sábado, 16 de enero de 2021

Tamales de La Quebrada de Humahuaca, tamales de Nuestra América

Aquí una idea gastronómica que me conmueve, y no sólo por aromas, sabores y texturas; sino también por su alto significado de hermandad e identidad común… por eso la amo.

La imagen pertenece al autor  (desayunador de Sala de Payogasta, Salta)

Ya publiqué la receta de doña Tomasa de Tilcara que mi amiga Silvia Castillo pudo registrar para que no se pierdan en la memoria colectiva. Ahora, propongo una fórmula más moderna, también de la mano de Silvia.

Adicionalmente tengo la fortuna de contar con recetas de Carmen Espada, mi prima mexicana, que, por comparación, completa nuestro panorama de esta idea gastronómica americana, tal y como se da en La Quebrada.

Pero antes, yo tengo…

I Una bandera

Desde hace muchos años me siento parte de una gran nación hispano americana. Convicciones doctrinarias, fundadas en las hazañas y el pensamiento de los libertadores de América, me han llevado a concebir la idea de un destino común. Pero una idea no es un sentimiento. ¿Cómo definir entonces lo que siento? A veces creo que me es imposible alcanzar las palabras adecuadas… y, sin embargo, hay algunos hechos que dan asidero a mi sensibilidad y que, tal vez, puedan suplantar una explicación literaria.

El resto de las imágenes pertenecen a Silvia Castillo, salvo indicación en contrario 

Si escucho, por ejemplo, a Lila Dawns, a Totó la Momposina, a Violeta Parra o a Cecilia Todd, se me eriza la piel porque me parece estar escuchando algo muy mío… como si estuviera escuchando a Susana Rinaldi o a Mercedes Sosa. También me pasa con la comida, especialmente con la peruana y la cocina regional argentina que es la que más puedo frecuentar.

Sí, claro, me dirán algunos, te pasa porque hablamos el mismo idioma, que es diverso y uno, que nos une por ser compartido y por sus matices que también nos diferencian en nuestras individualidades locales y sociales. Pero también pasa con los ritmos musicales tradicionales que en algo se parecen entre sí a pesar de su diversidad… y, por supuesto, pasa con el maíz que nos recorre de arriba abajo.

El maíz ha servido para alimentarnos de muy diverso modo desde antes de la llegada de los españoles, siguió haciéndolo con ellos y sigue desde que dejamos de ser España. Desarrollamos muchos modos de comerlo a lo largo de los siglos. Pero hay uno que puede ser el emblema, la bandera de esa unidad, el tamal. El tamal recorre, en diversas formas, casi toda Nuestra América

En fin, no tengo una clara definición de mis sentimientos, pero sí, una clara exposición de objetos, materiales e inmateriales, que los respaldan, los sostienen. Tengo el tamal, tenemos los tamales que hablan un castellano mestizo que nos hermana. Tengo una bandera, tenemos una bandera.

II La bella receta de doña Tomasa Corimayo

Los tamales exigen un proceso de elaboración y cocción algo complejo. Se pueden señalar cuatro etapas importantes: preparación de la masa, elaboración del relleno, armado de los paquetes y cocción. Cada uno de ellos tiene sus particularidades que generan diferentes versiones, de país en país, de provincia en provincia, de pueblo en pueblo, de casa en casa.

Estos pasos están claramente definidos en la receta de doña Tomasa Corimayo de Tilcara que Silvia Castillo publicó en su momento y que yo reiteré en El Recopilador de sabores entrañables. (1) Doña Tomasa aprendió a cocinar tamales de su madre, doña Nicolasa, y sus descendientes siguen haciéndolos. (2)

Dedicaré este artículo específicamente a la preparación de la masa, señalando adicionalmente algunos detalles sobre el relleno, si cuadra. Se trata de una selección discrecional porque es sabido que todo hace a un buen tamal. Pero quiero detenerme allí porque juzgo que posee un valor patrimonial fundamental que es necesario subrayar y preservar.

Les propongo empezar haciendo el recorrido a partir de la receta de doña Tomasa a la que tomaré como referencia por ser la forma tradicional de hacer tamales en las provincias de Salta y Jujuy, en especial en el Valle de Lerma y La Quebrada de Humahuaca.

