jueves, 30 de agosto de 2018

Dieta del trabajador yerbatero (1887)


Los textos que se exponen a continuación fueron tomados del libro Vida y Costumbres en El Plata de Emilio Daireaux que publicó Felix Lajouane en 1888. (1) (2) El ejemplar que consulté pertenece a la primera edición en castellano (hubo una anterior en idioma francés). La obra se compone de dos tomos. El primero lleva el título “La sociedad argentina” y el segundo, “Industrias y productos”. El Prefacio contiene sendas cartas de Bartolomé Mitre y Julio Argentino Roca con opiniones y comentarios sobre la edición francesa.
Emilio Honorio Daireaux nació en Río de Janerio en 1846 y falleció en París en 1916. Se recibió de abogado en la capital francesa y revalidó su título en Buenos Aires, donde ejerció la profesión durante más de 10 años. El autor afirma que el libro fue escrito para los países extranjeros con la finalidad de dar a conocer La República Argentina en ellos. Por su parte, la dedicatoria reza: “A mis hijos. Para darles a conocer y hacerles amar el país de su madre, donde nacieron”. El autor se radicó en Francia con su familia a fines del siglo XIX, aunque conservó propiedades en la Provincia de Buenos Aires cerca de la ciudad que lleva su nombre. Algunos de sus hijos se afincaron en La Argentina, administrando esos bienes.
El fragmento que se transcribe a continuación pertenece al segundo tomo. Estos páarrafos describen el equipamiento con el cual las cuadrillas de trabajadores recolectaban las hojas de yerba mate en la selva misionera. La principal provisión de alimentos con que contaban eran charqui de tapir y lo que se proveían a partir de la caza. Desmintiendo las teorías que sostienen que se alimentaba con reviro u otras recetas similares, el autor sostiene que el maíz, la raíz y la harina de mandioca, que forman parte de la alimentación habitual de los indígena de las zona, representan un lujo para estos trabajadores. Ni noticias nos da el autor acerca de presencia de la harina de trigo y los huevos en estas dietas. (3)
Dieta del trabajador yerbatero
“En marzo, que es el mes del equinoccio de otoño, entran en campaña los yerbateros. Unos organizan flotillas de piraguas, otros forman recuas de mulas. Se dividen en cuadrillas de diez á quince hombres, naturales del país, dirigidos por un contratista que, por su parte, es raro que trabaje con sus propios recursos, depende de un comerciante del país del cual recibe adelantos, útiles y víveres para su gente; á la vuelta le entrega el producto de su recolección.
”El herramental es bastante sencillo. Un machete por cada hombre, una hachuela, un hacha, y, por cada cuadrilla, cierto número de palas, hachas de mano y sierras para armar, en pleno bosque, un campamento, por último los útiles cortantes necesarios para hacer puntas de flecha, de madera dura, y los arcos, indispensables á los Indios que no saben servirse de otras armas para cazar. Los víveres son de lo más sencillo; se cuenta sobre todo con el bosque para renovarlos. El ganado falta en las Misiones; es raro que se de á los yerbateros charqui de carne de vaca, ordinariamente se le suministra carne desecada de tapir; el maíz, la raíz y la harina de mandioca, que forman la base de la alimentación de los indígenas, son también u objeto de lujo para el yerbatero.
”Éste tiene que vivir como el ballenero; en lugar de la pesca tiene la caza, que abunda, desde le solitario tapir, del tamaño de un ternero, hasta el pecarí, grande como un lechón, que corren bandas tan innumerables, que, por inofensivos que sean, es menester evitar con cuidado y situarse sobre un árbol cuando se anuncia una manada de ellos: este torrente de jabatos, deshace al galope todo cuanto que encuentra ante él, en un abrir y cerrar de ojos derriba el obstáculo, aunque sea un cazador al acecho, armado con su escopeta. Todas las aves de los bosques proporcionan igualmente carne abundante y de las más variadas, entre ellas están en primera línea el pavo silvestre por el tamaño y el loro por el número.” (4)
Notas y Bibliografía: 
(1) Prestigioso editor francés que publicaría, entre otras obra el libro Cocina Ecléctica de Juana Manuela Gorriti que vio la estampa en 1891.
(2) 1888, Daireaux, Emilio, Vida y Costumbres en el Plata, Buenos Aires, Feliz Lajouane.
(3) El reviro
(4) 1888, Daireaux, Emilio, Op. Cit., tomo II, pp. 403-404.

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