Ir a Primera Parte: el amor por la querencia
He señalado, en la primera parte, que el área
de expansión de la carbonada incluye a Perú, Bolivia, Chile, Argentina y la
República Oriental del Uruguay. Señalé también la orfandad de mi conocimiento
acerca del origen del plato. Presumí, como hipótesis que se trataba de un guiso
hispano criollo americano basado en técnicas españolas y productos nativos. No
tengo ninguna certeza acerca del origen de la denominación, pero sí una interesante
sospecha.
Acepto provisionalmente que el punto de irradiación fue Chile, por lo menos hacia Cuyo y el Río de la Plata. La comprobación de que el único punto de irradiación conlleva a la idea de un origen chileno de esta idea culinaria mestiza.
En relación con
la denominación, hay varias teorías. La falta de referencias fácticas ayudó a
cometer el error habitual de basar el origen de un plato a partir de una
homonimia con otro (en este caso, la carbonada flamenca). El atributo “a la criolla”
o simplemente “criolla” contribuye más a la confusión, porque no puede
colegirse de allí, como se suele hacer, un punto de origen específico de
Nuestra América.
Otra teoría nos
hace pensar en un guiso español olvidado, tan olvidado que no tiene registro en
los recetarios españoles de los últimos quinientos años. Mis sospechas que
expuse en la primera parte (basada “Carbonadillas” Martínez Montiño y la
segunda acepción en el Diccionario de la
Legua), constituye una tercera teoría que habría que tener en cuenta.
Finalmente,
señalando dos modalidades específicas debo decir que la atribución de que el
reemplazo de los orejones por duraznos frescos se haya producido en Buenos
Aires y que el servicio dentro mismo del zapallo, ahora generalizado en todo el
país, sea de origen cuyano parecen ideas altamente probables, pero que aún no
encuentran soportes documentales definitivos.
Ahora lo
prometido en la primera parte, la exploración de algunas recetas.
IV
Antigua receta cuyana
Vayamos entonces a la fórmula de antiguos
sabores mendocinos que nos trae el libro de las González y Videla. Anticipo que
la denominación es, por lo menos curiosa. (1)
Carbonada
seca |
|
Fuente (fecha) |
Sabores de la antigua Cocina
Cuyana. Recetario de las González y Videla. (1870c) |
Ingredientes |
Carne de vaca. Zapallo. Choclos. Papas. Porotitos. Vino 2 cucharadas. Vinagre 1 cucharada. Condimentos a gusto. Medio graso para freír. Sal. Caldo o agua (opcional). |
Preparación |
1.- Se pica carne cruda de vaca. 2.- Se cocinan los porotitos. 3.- Se pone a freír la carne picada. 4.- Luego se agregan papas, zapallo y porotitos picados
chicos. 5.- Se agregan los choclos tiernos cortados en trozos. 6.- Se agrega el vino, el vinagre y sabores al gusto. 7.- Se deja hervir a fuego lento. 8.- “Si se desea se le puede agregar caldo o un poco de agua
para que no salga tan seca”. |
Comentarios |
1.- Llama la atención la ausencia de orejones. Quizás se deba a
una preferencia familiar, quizás, a que la incorporación de los orejones es más
tardía. 2.- No hay referencias al servicio, de modo que no se puede
establecer si se hace dentro de un zapallo o no. 3.- Agregué que los porotitos debían estar cocidos porque no
imagino cómo picarlos cuando están crudos. 4.- No indica el corte de las papas y el zapallo. Tal vez no sea
importante en la receta. 5.- Las autoras usan la expresión “sabores” para indicar
condimentos. |
La
denominación es curiosa sí, da a entender que se trata de una fórmula familiar
y que hay otras maneras de hacerla (por ejemplo, “Si
se desea se le puede agregar caldo o un poco de agua para que no salga tan
seca”).