¿Cómo prepara doña Tomasa la masa para hacer sus tamales? Simplemente Moliendo maíz pelado humedecido en una pecana (mortero consistente en una piedra grande casi plana con una mano también grande con forma de media luna) hasta que quede una pasta uniforme y plástica, de textura delicada, como si fuera una arcilla a punto de ser utilizada por algún alfarero experto. ¿Así de simple? Sí, pero hay un asunto previo, ¿cómo pela ella el maíz?

Realiza un proceso que en México se conoce como preparación de maíz nixtamal (usaré las formas del verbo nixtamalizar para referirme a él en adelante, espero que se me permita el neologismo que ya es de uso común). El proceso que agrega un paso más a la elaboración de tamales, es bastante simple. Aunque ya lo he descripto en otros artículos, volveré a referirme a él. (3)

Para nixtamalizar el maíz es necesario sumergirlo en agua con cenizas blancas (1 kg de cenizas blancas y un litro de agua por kg de maíz); llevarlo al fuego y hervirlo por 2 horas, vigilando que no se quede sin agua. Las cáscaras se soltarán y será fácil retirarlas, refregando los granos con ambas manos, cuando el agua se hay enfriado. Si los tamales se prepararán enseguida, es bueno conservar el agua de cocción para humedecer el maíz pelado en el momento de la molienda. Si no, se puede utilizar el caldo en que se ha cocido la carne que se usará para el relleno.


El relleno de doña Tomasa se hace con charqui hidratado en un hervor. Si no se cuenta con esta carne seca, se la puede reemplazar con carne de espinazo sancochada y luego secada al horno. Otras recetas típicas argentinas pueden llevar carne de cabeza guateada. (4)

A su vez, la forma de los tamales de nuestra cocinera tilcareña es la de una pequeña bola. Doña Tomasa pone especial cuidado en armar en su mano un pequeño cuenco con la masa. Como ésta tiene una textura consistente como la arcilla del alfarero, resulta fácil para sus manos expertas. Pone el recado en su interior y cierra la bola con mucho cuidado, asegurándose de que la masa cubra bien el relleno. Finalmente envuelve las bolas en chalas de maíz humedecidas para evitar que se rompan y ata los extremos con tiritas de chala. Finalmente, los hierve en agua. Así se hacen los tamales en las provincias de Salta y Jujuy, a diferencia de otras provincias argentinas y otros países de Nuestra América que prefiere la forma de un rectángulo.

Masa para tamales: receta de doña Tomasa

Fuente (fecha)

(Ver nota (1))

Ingredientes

1 Kg de maíz blanco (y, si no, amarillo)

1 Kg de ceniza de leña buena de molle o quebracho o jume. Bien blanca y sin carbón.

Agua,

Sal.

Preparación

Nixtamalizar el maíz:

1.- Poner 1 Kg de Maíz en olla grande, agregarle 1 Kg de ceniza (solo ceniza blanca, desechando la oscura y carbones) y un litro de agua.

2.- Hervir todo por 1 o 2 horas: vigilar que no falte agua y cuando, al refregar el grano, se desprende la cascarita (pericarpio) ya está.

3.- Dejar el maíz en esa agua 24 horas y después lavar súper bien y pelar.

4.- Se desechan todas las cascaritas.

5.- Se enjuaga bien el maíz y se le retira el piquito que lo fija al marlo (paciencia!).

Preparación de la masa:

6.- Se muele el maíz pelado de este modo en una pecana (mortero grande con gran mano de piedra) mientras se agregan chorritos de caldo de carne del hervido del charqui o de la carne que se haya utilizado para hacer el relleno. Debe quedar maleable como una arcilla: amasarlo con la grasa de cerdo y corregir la sal.

7.- Para más cremoso agregar más caldo, pero que tenga consistencia de modelar.

La receta de doña Tomasa es genuina y típica en todos los sentidos. Empero, algunas circunstancias de la vida moderna han introducido cambios, sobre todo en el tratamiento del maíz, como veremos más abajo. Antes de pasar a ellas, pongo un enlace a un video que permite apreciar el tratamiento que debe hacerse con una pecana sobre el maíz pelado. (5)

III Recetas alternativas

También se pueden hacer tamales con harinas o preparados de maíz especiales para ello. Pero esto requiere de ciertos cuidados.

