sábado, 16 de noviembre de 2024

Galletas “lembas” para curarse en salud, una receta de Ernesto Espada

Quien recorra desprevenidamente la Web, buscando referencias apetecibles y saludables, encontrará numerosas recetas de lembas (galletas o pan de lembas, también llamado pan de viaje). Se trata de un alimento ficticio creado por el célebre escritor británico J R R Tolkien. Quien haya leído El Señor de los anillos, su novela monumental podrá encontrar, entre sus 1500 páginas, todas las referencias a este pan con propiedades mágicas, comida principal de unos personajes literalmente amables, los elfos.

Las imágenes pertenecen a Ernesto Espada, a su biblioteca o a su alacena

Los que se asustaron con la dimensión de la novela, un poco larga, por cierto, descubrieron la centralidad de este alimento en el relato a través del cine.

Muchos imaginaron la posibilidad de dar con una receta terrena del siglo XXI que les permitiera recuperar las propiedades nutricionales del alimento pensado por Tolkien para aquellas edades de la Tierra en que situó sus relatos. Es así que la Web está llena de recetas que tratan de satisfacer esa idea, o mejor dicho, ese deseo. Todos los intentos visibles arriban a fórmulas bastante parecidas en las que se usan alimentos des gran reputación nutricional de nuestro tiempo (harina integral, polvo de almendras, huevos, miel, etc.).

Pero nada tienen que ver con la receta de mi primo, o tal vez muy poco. El hecho cierto es que en un proceso de enfermedad hepática, Ernesto tuvo que cuidarse mucho en su alimentación. La familia, preocupada, consiguió información sobre los productos más saludables para superar el período de restricciones a las que mi primo fue sometido.


Fue entonces que probando y probando, Ernesto se encontró frente a una solución que había desarrollado con sus prácticas, unas de galletas de avena apetecibles y saludables que lo dejaron satisfecho. Ellas fueron de una gran compañía para el viaje que lo conducía a mejorar su estado de salud y superar las restricciones. Está claro que cuando uno tiene restricciones alimentarias, hace todo lo posible por superarlas y volver a la “normalidad”. Pero, suele ocurrir que esa normalidad nunca suele ser la que era, que resultará difícil dejar los hábitos que hemos adquirido y que fueron buenos compañeros de viaje y asociamos a nuestro nuevo estado de salud.

De modo que Ernesto sigue haciendo sus lembas. ¿Lembas, dije? ¡Ah, pero si no conté por qué las llama de ese modo!

Son, en realidad, galletas de avena cuya única originalidad reside en la manera y el contexto en que Ernesto comenzó a hacerlas desde una impronta enteramente personal… No es poco, ¿no les parece?

Vamos a la historia. Ocurre que, en paralelo con estado de salud, Ernesto, Silvia, su mujer, y sus tres hijas son conspicuos lectores (otro camino saludable para vivir bien la vida que me atrevo a recomendar). Decía que, en paralelo con su estado de salud leyó, mejor dicho, leyeron (el primero, y sus hijas después) la gran novela de Tolkien… esos es todo.


Buen, en realidad, no es todo, porque pensando en el aporte que estas galletas de avena hicieron para la salud de su padre, una de sus hijas dijo que había encontrado el secreto de las lembas, el pan sagrado de los elfos.

De modo que la receta de mi primo nada tiene que ver con las fórmulas que circulan en la Web. Está más bien asociada a los códigos culturales de su familia…

Ahora que publico estas notas, el lector la encontrará, por fin, en la Web. Es una receta diferente, es la de Ernesto Espada… ¿Cuál estará más cerca del pan sagrado? (1) (2)

Lembas de Ernesto Espada

Fuente (fecha)

Ernesto Espada (2024) (1)

Ingredientes

Avena fina 1 taza. (ver comentario (2))

Harina 0000 1 taza. (ver comentario (3))

Sal 1 pizca.

Polvo para hornear 1 cucharadita de té. (ver comentario (3))

Canela 2 cucharaditas de té. (ver comentario (4))

Azúcar ¾ de taza.

Aceite de girasol ½ taza.

Leche ½ taza. (ver comentario (5))

Pasas de uva medianas sin semillas 30 ó 40. (ver comentario (4))

Preparación

1.- Aceitar y enharinar una fuente para horno.

2.- Poner todos los secos en un bol.

3.- Agregar el aceite y mezclar un poco con un tenedor.

4.- Agregar un poco de leche y empezar a mezclar con la mano. Tiene que quedar muy firme, casi como una masa, para lograr que se formen las galletitas. (ver comentario (5))

5.- Cuando ya está formada la masa, agregar las pasas de uva y seguir mezclando.

6.- Armar pequeñas bolitas (como si fueran albondiguitas) y colocarlas en la asadera con separación entre ellas.

7.- Llevar a un horno pre calentado a temperatura media (180° C) por 15 minutos.

8.- Se comen a temperatura ambiente. Se pueden conservar en un recipiente tapado, colocado en un lugar, seco y fresco por varios días.

Comentarios

De Ernesto:

1) Con los ingredientes indicados que caben una pizzera, se obtienen unas 20 galletas.

2) Si no se consigue avena fina, conviene pasarla por una licuadora (yo uso un molinillo de café).

3) Se puede usar harina leudante. En ese caso, puede prescindirse de la cucharadita de polvo de hornear.

4) La cantidad de canela y de pasas de uva se pueden regular en función del gusto del cocinero y de sus comensales.

5) La cantidad de leche es a ojo. Depende de la formación de la masa como se indica en la receta. En ese sentido, el paso 4.- es crucial. La mezcla tiene que quedar como una masa bastante firme para permitir que se formen las galletitas individuales. Sí fluye demasiado quedarán como una capa continua al llevarlas al horno.

Míos:

1) Ernesto usa el sistema anglosajón para medir los ingredientes (tazas, cucharadas, cucharaditas, etc.) en lugar de la racionalidad continental del sistema métrico decimal (gramos, centilitros, etc.). Se use el sistema que se prefiera, la percepción intuitiva, a través del sentido del tacto, es fundamental en esta receta.

Notas y bibliografía:

(1) 2024, de Ernesto Espada a Mario Aiscurri, correo-e del 1° de agosto.

(2) 2024, de Ernesto Espada a Mario Aiscurri, correo-e del 22 de agosto.


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