sábado, 12 de septiembre de 2015

Georges Clemenceau en La Argentina del Centenario (1910): Guanaco, avestruz y armadillo en la Pampa

Georges Clemenceau (1841-1929) fue una de las figura políticas más importantes de la Tercera República francesa. Fue presidente del Consejo de Ministros entre 1906 y 1909 y volvió a serlo en 1917 en los momentos más críticos de la Gran Guerra. Fue uno de los ilustres invitados a las celebraciones del centenario de la Revolución de Mayo. Como consecuencia de ello visitó La Argentina en 1910, realizando escalas en la República Oriental del Uruguay y la República Federativa del Brasil. Las impresiones recogidas en el viaje fueron publicada por L'Illustration.(1)     
Guanaco, avestruz y armadillo en la Pampa
“/.../. Se encuentran a veces pequeños bosques donde canta el hornero y el cardenal o arrulla la paloma.
“Porque el campo está habitado por una población de animales corredores y voladores, cuya primera cualidad debe ser la de no ser difíciles con respecto al abrigo. Los jardines y los parques de las estancias ofrecen un natural refugio a todo el pueblo alado de cantadores, que el hombre, quizás suavizado por su aislamiento en aquel desierto, no ha espantado todavía.
”El guanaco (más pequeño que la llama y mayor que la vicuña) ha sido ya rechazado bien lejos de Buenos Aires. El avestruz gris era antes abundante pero ha sido diezmado por el lazo del gaucho que, a riesgo de recibir una coz que puede abrirle el vientre, se precipita sobre la bestia que se debate bajo la presión de la cuerda cruel y, después de haberle arrancado sus mejores plumas, le devuelve la libertad. El avestruz verdaderamente “salvaje” ha desaparecido de la pampa. Se ven grupos desde la vía férrea, pero están cercadas por las extensas alambradas y viven en estado de bestias apriscas. No se espere de mí una enumeración de todos los animales que bullen sobre o bajo el suelo del campo. Nada tengo que decir del “perro del prado”, sistemáticamente destruido a causa de sus estragos. Citaré solamente el armadillo, pequeño animal de hocico apuntado, intermediario entre el lagarto y la tortuga, de la que ha tomado la coraza. En todas partes abre agujeros parecidos a los orificios de nuestras madrigueras.
”El gaucho tiene al armadillo como un manjar estimable, alegando que tiene el gusto del marrano. Para estar más seguro de obtener el gusto del puerco, quizás sería mejor contar con el puerco mismo, conocido vulgarmente con el nombre de “cochino criollo”, amable gorrinillo negro que juega con los niños en las pequeñas charcas fangosas de los alrededores de los ranchos.”(2)          
Notas y Bibliografía: 
(1) 1986, Clemenceau, Georges, Notas de Viaje por América del Sur, Buenos Aires, Hyspamérica, traducido por Miguel Ruiz.
(2) Ídem, pag. 130. 

2 comentarios:

  1. Invitas a leer el libros, me gusta, me quedo como seguidora, besos

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    1. Gracias, Adita, por el comentario.
      Pasé por tu receta de papas fritas con ajo y perejil y dejé un mensaje porque me pareció excelente la solvencia técnica que contiene.

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