Ésta es la única versión cuyana que he
encontrado en los libros que recogen recetas escritas por autores locales. A
pesar de que mi amigo Federico Clavijo que es sanjuanino, afirma que es un
plato típico de su provincia que se ha practicado por años en la cocina
familiar. Voy a comentar otras recetas de carbonada cuyana y rioplatense, pero
escritas desde Buenos Aires, incluso, expondré alguna de ellas… y también la
receta familiar de Federico, claro está.
V Choly Berreteaga
La cocina de nuestra tierra es uno de los libros más interesantes de doña
Choly. La autora se propone “rescatar del olvido nuestras raíces”. Sostiene que
ha conocido estas comidas en los largos recorridos que hizo por nuestro país,
difundiendo sus conocimientos culinarios e incorporando en su acervo personal
todo lo que hallaba en las mesas del camino. En el prólogo, Diego Silva Lehmann
da testimonio de estas afirmaciones de la autora, recordando que la ha
acompañado en varios de estos viajes.
De modo que la señora
Berreteaga aclara cual es el origen de estas recetas de un modo general,
indicando, a su vez, que las ha intervenido del siguiente modo:
“Tal como he hecho en mis libros anteriores, en esta
oportunidad he tratado de respetar la esencia y el espíritu de las técnicas y
los alimentos autóctonos, pero adaptando las recetas para que resulten
accesibles y nadie pueda perderse el placer de llevar a su mesa los sabores
únicos y auténticos de la cocina de nuestra tierra.” (2)
El libro
contiene dos recetas, a saber: una de carbonada en zapallo, correspondiente a
Cuyo, y otra de carbonada con duraznos, en el capítulo de la región central y
mediterránea. (3) Como puede verse, las atribuciones regionales coinciden con
mis ideas generales.
Publico ahora la
receta de doña Choly de carbonada con duraznos y luego comentaré las
diferencias con su receta cuyana de Carbonada en zapallo. La primera sigue el
paradigma reconocible de una receta tradicional bonaerense. De la segunda hablaré
luego.
Carbonada con duraznos |
|
Fuente (fecha) |
2005, Berreteaga, Choly, La cocina de nuestra tierra (2005). (ver nota (3)) |
Ingredientes |
Cebolla 1. Ají rojo 1. Aceite 3 cucharadas. Carnaza u otro corte de carne 1 kg. Tomate triturado 1 taza. Sal al gusto. Pimienta al gusto. Pimentón 1 cucharadita. Choclos 3. Batatas 3. Zapallo 2 tazas. Caldo 2 tazas. Duraznos frescos 6. |
Preparación |
1.-
Picar la cebolla. 2.-
Picar el ají. 3.-
Cortar la carne en cubos. 4.-
Cortar el zapallo en cubos medianos. 5.-
Cortar los choclos en rodajas. 6.-
Cortar las batatas en cubos. 7.-
Pelar los duraznos. 8.-
Rehogar la cebolla y el ají en aceite. 9.-
Agregar la carne y saltearla. 10.-
Agregar el tomate. 11.-
Condimentar con sal, pimienta y pimentón. 12.-
Cocinara 5 a 6 minutos. 13.-
Añadir los choclos, las batatas y el zapallo. 14.-
Rociar con el caldo y seguir la cocción a fuego lento por 18 a 20 minutos. 15.-
Agregar los duraznos y proseguir la cocción por 4 a 5 minutos más hasta que
estén tiernos. |
Ajuste personal |
Me gusta agregar ají molido y comino
en los ingredientes y usar papas en lugar de batata. También me gusta agregar
aroma con una copa de vino blanco. |
Comentarios |
De la autora: “Si no es época de duraznos frescos, reemplazarlos por orejones
o pelones secos. En este caso hidratar la fruta por lo menos 1 hora y pre cocinarla
10 minutos antes de añadirla a la carbonada con los otros vegetales.” Míos: Conociendo a la autora, sin temor a equivocarme demasiado, doy
por supuesto que su “ají rojo” refiere a un pimiento morrón. |
Lo más
importante de la receta de carbonada en zapallo es la atribución cuyana que la
autora hace de ella. Sin embargo no la puedo exponer como emblemática de ese
estilo porque la intervención a que la sometió, o la de su fuente, por qué no,
es extremadamente modernista, si se me permite la expresión para una receta tradicional
que recurre al “laterío”. (ver nota (3))
En primer lugar,
es extremadamente dulce porque usa duraznos de lata en lugar de orejones y
agrega azúcar. Particularmente me gusta el dulce natural de los cereales,
verduras, frutas y hortalizas; pero hay personas que prefieren el agregado de
azúcar. Pasa lo mismo con las humitas que para mí son dulces por naturaleza,
pero muchos consideran que son dulces las que llevan azúcar agregado.
