
Ajuste personales |
Esta receta es una adaptación. Diego
propone una proporción mayor de carnes, tanto en cantidad como en calidad.
Propone un 30 % más de cada productor y el agregado de medio kilo de pechito
de cerdo. Mis agregados son: la manito de cerdo, la falda (Diego propone
ossobuco directamente) y la canela. Omito agregar un morrón asado y un choclo
desgranado. |
Que Rico !!!
ResponderEliminarGracias, Knú Deli, por su comentario.
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