Entre el 20 y el 23 de
noviembre de 2015 hemos vivido unos días maravillosos en Igea. Llegamos hasta allí para participar de las XIII Jornadas Micológicas y disfrutar de la invitación de la Peña de los Happy’s.
Imaginamos satisfacer nuestra promesa de encuentros amigables y afectuosos y de
vivir actividades culturales y culinarias que nos permitan penetrar un poco más
en el sabor de la tierra.
Las imágenes pertenecen al autor y a los Happy's
Reitero lo
que ya he contado, el recibimiento que tuvimos en Igea no pudo ser más
amigable. Una tortilla ejecutada con maestría por la encargada del bar El
Bolero, en la Calle Mayor, y un postre sublime hecho por ella misma que
compartimos, con estricta vocación de golosos, con Javier Jiménez Jiménez. Luego
vino el espectáculo, un monólogo a cargo de la talentosa Aroa Berrozpe en el Centro Social del Ayuntamiento.
He
contado, en ese mismo artículo, que el sábado 21 asistimos al Centro de
Interpretación de Contrebia Leucade (yacimiento celtíbero que visitamos el
domingo 22 por la mañana) y he dedicado unas parrafadas, en otro, a la Ruta de
los pinchos, actividad central del domingo al mediodía.
Todo
fiesta, y a tambor batiente, tan pareja y arriba que no hubo momentos
culminantes. Aquí quiero relatarles los momentos más cálidos de nuestra
estadía: las comidas en la bodega de los Happy’s, rodeadas de amicalidad intensa,
que disfrutamos el día sábado.
I Una ilusión y una realidad
Hacía ya
mucho tiempo que venía conversando, por correo-e, claro está, con José Antonio
Campos sobre la visita que haríamos con Haydée a Igea en noviembre de 2015. En
ese diálogo, habíamos imaginado el ideal de compartir la cocina y un
intercambio de recetas.
Estaba
convencido que podíamos poner sobre la mesa la experiencia de mis abuelos en
los fogones; descubriendo, junto a mis amigos igeanos, qué era lo que ellos se
habían traído desde la Tierra Madre, hace poco más de un siglo; qué habían
encontrado aquí, en La Argentina, y qué había llegado como síntesis de ese
diálogo a mis manos. Iba preparado con un mate, un paquete de yerba y un frasco
con ají molido… y una innumerable cantidad de recuerdos de la infancia.
Llevaba,
además, la ilusión de encontrarme allí con Fermín, productor de contenidos de una
página de recetas riojanas. (1) Fermín es un auténtico recopilador de recetas
tradicionales que sigo, por aquello de buscar el sabor de la tierra, desde
2001. Pero, además, fue, desde que empecé con El Recopilador de sabores, una suerte de mentor de una manera de
indagar sobre la cocina popular, la que más vale, la que está en la base de la
otra, la académica, la de la restauración. (2)
Finalmente ocurrió que nuestro fin de semana
coincidiera con las XIII Jornadas Micológicas que se celebran a fines de
noviembre en la Villa de Igea. Todo cambió. En realidad, para decirlo con
precisión, todo adquirió un vértigo difícil de seguir, lleno de experiencias
inesperadas, de encuentros con personas que pensaba ver (Fermín incluido, claro
está) y con otras que no esperaba siquiera conocer y que me enriquecieron
sobremanera.
Hubo
comidas placenteras, músicas conmovedoras y, aunque no pudimos hacer todo lo
que hubiésemos querido, volvimos a Buenos Aires con corazones henchidos de
experiencias enriquecedoras. Pocas cosas deben ser más maravillosas que viajar
con un plan, que la realidad te lo cambie y que regreses con mayores emociones
que las que esperabas vivir.
II La comida
Pero,
caramba, vayamos de una vez al grano.
Llegamos a
la bodega de la Peña de los Happy's, poco antes de la hora de la comida, el
mediodía del sábado. Los hombres andaban de chiquiteo por los bares del pueblo,
mientras que María José Álvarez y Maricarmen Antón Garijo, la esposa de Javier,
daban los últimos toques a los platos que comeríamos al mediodía. No es que los
hombres estuvieran ausentes en las preparaciones y en el momento de servir los
platos. Jesús María Alonso Martínez, más conocido como Chusmari, marido de
María José, no hacía más que explicarnos los detalles de cada preparación y
Javier no dejaba de estar atento a cada detalle en el servicio de la mesa
compartida, mostrándose, como lo que es, un gran anfitrión.
