Ya he publicado un
artículo sobre Cocina Ecléctica de Juana Manuela Gorriti. (1) En él, he
hecho un recorrido sobre el sentido burgués, criollo y americanista que caracteriza
al recetario. (2) En un segundo artículo, presté más atención a la estructura
del libro y lo comparé con un recetario manuscrito fechado en 1891 (el
recetario de la familia Flores) (3), estableciendo un paralelo entre la cocina
burguesa y la cocina popular a fines del siglo XIX. (4)
Me formé la imagen de la obra que
expuse en ellos, a partir de varias lecturas y de mi propio recorrido por las
recetas. Ahora, nuevas lecturas y reflexiones me obligan a revisar la imagen
que me había formado de la obra.
Cuestioné, en esos escritos, la
idea desarrollada por Patricia Aguirre quien concibe que la burguesía argentina
adquiere una cocina afrancesada, en las últimas décadas del siglo XIX, en
contraposición con la cocina criolla fusionada con los aportes de los
inmigrantes europeos y asiáticos de esa misma época. (5) Lo hice utilizando dos
argumentos. El primero que el afrancesamiento de la elite porteña comenzó
tempranamente, a fines del siglo XVIII. El segundo, que Cocina Ecléctica se opone a la cocina francesa en la medida de que
las recetas incluidas representan más la cocina tradicional hispano criolla que
la cocina francesa.
Abundo en nuevos argumentos para
sostener la segunda idea (la primera está suficientemente fundamentado en los
escritos de marras). Es cierto que había un sector de la burguesía agropecuaria
bonaerense que exhibía un afrancesamiento tilingo, comiendo platos de la cocina
francesa en las reuniones sociales. Sin embargo, Emilio Daireaux da testimonio
que, en la intimidad hogareña, estas mismas familias preferían el puchero y el
asado, aunque estuvieran en Francia. (6) Además, también es cierto que había
otro sector de esa misma burguesía que profesaba un criollismo militante. Ello se
ve claramente en Don Segundo Sombra,
novela publicada por Ricardo Güiraldes en 1926, (7) y en el propio contenido de
Cocina Ecléctica, donde quiero
destacar como ejemplar la receta de churrasco que Mercedes Torino rescata de
las prácticas alimentarias de los “gauchos” de su época. (9)
Quiero formular aquí, a la par de
esta abundancia de testimonios, una corrección a mis afirmaciones ya publicadas.
Es cierto que hay muy pocas recetas que pueden ser consideradas francesas en Cocina Ecléctica, pero el recetario
tiene, en su base, una notable influencia de la codificación técnica de la
academia francesa. Lo mismo ocurre en la cocina popular representada por el ya
citado recetario de la familia Flores. El matiz que esta idea introduce es
significativo para que podamos entender, incluso, a las cocinas populares del
siglo XX que recibió el impacto de El
Libro de Doña Petrona. Mis argumentos, expuestos en aquellos artículos,
relacionados con la presencia de la influencia francesa en Buenos Aires desde
fines del Siglo XVIII también suman en el mismo sentido.
Expondré algunos detalles para
sostener mi afirmación. La sola existencia de un capítulo dedicado a las salsas
es un indicio de la presencia de la codificación dominante en la cocina
occidental de los últimos tres siglos. Más notable aún, si damos cuenta de la
presencia de una receta ortodoxa de salsa blanca. Por otra parte, el capítulo
de las tortillas sólo contiene recetas de ommelettes: las papas sólo participan
como acompañamiento en algunas de ellas, pero no forman parte de las tortillas
en sí mismas. A su vez, el uso de la manteca (Juana Manuela usa el término
“mantequilla”) es profuso, compatible con la cocina gala.
Ocurre otro tanto en el recetario
de la familia Flores. Hay una receta de “riñones a la maitre d’hotel” (una
salsa que lleva manteca de leche de vaca como base). Esta receta me pareció
insólita en una colección de recetas en las que la influencia española es
notable. Sin embargo, creo que da testimonio de la presencia, como telón de
fondo, y a veces en un papel co-protagónico, de la codificación francesa en
todas las cocinas europeas, tanto en las versiones palaciegas como en las del
pueblo llano.
Notas
y referencias:
(1) 1890,
Gorriti, Juana Manuela, Cocina ecléctica, Buenos Aires, Félix Lajouane
Editor (Librairie Générale), 1890. Leído en http://www.biblioteca.clarin.com/pbda/miscelanea/cocina_eclectica/cocina_00indice.htm, el 4 de noviembre de 2011.
(2) 2016,
Aiscurri, Mario, “Cocina Ecléctica I: una metáfora argentina”, en El Recopilador se sabores entrañables,
leído el 2 de octubre de 2019 en https://elrecopiladordesabores.blogspot.com/2016/02/cocina-eclectica-una-metafora-argentina.html
(3) 2014,
Aiscurri, Mario, El Recetario de la Familia Flores, leído en http://elrecopiladordesabores.blogspot.com.ar/2014/05/el-recetario-de-la-familia-flores.html el 2 de octubre de 2019.
(4) 2016,
Aiscurri, Mario, “Juana Manuela Gorriti II: recetas porteñas”, en El Recopilador se sabores entrañables,
leído el 2 de octubre de 2019 en https://elrecopiladordesabores.blogspot.com/2016/04/juana-manuela-gorriti-ii-recetas.html
(5) 2010, Aguirre, Patricia, “Comida, cocina y
consecuencias: la alimentación en Buenos Aires”, Torrado, Susana (Comp.), Población y Bienestar. Una historia social
del siglo XX, Buenos Aires, EDHASA, Tomo 2, pp. 468-503.
(6) 1888, Daireaux, Emilio, Vida y costumbres en El Plata,
Buenos Aires, Félix Lajouane Editor, tomo I, pp. 176-178.
(7) 1926, Güiraldes, Ricardo, Don Segundo
Sombra, Santiago, Editorial Nacional Gabriela Mistral, 1973.
(8) 1890,
Gorriti, Juana Manuela, Cocina ecléctica, Cit.
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