En cuanto a los duraznos industriales en almíbar, digo que no es la única receta de carbonada que he visto que los usa.
Por otra parte,
en lugar de choclo, propone incorporar una lata de choclo entero y otra de
choclo cremoso. Es decir, reemplazar las mazorcas por granos sueltos en dos
versiones distintas.
Estas
intervenciones permiten que la carbonada pueda hacerse en cualquier momento del
año.
En síntesis, no
me parece una receta mala, es más, considero que está muy pensada en el marco de
la preferencia de los argentinos por lo dulce. Sólo que no puedo considerarla
paradigmática de las fórmulas tradicionales.
VI Margarita Elichondo
Dedicaré, ahora, algunos párrafos al excelente
libro de Margarita Elichondo dedicado a la comida criolla. Es una obra rica en referencias
eruditas. Está organizada en cinco capítulos correspondientes a las regiones
geográficas argentina diseñadas de acuerdo con su criterio. Cada capítulo tiene
dos partes. La primera describe la cocina regional basándose en fuentes históricas
y literarias. La segunda expone las recetas. (4)
El problema de
la primera parte de cada capítulo reside en que las referencias están ordenadas
temáticamente, sin seguir un criterio de periodicidad, perdiendo algunas veces
el hilo histórico de lo que describe. El problema de la segunda parte es que no
se sabe, a ciencia cierta, quien es el autor de cada receta, o por lo menos su
origen estricto.
No es que no
haya autores, sólo que están mencionados de una forma muy genérica en la “Nota
preliminar”. Allí hay una lista de personas que la ayudaron en las
recopilaciones. A cada persona le atribuye su provincia de nacimiento, un dato
que no es menor; pero, luego, a lo largo de la obra no las asocia a cada receta
concreta. Adicionalmente, en la lista, no hay informantes de Cuyo.
El libro tiene
tres recetas de carbonada, a saber: “Carbonada de mandioca” (incluida en el
capítulo del Nordeste Argentino) y las de “Carbonada” y “Carbonada en zapallo”
(que pertenecen al capítulo dedicado a la cocina pampeana). (5)
A simple vista
se pueden advertir varias cosas. En la primera de ellas, destaca ya desde el
título el uso de la mandioca que es propio del Litoral Argentino. En la última,
la fórmula de la carbonada en zapallo, atribuida a la cocina pampeana, pone en
entredicho la identidad cuyana de este modo de presentar la idea gastronómica.
Esta presencia no es decisiva porque no podemos establecer un anclaje temporal de
la receta, pero es llamativa. En la actualidad, la carbonada servida en zapallo
se cocina en todo el país, pero no resulta menor atribuirla a las pampas
argentinas. (6)
Efectivamente,
la carbonada con mandioca lleva este producto local en lugar de papas o
batatas. Fuera de ello, no tiene más detalles que las diferencien de otras
carbonadas. Las recetas pampeanas tampoco se diferencian demasiado de la idea.
Ambas llevan duraznos. Sólo un detalle, en la receta de carbonada en zapallo,
se corta la tapa de la calabaza, se quitan semillas y fibras como en todas las
recetas similares, pero adicionalmente se quita parte de la pulpa que luego se
agrega al guiso.
