Por Guillermo Gómez
Converse con Roberto di Freitas gerente de
marketing de CIMSAL. Esta historia comenzó cuando en 1974 Herbert de Souza
Vieira puso toda su vitalidad y espíritu emprendedor para producir una de las mejores
sales del planeta tierra, tanto por su calidad orgánica, como por su singular
pureza. Hebert de Souza Vieira junto a su mujer y cinco hijos administran hoy
unas salinas en Rio Grande do Norte, en la esquina continental de Brasil, allí
las condiciones climáticas son únicas para la producción natural de sal marina.
La flor de sal
La flor de sal es la sal gourmet, es la sal en
escamas de altísima calidad ya que tiene alto porcentaje de magnesio y bajo de
sodio conservando múltiples minerales de la vida en el mar, superando en
calidad a la salinas del sur de Francia, dado que la brasileña es secada al sol
de forma natural y esto hace que sus propiedades se conserven, ya la flor de
sal francesa es secada con intervención tecnológica, lo que la hace menos natural.
También supera en calidad a la sal de Pakistán, mal llamada sal del Himalaya,
porque no tiene porcentajes de yeso, y el trabajo se realiza cuidando normas de
higiene y seguridad, ya la sal de Pakistán es un trabajo esclavo en minas de la
forma más peligrosa y primitiva.
Los múltiples sabores de la Flor de Sal
La flor de sal brasileña tiene una gran gama de
versiones en sus sabores, existen matizadas con limón, hierbas, chocolate, ajo
y limón, limón y pimientas. Esta sal es exportada a diferentes partes del mundo
y supera en calidad a muchas sales del mundo consideradas como de alta calidad.
La historia de la sal en Brasil
La sal fue uno de los primeros productos en ser
explotado comercialmente en Rio Grande do Norte. La exploración normal y
extensiva de las salinas de Mossoró, costa de Areia Branca, Açu y Macao data de
1802. Pero el conocimiento de los depósitos espontáneos en la región ya se
conocía desde el inicio de la colonización.
Los primeros documentos
La primera referencia a la sal en Rio Grande do
Norte está registrada en el documento que Jerônimo d'Albuquerque escribió a sus
hijos Antônio y Matias el 20 de agosto de 1605, donde habla de salinas formadas
espontáneamente aproximadamente 40 leguas al norte. Volvemos a tener noticias
de este hecho cuando consultamos el “Alto de repartição das terraes” hecho en
Natal en febrero de 1614, donde está escrito que Jerônimo de Albuquerque regaló
a sus hijos Antônio y Matias, el 20 de agosto de 1605, unas salinas que
estarían cuarenta leguas al norte (aproximadamente 240 km), pero que nunca han
sido cultivadas ni mejoradas.
Las salinas 1644
Otro registro encontrado en viejos libros de
historia dice que en enero de 1644, unos Tapuias, regresando de Outeiro da Cruz
(Maranhão), donde habían estado en combate, entraron en las salinas de Mossoró
y decapitaron a algunos trabajadores que allí se encontraban.
Las salinas de la corte portuguesa en Brasil
En 1808, los salineros de la región se vieron
beneficiados, cuando el rey de Portugal, D. João VI, instalado en Rio de
Janeiro, tras huir de Napoleón Bonaparte, y al no poder recibir cargamentos de
sal de Portugal, firmó una carta real que liberaba a la extracción de sal de
cualquier gravamen, favoreciendo en gran medida el comercio interior.
En los tiempos finales de Don Pedro II
En 1886, el Emperador Don Pedro II creó un impuesto
proteccionista para gravar la sal extranjera. De esta forma, la sal producida
en Rio Grande do Norte se vuelve competitiva, y eso impulsa decisivamente el
desarrollo de nuestra industria salinera.
El paraíso de la sal
El clima predominante en Mossoró es el semiárido
cálido, con temperaturas que oscilan entre los 24º y los 35º centígrados,
temperatura que dura la mayor parte del año. El aire tiene un bajo contenido de
humedad, alta evaporación, con un promedio de 2.850 mm. La precipitación se
produce en torno a los 450 mm anuales y la evaporación neta es de 2.400 mm, y
la intensidad de la radiación solar varía entre 120 y 320 horas/mes, con
vientos que tienen una velocidad media entre 3,8 y 4,4 m/s. Junto a esto,
también contamos con un suelo impermeable, que asegura condiciones ideales para
la cristalización y recolección de la sal, con un grado de pureza que llega
hasta 98 Baumé (Grados de Baumé es una escala hidrométrica creada por el farmacéutico
francés Antoine Baumé en 1768 para medir la densidad de líquidos.).
Las salinas del mar
Esta llanura de inundación es inundada, a veces por
agua de mar, formando así salinas naturales, donde el relieve es llano y bajo,
estrechándose hacia la costa, donde el agua del mar llega a alcanzar 35 km de
la costa. Esta serie de fenómenos naturales convierte a la región en uno de los
lugares más significativos para la extracción de la sal del mar.
Interesante la historia.
ResponderEliminar¿Hay mayor información sobre sus propiedades y ventajas para el consumo humano?
Gracias, Oscar, por tus comentarios.
EliminarTendrías que preguntarle al autor.