Un dato fundamental es que la harina esté bien humectada cuando se hace la masa para el tamal. Adicionalmente, una vez armados los tamales deben cocinarse por espacio de dos horas en agua hirviendo. Silvia Castillo sostiene que si no se siguen estos cuidados los tamales quedarán duros y la masa tendrá una textura demasiado seca y rígida. (6)

¿En qué consiste esa harina, es preparado para tamales que Silvia consigue en el mercado de Tilcara? Ella no lo sabe con certeza. Realicé algunas consultas que no clarificaron demasiado el panorama, pero que voy a exponer de todas maneras.


Juan Ignacio Gerardi dice que, en el campo (se refiere a las áreas rurales cercanas a la ciudad de San Salvador de Jujuy), ha comido tamales con maíz sin pelar que estaban muy buenos. Estaban hechos con harina obtenida de maíz seco molido en cutana. Se trata de un mortero profundo cuya mano muele por fricción o rozamiento que se ha usado tradicionalmente para producir harinas.

Sostiene, además, que es cierto que, en muchos casos, la harina que se vende comercialmente da como resultado una masa con una textura seca y dura. Él mismo ha visto que en los molinos de Bolivia se moltura maíz amarillo sin pelar que luego se vende para hacer tamales; pero no puede asociar estrictamente este producto con los que se venden en La Quebrada. Conjetura que es probable que el pobre resultado tenga que ver con la mala calidad del maíz que se usa o con el molino que calienta la harina. (7)

Consulté también a Agustín Dolivo del molino Puesto Viejo de Colonia Caroya (Provincia de Córdoba). El molino se especializa en harina de maíz para polenta blanca, producto muy apreciado por los paisanos del Véneto y de la Venecia Julia y por sus descendientes en La Argentina. Además de producir polenta de maíz blanco, producen maíz pisado para locro.

Agustín cuenta que, en este último caso, se usa una máquina desgerminadora que parte el grano y le retira el germen y el pericarpio. Para procesar el maíz blanco con esta máquina, no es necesario nixtamalizarlo. Por otro lado, no puede decir nada acerca de harinas para hacer tamales, porque no las produce. (8)

Cuando leyó el borrador de este artículo, Silvia Castillo agregó: “Yo también percibí, cuando estudiamos y probamos las harinas de maíz con Lucila Bugallo, las diferencias con los molinos eléctricos y ese olor como a cocido por fricción de los molinos eléctricos que no aparece en la molienda a piedra, que da un sabor más limpio del maíz, yo lo definiría como un aroma lácteo.” (ver nota (2))

A pesar del escaso éxito que pude obtener en mi pesquisa, los invito a leer la receta con el preparado que se vende en Tilcara que Silvia Castillo ha podido recoger:

Masa para tamales con harina de maíz

Fuente (fecha)

Receta de Silvia Castillo (2020) (9)

Ingredientes

Harina de maíz para tamales.

Caldo en que se hirvió el charqui o se sancochó la carne que se usará para el relleno.

Grasa de cerdo.

Preparación

1.- Humedecer la harina con el caldo y un poco de grasa derretida, si se cuenta con ella.

2.- Amasar hasta que quede de una textura cremosa, como de arcilla, que es la que se requiere para los buenos tamales.

Comentarios

De Silvia:

1.- Confiesa que le da pena ver cómo la utilización de estos preparados para tamales hace que se vean cada vez más morteros sin uso en todas las casas.

2.- Afirma, en reiteradas ocasiones, que la incorporación de manteca de cerdo (grasa) es el secreto de hacer buenos tamales con estas harinas.

Pero ésta no es la única manera de conseguir la textura de la masa para tamales.

Algo más lejos de La Quebrada de Humahuaca, pero aún en el ámbito del Noroeste Argentino, hay una manera de hacer tamales que procuran la textura suave y delicada en la masa de otro modo.

Se trata de los tamales tucumanos que llevan un puré de zapallo mezclado con maíz pelado (nixtamalizado) molido o, incluso, harina de maíz para polenta.

Hay infinidad de recetas publicadas al respecto, me limitaré a transcribir la de Benito Lisandro Lezcano de Estación Pacará (Departamento Cruz Alta, Provincia de Tucumán). (10)

Tamales tucumanos

Fuente (fecha)

Benito Lisandro Lezcano (2020)

Ingredientes

Harina de maíz ½ kg.