Otra curiosidad
es que, en el libro, no hay ninguna receta cuyana de carbonada… y sin embargo,
algo nos llama la atención… es la receta de “Zapallo relleno” que sí se
encuentra en el capítulo dedicado a Cuyo. Claro que no es una carbona típica
(lleva carne picada de vaca y cerdo, choclo rallado y ciruelas en lugar de
durazno), pero se parece mucho… ¡Ah! el zapallo se trata como en la receta
pampeana (se practica una tapa, se quitan semillas y fibra y se quita un poco
de pulpa para usarla en el relleno). (7)
VII Recetarios argentinos de consulta
En los recetarios argentinos que habitualmente
consulto aparecen varias recetas con variantes reconocibles en la diversidad
del plato (v. g., con o sin arroz, con o sin duraznos, etc.). De modo que no
hay detalles que nos permitan esclarecer, o que consigan entorpecer, nuestras
pesquisas.
Salvo uno contenido en el Libro del Buen
Comer (1947). Su autor, José
Eyzaguirre fue un diplomático chileno que vivió muchos años en Buenos Aires. En
nuestra ciudad publicó ese libro que contiene recetas refinadas adscriptas al
canon de la academia francesa. Tan fuerte es esta adscripción que hay varias
recetas cuyo exotismo requieren de una identificación geográfica de origen que
don José registra.
En la página
303, expone dos recetas que nos interesan, “Carbonada” y “Carbonada flamenca”.
Es tan clara la diferencia que no vale la pena volver sobre el asunto; si en
cambio, leer el “Índice de platos regionales” que incluye la carbona en el
listado de recetas argentinas, en tanto que la excluye de las chilenas. (8)
VIII La receta sanjuanina de Federico
El Dr. Federico Clavijo
fue compañero mío de trabajo por más de diez años. En ese tiempo hemos podido
construir una relación de afectuoso respeto que me permite considerarlo como un
buen amigo.
Federico nació
en San Juan y, a pesar de que hace muchos años que vive en Buenos Aires, ama
tanto a su provincia que suele recordarla cocinando platos típicos. En más de
una vez hemos hablado de su carbonada en zapallo que le considera tan cuyana
como la cueca y la cordillera en su punto más alto.
Federico ha
recorrido el mundo en viajes intensos cargados de emoción y aprendizajes es por
ello que confío en su criterio para discernir el sentido de las cosas cuando de
un plato de comida regional se trata.
Le pedí su receta y tuvo la amabilidad de enviármela por correo
electrónico.
Antes de exponer la
receta, me gustaría darle la palabra a Federico, vale la pena:
“Estimado Mario,
”Adjunto te
envío la receta que suelo preparar yo y que aprendí de mi familia.
”Como dije en
Whatsapp, desconozco a partir de cuándo comenzó a servirse dentro de un
zapallo.
”En el adjunto
te cuento sí, que la receta era la que se preparaba en casa de mi bisabuela,
que falleció cuando yo tenía 10 años.
”Si bien mi
familia no proviene de los pueblos originarios, mi tatarabuela estaba muy unida
a sus costumbres, las aprendió mi bisabuela y de ella mi abuela, aunque se
fueron perdiendo en el tiempo.
”Espero te sirva
”Abrazo enorme.” (9)
Sirve, y mucho,
querido amigo.