Comimos,
como entrada, unos Altalitones. José Antonio había llevado el tema de esta
preparación, y de sus múltiples nombres, al grupo Igea de la Internet. (3) Se
trata de albóndigas hechas con miga de pan viejo, cocina de la pobreza, que
María José y Maricarmen habían enriquecido con bacalao. Fue un detalle de
refinamiento y de precisión onomástica que los Altalitones se vieran
acompañados con un pequeño shot de Sopa crema de setas.
Junto con
los Altalitones, apareció una Culeca. Pero, ¿qué es esto? Simplemente una
variante de panes rellenos característicos de La Rioja. Ya había probado los
Preñaditos, unos panes pequeños rellenos de chorizo que comí en la Romería de
la Virgen del Villar en 2009. La Culeca, en cambio, es un pan de gran porte.
Este venía relleno con chorizos, costillas de cerdo (es decir, lo que los
argentinos llamamos pechito de cerdo) y huevo duro. Chusmari insistía en que
prestáramos atención a los huevos. Cuando se hornea el pan, decía, toman un
gusto muy especial. Hecho que pudimos comprobar sin ninguna dificultad.
Todo muy
bueno, todo lleno de identidad riojana. El plato central fue el no va más en la
materia. Los Happy’s le llaman Guiso de chorizo y papas, pero en el concierto
de las naciones se lo conoce como Patatas riojanas. Estaban buenísimas.
De postre
Brazo gitano. Una receta muy difundida por toda España, caprichosamente imagino
que tiene un origen andaluz; pero para Chusmari, lo importante es el relleno… y,
para él, el relleno de Igea es único porque lleva una crema que sólo se
consigue allí.
Por la
noche el panorama confirmó la andadura.
Repetimos
los Altalitones; pero esta vez acompañados con Caldillo. Una preparación
sencilla con pimientos choriceros que cocinó el padre de María José.
Finalmente, se lució Ángel Jiménez Martínez con un plato tradicional de la
cocina castellana: Carrilera de ternera estofada. Ambos platos fueron oficiados
a la manera que se usa en La Rioja. Con Haydée no nos cansamos de comer estas
delicias. Algunas fueron una auténtica novedad. Otras se destacaban por el
cariño con que fueron preparadas.
III Fermín, el recopilador
Del
mediodía del domingo y del plato de los Happy’s en la Ruta de los pinchos, digo
algo en el artículo que dedico a las Jornadas Micológicas. Pero algo más
ocurrió ese día en la bodega de la peña. Pude conocer a Fermín el autor del
sitio Web sobre cocina tradicional riojana del que les he hablado arriba.
La charla
fue breve y afable. Hablé con este hombre que admiro con el mismo afecto y
relajación con la que uno encara la conversación con un amigo inseparable de
algún momento de la vida a quién no se lo ha visto por años. Hablamos como si
ambos supiéramos todo lo que se puede saber de una persona cercana. Luego de
ese interesante intercambio, advertí que, ya desde 2001, su trabajo influyó
sobre mí de manera notable. No sólo porque fue él quien me introdujo en los
tesoros de la cocina riojana, la de mis abuelos; sino porque me transmitió un
valor importante: la verdad de una de una tradición culinaria no sólo está en
los viejos recetarios, sino en el modo concreto que esos platos se siguen
preparando en los hogares.
Fermín dio
forma, inconscientemente, claro está, a mi vocación de recopilador de sabores.
Finalmente llegó el momento de nuestra
despedida. Fue entonces que Javier amenazó, con humor amable, con hacer un
viaje a Buenos Aires con José Antonio para recibir de nosotros una buena
porción de cocina argentina. Había un gesto de sano orgullo en el chiste porque
sabía muy bien cómo nos habían agasajado. Yo me lo tomé como un desafío
personal, como un reto. ¡Cómo me gustaría intentar una emulación porteña del
agasajo recibido! Ojalá se decidan y vengan. Corpus Martínez que también
integra la peña, lo hizo con su marido Fran López y dos de sus hijos y creo que
no les fue nada mal en casa. Corpus y Fran forman una familia de personas
adorables y eso ayuda mucho; pero bueno, al fin de cuentas, así son todos los
integrantes de los Happy’s…
Tal vez el
futuro nos depare la oportunidad de instituir una filial de la Peña de los
Happy’s en Buenos Aires.
Notas y referencias:
(1) Se
puede ver en https://www.facebook.com/Cocina-Tradicional-Riojana-309590215765842/timeline y http://www.valvanera.com/cocina/, leídas el 9 de febrero de 2016.
(2) El
concepto no me pertenece, lo profirió Ferrán Adriá en una charla que dio en el
Teatro Gran Rex de Buenos Aires en 2012.
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