sábado, 24 de enero de 2015

Receta de gallina en su grasa del “Cuchi” Leguizamón

El libro sobre la cocina criolla de Juan Carlos Martelli y Beatriz Spinosa contiene una serie de recetas del “Cuchi” Leguizamón que fueron tomadas de una conferencia dictada por el “poeta, músico y gourmet salteño” (palabras con que lo define Juan Carlos Martelli) en la Fundación Gastronómica Argentina.(1)
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Los autores sostienen que esta receta es original de Leguizamón quien la comenta así: “Es el plato más simple del mundo y el más sano, porque la gallina es propietaria de la grasa y la grasa de gallina es la más fina del reino animal. Tanto que todas las señoras de Salta la usaban para ponerse en la cara y no les quedaba una sola arruguita.”(3) 
Referencia de la imagen (5)
Gallina en su grasa
Fuente (fecha)
Gustavo Leguizamón (2014).
Ingredientes
1 gallina criolla gorda.
4 tazas de agua.
2 pimientos morrones grandes.
2 cebollas grandes.
2 dientes de ajo.
2 papas grandes.
2 tazas de arroz.
2 ajíes verdes cortados.
1 cucharada de orégano.
Sal.
Pimienta recién molida.
Preparación
1.- La gallina se corta en trozos  y se dora en la plancha hasta que esté en su puntito.
2.-Se coloca la gallina dorada en una cacerola con 4 tazas de agua fría, la cebolla, el ajo y los pimientos morrones enteros. Se adereza con orégano.
3.- Después que hierve, se deja cocinar a fuego lento por una hora.
4.- Entonces, se echan las papas grandes también enteras y peladas y el arroz en un bolo cerrado de aluminio para poder sacarlo aparte.
5.- A los 10 o 15 minutos, se quita el arroz, se guarda caliente y se añaden los ajíes verdes cortados.
6.- En 15 minutos, ya está listo.   
Comentarios
De Juan Carlos Martelli:
1.- A raíz de los comentarios del Cuchi sobre la grasa de gallina:
Claro que la grasa a que se refería el Cuchi, no es la grasa de las gallinas criadas en sitios inhóspitos, absolutamente estresadas y enfermizas. Sino la grasa sana de aquellas gallinas criadas en campo abierto, con acceso al pasto y los insectos. En todo caso, los animales de criadero sometidos a los rigores del encierro, los antisépticos, los antibióticos, el alimento balanceado y las hormonas, no son recomendables. Ni desde el punto de vista de los nutrientes, ni el sabor.”(3)
De Gustavo Leguizamón:
2.- La gallina no tiene que ser de la raza leghorn que sirve para poner huevos, pero no para comer. Una gallina bataraza, estará bien.  
3.- “Si no se cuenta con una bola metálica para el arroz, puede utilizarse el que se vende ahora envasado en bolsitas permeables.”
4.- “Si no se maneja bien el dorado a la plancha, la gallina puede cocerse en primera instancia sobre el fondo de la cacerola, sobre un lecho de cebolla saltada. El agua se añade sobre esta base.”(4)
Míos:
5.- El Cuchi no dice de qué color han de ser los morrones. Ni qué tipo de ajíes, son los verdes. ¿Podemos dar por supuesto que los primeros serán rojos y que estos últimos, también, son morrones?
6.- Para cocer el arroz, habría que probar también la resistencia de las bolsas perforadas que se usan para guardar las verduras en la heladera.
7.- Es buena la idea modificar levemente la receta y dorar la gallina en la cacerola porque, de este modo, se recuperan los jugos de cocción. No hace falta, a mi entender, el colchón de cebollas para proceder a este dorado.

La imagen pertenece al autor
Notas y bibliografía:
(1) 1991, Martelli, Juan Carlos y Spinosa, Beatriz, El libro de la cocina criolla, Buenos Aires, Edicolm pag. 37 y ss.
(2) Ídem, pp. 88-89.
(3) Ídem, pag. 89.
(4) Ídem, pag. 88.


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