Zapallo anco 3 kg.

Caldo de carne.

Sal.

Preparación

1.- Cocinar el zapallo anco en una olla.

2.- Dejarlo enfriar y pelarlo.

3.- Colocar el zapallo anco en una batea y agregar la harina de maíz y un poco de caldo de carne.

4.- Se amasa hasta lograr la textura deseada.

5.- Salar a gusto.

No tengo la intención de alejarme mucho más de la Provincia de Jujuy. Pero quiero aprovechar que he publicado la receta de tamales de mi prima María del Carmen para realizar una comparación. Mi prima nació en México y allí aprendió a hacer tamales.

IV La receta de María del Carmen

Le pedí a mi prima Carmen Espada que me enviara su receta de tamales. Ella vive en Los Ángeles, pero nació y se crió en Poncitlán, Estado de Jalisco, México. Sabía yo que, para las Navidades, ella cocina pozole, un guiso de maíz blanco pisado (conceptualmente similar al locro argentino) y tamales para la celebración familiar.

Para mi sorpresa, me envió una receta familiar en la que doña Esther, su madre, introdujo una innovación muy interesante. He publicado la receta tradicional de tamales y la receta familiar. (11)

La imagen pertenece a Carmen y Joe Espada

Aquí reproduzco las partes pertinentes a la preparación de la masa para tamales. Pero antes debo hacer una aclaración. Esta masa se puede hacer de dos formas, con masa de maíz nixtamal o con harina nixtamalizada industrialmente. Sí, la harina industrial para hacer tamales se procesa a partir de maíz nixtamal (el lector puede ver el respaldo documental en el artículo referido (ver nota (11))).

La masa se produce artesanalmente del mismo modo que la preparación tradicional de doña Tomasa en Tilcara. María del Carmen la suele conseguir en los mercados latinos de Los Ángeles.

La marca más conocida de harina nixtamalizada es Maseca (apócope de “masa seca”), Carmen la consigue, incluso, en supermercados. Como la harina está deshidratada, el proceso de humectación es más complejo y requiere una mayor cantidad de elementos (grasa de cerdo y caldo), como ocurre con el preparado para tamales que se vende en Tilcara. La receta da cuenta de los dos modos de hacer la masa.

Masa para tamales, una receta mexicana

Fuente (fecha)

María del Carmen (2020)

Ingredientes

Para treinta (30) tamales

Opción 1:

Masa de maíz nixtamal 1 ¼ kg.

Manteca de leche (mantequilla) c/n

Opción 2:

Harina de maíz nixtamalizado (Maseca) 1 ¼ kg.

Manteca de cerdo 250 gramos.

Polvo para hornear 2 cucharadas.

Caldo de pollo 3 tazas.

Sal al gusto.

Preparación

Opción 1:

1.- Humectar la masa con manteca, amasándola hasta lograr la consistencia deseada (ligeramente aguada).

Opción 2:

1.- Batir la manteca hasta que tenga una consistencia untuosa.

2.- Agregar poco a poco la harina.

3.- Verter poco a poco el caldo de pollo.

4.- Agregar el polvo de hornear y la sal.

5.- Batir hasta obtener una consistencia ligeramente aguada.

Les presento ahora la receta familiar, una creación personal de doña Esther un tamal cuya masa es más delicada y esponjosa, mediante el agregado de una porción de harina de arroz. ¿Cómo se le ocurrió la idea? La historia está contada en el artículo que ya he mencionado. (ver nota (11))

La imagen pertenece a Carmen y Joe Espada

Ahora la receta de Carmen basada en la de su madre (también en las dos versiones masa de maíz nixtamal y harina de maíz nixtamalizado).

Masa de maíz para tamales en la receta familia de María del Carmen

Fuente (fecha)

María del Carmen (2020)

Ingredientes

Para treinta (30) tamales

Opción 1:

Masa de maíz nixtamal 1 kg.

Harina de arroz 250 gr-

Manteca de leche (mantequilla) c/n

Opción 2:

Harina de maíz nixtamalizado (Maseca) 1kg.

Manteca de cerdo 250 gramos.

Polvo para hornear 2 cucharadas.

Harina de arroz 250gr

Caldo de pollo 3 tazas.

