Cuando era chico, y veraneaba en 12 de Octubre, mi tía hacía lo
que ella llamaba pan de leche. Partía de una masa lacteada preparada con harina
leudante. A mí me encantaba, porque aún no se habían difundido los panes
lacteados que, desde la Panificación Argentina hasta Bimbo, fueron desterrando
el consumo del pan francés en los hogares porteños, por lo menos hasta la
reaparición con las baguetes que ofrecía una cadena de supermercados de origen
francés (ahora que lo pienso, esta evolución de las modas en los panes merece
una investigación más detallada).
Si llegó hasta aquí, es porque le interesa el tema. Encuentre el
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Gracias.
Sin embargo, la razón por las que mi tía producía este pan nada
tenía que ver con una moda de mercado. Lo hacía cuando escaseaba la galleta, el
único pan al que se tenía acceso en el campo argentino porque su misteriosa
confección garantizaba una conservación de por lo menos dos semanas. A veces,
la lluvias tornaban intransitables los caminos de tierra y el abastecimiento de
los productos esenciales se veía dificultado en esos pueblos. El pan de leche
es, como puede apreciarse, una receta muy sencilla. Su éxito depende del uso de
la harina leudante. Este producto de la industria debe ser reivindicado, no
desde el alarde de vida moderna en la que la cocina tiene que ser más fácil y
rápida para permitir el uso del tiempo en otros menesteres, sino porque en
aquel tiempo resolvía el problema de la provisión de ciertos productos en
lugares alejados de la vida urbana, como puede verse en el caso del pan de
leche de mi tía Chocha.
Pan de leche
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Fuente (fecha)
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Suministrada por María Luisa Aiscurri el
9 de octubre de 2011
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Ingredientes
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1 kg de harina leudante
700 cc de leche
Sal
1 cucharada de aceite o grasa de pella
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Preparación
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1.- Preparar la
masa en un bol como si se fuera hacer una pizza.
2.- Colocar la
masa en un molde de torta y llevarla a un horno con fuego mediano por 30
minutos.
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Comentarios
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13/10/11
La tía no aclara si hay que dejar
descansar la masa antes de llevarla al horno. Por su relato parece que no es
necesario.
Lo importante es que sea harina
leudante, es decir, mezclada con polvo de hornear, no con levadura.
La tía tampoco me aclaró cómo debo
preparar el molde. Le voy a poner un poquito de aceite.
01/05/12
Agregué los siguientes detalles a la
receta: 1) amasé por cinco minutos el bollo, 2) coloque la masa en una
asadera, previamente aceitada, 3) dejé descasar la masa por 30 minutos y 4)
lo cociné en la parte superior del horno a 160° C por 45 minutos.
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Seguramente el
gusto de mi pan no será similar al que comía en la infancia porque la tía lo
preparaba con leche recién ordeñada y lo horneaba en una cocina económica y por
muchas otras cosas que intuyo, pero aún no puedo descifrar... y sin embargo, me
gusta este pan que salió de mis manos y que tiene un gusto a conquista de lo
añorado.
Seguro que está buenísimo, Mario. Si te ha salido bien sin dejar leudar la masa, perfecto, a lo mejor no hace falta, porque un exceso de fermentación te puede estropear el pan, no es bueno. Tendré que probarlos. Un saludo y a la espera de las recetas que nos has anunciado.
ResponderEliminarGracias, José, por tus comentarios.
EliminarComo ha dicho Quevedo: "¿Quién, que siendo tan cristiana, tiene la cara de hereje?".
El secreto de esta preparación está en la harina leudante que propicia un pequeño efecto de levado (también se puede hace con harina común y polvo de hornear).
Ahora bien, a mí me salió aceptablemente bien; pero en un horno de leña con leche gorda, directa del ordeñe, debe ser insuperable.
me gustarías que ensayaras la receta y me contaras tus resultados.
Esto tengo que proibarlo.qué blog tan interesante tienes, muy sorprendente..me quedo por aquí siguiéndota y fisgando un poquito.
ResponderEliminarFeliz domingo
Muaks
Carmen
www.dietamediterraneasana.blogspot.com
Gracias, Carmen, por tus comentarios.
ResponderEliminarHola Mario . Está genial! Es el claro ejemplo de cocinar con lo que hay . En este caso este pan . Seguro tu tía sabía el uso común de la harina leudante , la humedad y frescura que le aporta la leche a los panificados y el sabor sin igual de la grasa. Te cuento que en Formosa, al "pan de leche" lo conocemos como un pan semidulce en forma de la clasica galleta , de color amarilla y con crema pastelera arriba . Cómo una factura. Abrazos grande . Me queda pendiente la compra de tu libro
ResponderEliminarGracias, estimado Anónimo, por sus comentarios.
EliminarEn Buenos Aires, también hay una factura llamada "pan de leche", similar a la que Ud describe. Gracias por escribir desde la bella Formosa... perdón por la redundancia.
Perdon por contestar como anónimo.
ResponderEliminarMe llamo Santiago y lo leo siempre . Admiro su labor .
Gracias, Santiago, por aclarar su nombre y por leer.
EliminarEspero que no lo haya ofendido mi trato, no tenía otra forma de hacerlo.