Vengo exponiendo las recetas de Ernesto Conde. No cuesta mucho encontrar el sentido libertario que
para él tiene la cocina en la selección de sus recetas favoritas y en el modo
en que las ejecuta. Creatividad, osadía y aplausos finales se ponen en juego en
cada elección. Porque el aplauso para el asador no alimenta la vanagloria
Tucho, sólo confirma el acierto en sus decisiones frente a los fuegos.
Las imágenes pertenecen a Ernesto Conde
La receta que publico hoy
abre el juego en sentido radical, ¿a quién se le ocurre preparar gravlax en
Buenos Aires?, ¿a quién se le ocurre preparar un gravlax como el de Tucho?
La receta es exótica y
ajena a la tradición culinaria argentina. Sin embargo, a pesar que hay una
oferta escasa en los restaurantes porteños, poco a poco ha ido ocupando un
lugar en las preferencias de ciertos hogares. ¿Las razones? Probablemente las
mismas que explicaban su ausencia total algún tiempo atrás: el acceso, en los
últimos años, a salmones de los criaderos del sur de Chile a precios
razonables.
El plato es tan sencillo
de preparar como gustoso a los paladares argentinos debido a la suavidad y
delicadeza de las carnes del salmón y del aliño que lleva (básicamente azúcar,
sal y eneldo).
Mi compañero de trabajo
Gustavo González lo preparaba sin saber que lo hacía… Vaya uno a saber de dónde
había sacado la receta. Lo cierto es que este criollo bonaerense, ducho en el
manejo de los fuegos en asadores y parrillas, se regalaba con esta conserva
vikinga, ignorando todo sobre ella excepto su delicada elaboración.
Tucho Conde me mandó su
receta, muy personal, por cierto. Si la pongo junto a su bagna cauda y a su
cuscús ya no debiera sorprenderme el eclecticismo de sus gustos… bueno, al fin
de cuentas, el eclecticismo es una de las características centrales de la
cocina argentina, ¿no?
Pero, en este caso, hay
un detalle no menor que debe ser tenido en cuenta. Nuestro cocinero descubrió
que tiene cierta habilidad para obtener buenos resultados con carnes curadas.
Confiesa: “Empecé
con el Gravlax, curado de salmón a la nórdica que es tan sencillo como exitoso”. (1)
La receta de Tucho tiene
alguna contundencia mediterránea que, por lo poco que sé sobre el tema, cuesta
creer que fuera pensada en las cocinas nórdicas. Este hecho hace que su receta
sea el producto auténtico de una fusión porteña.
Yo he comido el gravlax
que preparaba Ernesto Oldenburg en su 12 Servilletas (restaurante de puertas
cerradas). Era una delicada maravilla. Frente a mi experiencia, la receta de
Tucho resulta algo inquietante. Pero es precisamente allí donde está la gracia
de su cocina, la osadía con que recrea recetas, fusionando elementos de
tradiciones diversas en el rincón libertario de su casa.
Al fin de cuentas, si alguna
vez los vikingos pudieron aceptar el cous cous de Trapani, por qué no pensar
que puedan quedar maravillados con la receta de Ernesto Conde.
Gravlax
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Fuente (fecha)
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Tucho Conde (2017) (2)
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Ingredientes
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Salmón: 1 filete.
Sal gruesa: 1kg.
Azúcar: 1 kg.
Pimienta negra en granos.
Romero.
Tomillo.
Eneldo (si se consigue).
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Preparación
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1.- Mezclar los secos: sal gruesa y azúcar. Agregar pimienta
en granos, romero o tomillo y, si podemos conseguir, eneldo.
2.-
En un recipiente
tipo táper o en una fuente, hacer una base con la mezcla, posar el filete de
salmón y cubrirlo totalmente con lo que queda de la mezcla.
3.-
Cerrar con papel
film y un peso por encima para ayudar al salmón a que largue sus líquidos.
4.-
Dejar que cure en la heladera. A las 24 hs. está listo para comer.
5.-
Servir cortado en fetas como si fuese un fiambre, sobre tostadas con un poco
de queso untable y la parte verde de la cebolla de verdeo cortada bien
finita, como si fuésemos a hacer un locro.
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Comentarios
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El eneldo es fundamental para que el gravlax sea considerado
tal; pero a veces es difícil de conseguir en Buenos Aires. Ernesto lo sabe y
lo declara en su receta.
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Notas
y bibliografía:
(1) 2017,
de Ernesto Conde a Mario Aiscurri, correo-e del 26 de abril.
(2) 2017,
de Ernesto Conde a Mario Aiscurri, correo-e del 6 de junio.
Soy,perdón, somos toda la Familia, fans acérrimos a esta receta Nórdica, Sueca para ser realistas.
ResponderEliminarLa encontré hace muchos años, en la revista Semanal del Periodico "El País" aquí en España.
Me encanta su contraste de sabores, sal y azúcar y desde luego el sabor a Eneldo, en sus dos facetas, dshidratado, seco o Fresco.
Acompañado de la ensalada de Patatas con la que habitualmente lo comen en el Norte de Europa es un plato realmente delicioso, me encanta que también allí en Argentina disfrutéis de esta técnica tan sencilla que nos brinda después un pescado tan delicioso.
Mi receta está colgada en El Fogón Ilustrado.
Yo he descubierto ahora tu blog y pasaré por aquí de vez en cuando a seguirte, a pesar de los pocos y escasos ratos de tiempo libre que disfruto.
Espero disfrutés de un buen fín de Semana con unas buenas lonchas de Samón marinado como aperitivo.
Se puede hacer con otros pescados?
ResponderEliminarGracias, Eduardo, por tus comentarios.
EliminarNunca he visto que se hiciera con otros pescado. Pero me parece que nada prohíbe innovar.