El lector sabe muy bien que soy un cultor de
las tradiciones culinarias que trajeron las colectividades de inmigrantes que
llegaron a nuestro país, que he perseguido cada receta, y cada detalle de una
receta con utillajes de entomólogo (observación y paciencia) con la finalidad
de detectar qué es lo que aportaron al caldo común de la cocina neo criolla.
Pero, al mejor cazador se le suele escapar una liebre… desconocía este plato
hasta que Mario Sorsaburu la sacó del bolso en que guarda las recetas familiares y la puso frente a mis ojos.
¿Nunca probé esta ensalada tibia de arroz,
lentejas y cebolla? ¿Me pasó como con esos objetos que uno busca y no encuentra
porque están demasiado a la vista?
Tal vez fue porque las lentejas son parte de
mi vida, de los sabores de infancia que me acompañan desde lejos… y este plato,
enyátara libanesa, las tiene por estrella.
Cuando yo era niño mi madre solía preparar
guisos de lentejas en invierno, como en tantas otras familias porteñas. Sin
embargo, en verano, no estaban ausentes en la mesa familiar. Mi madre preparaba
ensaladas con legumbres frías y cebolla, siendo mis preferidas las que hacía
con lentejas. Ambos platos, de clara tradición hispana, forman parte de ese
gusto, de la memoria olfativa y gustativa que llevo conmigo a todos lados. De
modo que ahora que reparo en ella, la enyárata no me es enteramente ajena a
pesar de pertenecer a otra tradición culinaria.
¿En qué consiste? Simplemente en una ensalada
que se puede servir caliente o tibia. ¿En qué se diferencia con la de mi madre?
No sólo en la temperatura, sino también en el universo de los aliños
específicos. Es sabido que la condimentación de un plato es determinante,
aunque no el único, al momento de cifrar su identidad étnica.
Seguramente comí enyárata en más de una oportunidad
en mi vida. Seguramente habrá formado parte del mehza, la picada tradicional
con que comienza toda comida árabe importante. Seguramente su doble afinidad,
la presencia de las lentejas y el arroz, por un lado, y el universo de aromas
compartidos por el resto de los platos puestos sobre la mesa, me impidieron
identificar esta ensalada como lo que es, algo diferente, singular en el
contexto de la comida árabe en La Argentina.
Está claro que, como siempre con los platos de
esta tradición culinaria, el problema está en la denominación. En la familia de
mi amigo, recibía los nombres de enyárata o mnjadra. Por su parte, el Chef
Abdala la denomina myadara. (1) Vaya a saber uno que otro nombre podría tener
en la carta de un restaurante.
Aquí estamos recogiendo una receta familiar
que ya preparaba la bisabuela de Mario y que las mujeres de la familia, su
abuela, su madre y Mora, su esposa, acogieron con cariño y repitieron con
vocación celebrante.
Mario nos dice que la
base, mejor dicho con sus palabras, los protagonistas de este plato son las lentejas,
el arroz y las cebollas y despliega algunas variantes posibles que he tratado
de recoger en la receta.
Por ejemplo, a veces,
sólo a veces, Mora y Mario reemplazan el arroz por garbanzos pelados. Pareciera
tratarse de una variante muy antigua. Su abuelo Jorge las prefería de ese modo
porque sostenía que su madre la preparaba así para las grandes ocasiones.
Como tantas otras
recetas, ésta no se conservó inmutable en la familia, siempre hay lugar para
algún detalle personal que hará que esta receta que publico sea única. Por
ejemplo, Mario le agrega ají picante solo por gusto.
Puede que el lector no
consiga los piñones que Mario agrega cuando los tiene, pero el resto de los
ingredientes es accesible y permiten la elaboración de un plato tan sencillo de
preparar como sabroso. Se los puedo asegurar por experiencias.
Aquí la receta.
Enyátara libanesa |
|
Fuente (fecha) |
Receta de Mora Sorsaburu (2020) (2) |
Ingredientes |
Lentejas. Arroz. Garbanzos. (opción
alternativa). Cebolla blanca o morada.
(la elección es al gusto del cocinero). Aceite de oliva. Comino. Pimentón. Ají molido. Cúrcuma. Sal. Pimienta. Piñones. Almendras. Queso feta en lascas. |
Preparación |
1.- Cocinar las lentejas hasta que casi estén para comer. 2.- Cocinar el arroz (o los garbanzos, si se decide por esta
opción). 3.- Pelar los garbanzos (si se decide por esta opción). 4.- Poner a cocinar cebollas blancas o moradas en una sartén
profunda con un poco de aceite de oliva. 5.- Agregar las lentejas y dar unas vueltas. 6.- Agregar el arroz (o los garbanzos, si se decide por esta
opción). Dar unas vueltas. 7.- Condimentar con comino, pimentón, ají molido, cúrcuma, sal
y pimienta. 8.- Agregar piñones y almendras. 9.- Servir caliente, agregando las lascas de queso feta por
arriba. |
Comentarios |
De Mario: 1.- Los ingredientes básicos son las lentejas, el arroz y las
cebollas moradas o blancas que son las protagonistas del plato. En la casa
familiar se cambiaba, a veces el arroz por garbanzos, porque el abuelo de
Mario, don Jorge, sostenía que así lo hacía su madre en ocasiones especiales. 2.- Puede llevar jengibre, que se agrega al hervir las lentejas,
o canela espolvoreada al servir. Mario no usa estas opciones, pero sí suele
agregar comino negro (le da un gusto especial) y un poco de ají picante. 3.- En muchas casas se agrega laben (un yogurt casero ácido) por
encima del plato en el momento de servirlo. Su abuela, por ejemplo, preparaba
laven todas las semanas, en su casa se comía como acompañamiento de muchas
comidas, no sólo de la enyárata. Mario prefiere las lascas de queso feta para
completar el plato con la dosis de lácteos correspondientes. Míos: 1.- La receta no indica las cantidades
de cada ingrediente; pero son fáciles de calcular para quien tenga
experiencias con lentejas y arroz. 2.- Mario publicó una versión de esta
receta en las redes sociales. (3) |
Notas y bibliografía:
(1) 2007, Chef Abdala, Pasión
por la cocina árabe, Buenos Aires, Atlántida, Pag. 24.
(2) 2020, Mario Sorsaburu a Mario Aiscurri, correo-e del 29 de
julio.
(3) En el grupo “Buena
Morfa Social Club” de Facebook, 2 de junio de 2020, la he leído el 25 de julio de
2020 en https://www.facebook.com/groups/buenamorfa/?post_id=3384802034872965.
Que delicia!!!!
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