Sal al gusto.

Preparación

Opción 1:

1.- Agregar la harina de arroz a la masa, integrar amasando.

2.- Humectar la masa con manteca, amasándola hasta lograr la consistencia deseada (ligeramente aguada).

Opción 2:

1.- Batir la manteca hasta que tenga una consistencia untuosa.

2.- Agregar poco a poco las harinas de maíz y arroz mezcladas.

3.- Verter poco a poco el caldo de pollo.

4.- Agregar el polvo de hornear y la sal.

5.- Batir hasta obtener una consistencia ligeramente aguada.

Si seguimos hurgando encontraremos muchas más variantes de tamales en La Argentina y en Nuestra América. Por ahora está bien con lo que hemos expuesto.

IV Una conclusión importante

Es obvio que la receta de doña Tomasa es un enorme patrimonio cultural argentino que está en riesgo de perderse. Es obvio, también, que con ese patrimonio se pierden valores nutricionales importantes. Es obvio, finalmente, que la vida cultural de los pueblos se resume en una tradición propensa a los cambios de época.

Lo que no es obvio y debemos aprender es que esas transformaciones y cambios no deben introducir modificaciones que nos empobrezcan. Dicho de otro modo, habría que pensar seriamente en la producción de harinas con maíz nixtamalizado, aunque más no sea en pequeña escala. De este modo, podríamos hacer tamales auténticos en Buenos Aires. No es mucho pedir, no es imposible y hay un mercado potencial de consumo interesante.

Notas y bibliografía:

(1) 2020, Castillo, Silvia, “Receta de tamales al estilo de La Quebrada”, en El Recopilador de sabores entrañables, leído en https://elrecopiladordesabores.blogspot.com/2020/11/receta-de-tamates-de-dona-tomasa-al.html el 8 de enero de 2020.
Los integrantes de Buena Morfa Social Club (grupo cerrado de Facebook) pueden consultar la publicación original en el siguiente enlace: https://web.facebook.com/groups/buenamorfa/permalink/1795917177094800/.

(2) 2020, Silvia Castillo a Mario Aiscurri, correo-e del 29 de mayo.

(3) 2020, Castillo, Silvia, “Receta de tamales al estilo de La Quebrada”, cit.
2020, Aiscurri, Mario, “
Riquezas ocultas en la cocina de La Quebrada de Humahuaca – Parte III: Pelar el maíz; Chuchoca; Preservación del patrimonio culinario en torno del maíz”, en El Recopilador de sabores entrañables, leído en (artículo aún no publicado).

(4) Procedimiento de cocción. Para guatear una cabeza es necesario cavar un pozo en la tierra, encender un fuego en él y, cuando se han formado las brasas, introducir la cabeza de vaca, tapándola con tierra. Doce horas después se retira la tierra y la cabeza ya cocida.

(5) Visto en https://www.youtube.com/watch?v=akCOGswVOxM y en https://www.youtube.com/watch?v=-wg09reje_8 el 10 de mayo de 2020. El primer video, Julia, muestra la receta a partir del maíz ya pelado, moliéndolo con una pecana. El segundo, el pelado del maíz (maíz nixtamal). En éste, Rosa muestra cómo se usa la pecana, pero muele el maíz ya pelado con una picadora de carne.

(6). 2020, Castillo, Silvia, entrevista grabada el 23 de enero.

(7) 2020 Mario Aiscurri y Juan Ignacio Gerardi, vía Messenger, del 5 y 10 de mayo.

(8) 2020 Mario Aiscurri y Agustín Dolivo, correos-e del 18 y 19 de mayo.

(9) 2020, Castillo, Silvia, entrevista grabada el 23 de enero.

(10) 2010(c), Presidencia de la Nación, Ministerio de Desarrollo Social, Saberes y sabores norteños, Gamarra, María Liliana, Proyecto Recetarios Regionales, Pag. 61       
También hay una descripción de tamales tucumanos en
2020, Castillo, Silvia, entrevista grabada el 23 de enero.

(11) 2021, Aiscurri, Mario, “Tamales, receta original de una familia mexicana”, en El Recopilador de sabores entrañables, leído el 16 de enero de 2021 en https://elrecopiladordesabores.blogspot.com/2021/01/tamales-receta-original-de-una-familia.html.


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