Carbonada |
|
Fuente (fecha) |
Receta
familiar de Federico Clavijo (2021). |
Ingredientes |
Zapallo
criollo mediano 1. Manteca
100 gr. Leche
200 cm3. Cebollas
medianas 2. Pimiento
morrón rojo 1. Puerro
1. Aceite
girasol 50 cm3. Aceite
de oliva un poquito. Carne
de cerdo150 gr. Carne
vacuna 300 gr. Chorizo
colorado 1. Sal
y pimienta a gusto. Ají
molido a gusto. Orejones
de durazno 1 taza. Tomate
1 (si son tomates secos, agregar 1 taza y que estén previamente hidratados). Caldo
de pollo 3 cucharones. Aceitunas
verdes 1 taza. Huevos
duros 4. Pasas
de uva 2 cucharadas soperas. Comino
a gusto. Pimentón
extra dulce a gusto. |
Preparación |
1.- Comenzamos lavando el zapallo, lo
secamos y con un cuchillo bien filoso le sacamos la tapa y retiramos las
semillas (tener cuidado de no dañar el zapallo). 2.- Dentro del zapallo colocamos parte
de la mantaca, que quede untada en las paredes del zapallo, y la leche. 3.- Cumplido este paso, hornear el
zapallo, en mantecado en su interior, por 30 minutos a fuego medio. (reservar
manteca para la preparación del relleno). 4.- En una cacerola grande, colocar
manteca y aceite y rehogar la cebolla, el pimiento y el puerro previamente
lavados y picados. Rehogar hasta que la cebolla se ponga transparente. 5.- Cortar la carne en cubos (tamaño
bocado) y el chorizo colorado en rodajas finas. 6.- Incorporar estos ingredientes a la
cacerola y rehogar hasta que la carne esté dorada. (siempre moviendo la
preparación). 7.- En este paso agregamos la sal, pimienta
y ají molido y cocinamos todos por 10 minutos con la olla tapada. 8.- En ese tiempo, remojamos los
orejones en agua tibia, los cortamos en cubitos junto con los tomates secos
(o 1 fresco) y cumplido los 10 minutos los agregamos a la preparación. 9.- Dejar cocinar 30 minutos a fuego
lento y agregando caldo de pollo para evitar que la preparación no se seque. 10.- Cumplido el tiempo de cocción,
retirar del fuego y agregar las aceitunas verdes, las pasas y los huevos
duros picados gruesos. 11.- Aquí condimentar con comino y
pimentón. 12.- Con esta preparación se rellena
el zapallo y se lleva nuevamente al horno para que se caliente. 13.- Decorar con orejones, tomates
secos y pasas. |
Comentarios |
De Federico: 1.-
“Originalmente esta receta se prepara con charqui (carne seca) pero siendo
ésta difícil de conseguir.” 2.-
“También puede agregarse choclo (cortado en rodajas finas, que debe
incorporarse a la preparación luego de salteada la carne).” 3.-
“Esta receta, que aparece en varios libros y recetarios, era la que preparaba
mi bisabuela, a quien tuve el placer de conocer, y era maestra rural en el
departamento 9 de Julio, al este de la capital sanjuanina.” |
Con esta maravillosa receta familiar concluyo estas
notas. Estimado lector, en el próximo verano, anímese cocinar una buena
carbonada… notará una diferencia clara entre este guiso y los otros íconos de
cocina de cuchara argentina, como el puchero y el locro.
Notas y bibliografía:
(1) 1988, González Videla de Segura, M.A.
y González Videla de Cavanagh, F. C., Sabores
de la antigua Cocina Cuyana. Recetario de las González y Videla, Mendoza,
INCA Editorial, pag. 35.
(2) 2005, Berreteaga, Choly, La cocina de nuestra tierra,
Buenos Aires, Editorial Atlántida, pag. 4.
(3) “Carbonada en
zapallo” y “Carbonada con duraznos”, en ídem, pp. 32 y 71, respectivamente.
(4) 1990, Elichondo, Margarita, La
cocina criolla. Memoria y recetas, Buenos Aires, Ediciones del Sol, 2008.
(5) Ídem, pp. 133,
185-185 y 186-187, respectivamente.
(6) 2010, Mallmann, Francis, Siete
fuegos, mi cocina argentina, Buenos Aires, V&R, pp. 98-99.
(7) 1990, Elichondo, Margarita, Op. Cit.,
pp. 101-102.
(8) 1946, Eyzaguirre, José, El
libro del buen comer, Buenos Aires, Editorial Saber Vivir, 1946, 2° edición,
pag.543
(9) 2021, Clavijo,
Federico a Aiscurri, Mario, e-correo, 19 de octubre.
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