viernes, 6 de abril de 2018

La alimentación de los paisanos y el mate (1887)


Los textos que se exponen a continuación fueron tomados del libro Vida y Costumbres en El Plata de Emilio Daireaux que publicó Felix Lajouane (1) en 1888(2). El ejemplar que consulté pertenece a la primera edición en castellano (hubo una anterior en idioma francés). La obra se compone de dos tomos. El primero lleva el título “La sociedad argentina” y el segundo, “Industrias y productos”. El Prefacio contiene sendas cartas de Bartolomé Mitre y Julio Argentino Roca con opiniones y comentarios sobre la edición francesa.
Emilio Honorio Daireaux nació en Río de Janerio en 1846 y falleció en París en 1916. Se recibió de abogado en la capital francesa y revalidó su título en Buenos Aires, donde ejerció la profesión durante más de 10 años. El autor afirma que el libro fue escrito para los países extranjeros con la finalidad de dar a conocer La República Argentina en ellos. Por su parte, la dedicatoria reza: “A mis hijos. Para darles a conocer y hacerles amar el país de su madre, donde nacieron”. El autor se radicó en Francia con su familia a fines del siglo XIX, aunque conservó propiedades en la Provincia de Buenos Aires cerca de la ciudad que lleva su nombre. Algunos de sus hijos se afincaron en La Argentina, administrando esos bienes.
Los fragmentos que se transcriben a continuación pertenecen al segundo tomo. Daireaux describe la centralidad del consumo del mate en la alimentación de los paisanos, sean criollo o inmigrantes. Describe el mate como una infusión saludable que mitiga la escasez y propicia la pereza.
El hábito del mate
“Todos los hombres, en el campo, se alimentan de la misma manera. Todos toman la infusión de yerba mate del Paraguay cuyo uso tiene sobre todos la misma influencia: da á todos el hábito del far niente, los lleva á cada momento á la cocina en torno del hogar, donde sin cesar hierven el agua para este uso. Allí, en medio del humo acre del fogón alimentado por excrementos de carnero, pónense en cuclillas, encienden sus cigarros y esperan su turno para aproximar los labios al tubo de metal por donde se aspira la caliente infusión, contenida en una calabaza curada en la que el agua caliente se echa de nuevo sobre la misma infusión después de cada sorbo y de pasar de mano en mano. Este brebaje, presentado rústicamente, es sano, pero su abuso quita fuerzas al estómago y el apetito de una comida sustanciosa.
”De todos los usos sud-americanos este es el que los extranjeros contraen más pronto en el campo y más desdeñan en la ciudad. Esto es porque en el campo todo falta, la carne de carnero es allí el único alimento, sin otro condimento que la sal, sin que ninguna legumbre la acompañe; en este duro elemento en que el pastor sueña con cultivos que algunas veces comienza y siempre abandona, el viento demasiado fuerte fatiga á los mejor acostumbrados á él, es el que sobre todo les impulsa hacia este imperfecto abrigo de la cocina donde al menos el viento no penetra; el mate y la pereza lo retienen allí; el ganado continua sin embargo prosperando, ese esclavo cuyo trabajo productivo consiste en llenar sus funciones vitales, basta para defender á su amo contra la escasez” (3)
Notas y Bibliografía: 
(1) Prestigioso editor francés que publicaría, entre otras obra el libro Cocina Ecléctica de Juana Manuela Gorriti que vio la estampa en 1891.
(2) 1888, Daireaux, Emilio, Vida y Costumbres en el Plata, Buenos Aires, Feliz Lajouane.
(3) Ídem, tomo II, pp. 27-28.


4 comentarios: