sábado, 5 de octubre de 2024

Las empanadas en los recetarios argentinos Parte V Recetarios 1991-2020 (cont.)

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Les propongo seguir hurgando y buscar las recetas de empanadas criollas en las colecciones editadas es los últimos treinta años.

II Los recetarios (cont.)

En lo que va del siglo, es muy fuerte la presencia de cocineros en los medios de comunicación, en especial en la televisión. Hemos visto aparecer personajes rutilantes con estatura mítica de las estrellas de rock. Aparecieron primero en señales de cable específicamente dedicadas a la cocina y, luego, en los canales de televisión abierta en programas específicos e, incluso, en programas de información general.

Las imágenes pertenecen al autor o a su biblioteca,
salvo indicación en contrario

Durante todo el período de la cocina neo criolla, las cocineras que aparecía en los medios, capitaneadas por Petrona Carrizo de Gandulfo y Massut, enseñaron a cocinar a las amas de casa de la promisoria clase media… Me temo que hoy, los programas actuales logran formar un gusto culinario en quienes los miran y, luego, no cocinan.

He ido completando mi colección de recetarios con obras varios de estos cocineros mediáticos que, en mi modesto juicio personal, realizaron aportes trascendentes. Ya he considerado, en el artículo anterior, a Choly Berreteaga, una precursora, y a Narda Lepes. (10) También, he incluido la obra del cocinero chileno Juan Pablo Mellado en varios de mis artículos, en especial a los que dediqué a la cocina cuyana. (11)


Toca ahora considerar el tema de las empanadas criollas en los libros de dos grandes cocineros argentinos que, a mi juicio, señalaron el camino que debe seguir nuestra cocina, Dolli Irigoyen y Francisco José Mallmann. Completaré, en una tercera parte, con el artículo que dedicaré a las obras de un crítico gastronómico xeneize que se afincó en Buenos Aires y realizó un aporte significativo en la valorización de la cocina de los argentinos. Hablo del Sr. Pietro Sorba quien, a su vez, representa una nueva bisagra, más ontológica que óntica en mis escritos.

Dolli Irigoyen: Una gran maestra de cocineras y cocineros profesionales, y también de los otros. ¿Lo otros? Sí, los que cocinamos en casa, lo que los españoles llaman “cocinillas” y los riojanos españoles, “cocinicas”.

Dotada de una gran capacidad didáctica, en especial a través de los medios audiovisuales. Despliega una cocina ecléctica, lo que es bastante habitual en la cocina argentina desde hace un par de siglos por lo menos. Luce un conocimiento académico encomiable. Incluye, en sus repertorios, varias notas de tendencias internacionales de la actualidad, sin caer en manierismos tilingos, y también notas de rescate de la cocina tradicional y regional argentina.

Buscaré las recetas de empanadas y pastelitos en los dos recetarios que tengo de ella. Algunos elementos que se incluyen en estas obras, la acercan a la cocina criolla, pero no sin ciertos matices. En contraste, debo decir que, en esos libros, no se ve el despliegue de cocina regional que exhibió en varios ciclos de televisión emitidos por la señal El Gourmet (v. g., “Cocina regional argentina”, “Dolli en Jujuy” y “Dolli en Mendoza”… e, incluso, “Chile de sur a norte”) y, sin embargo…


Empecemos por Dolli Irigoyen en su cocina (2009). Una cuestión es destacable en esta obra, su exposición en multimedia (el libro viene acompañado por tres discos compactos que lo reproducen en videos ilustrativos que reproducen el texto en su totalidad e, incluso, exponen algunas yapas). (12)

La cocina neo criolla no está ausente. Dos capítulos, o mejor dicho tres se dedican a ella. Éstos son: “Cocina a la hora de la siesta” (pasta, tuco, buñuelos, etc.), “Asado, no se suspende por lluvia” (pastelitos de queso, asado braseado, arroz con leche, etc.) y “Día de campo” (revuelto de chorizos y huevo, bifes a la criolla y pollo, todo hecho en disco de arado, etc. y, por supuesto, chimichurri).

En el resto de los capítulos hay platos de cocina argentina en versiones modernas (v. g., “Tarta de cebolla y queso azul”), cocina de fusión (“Cake de choclo con guacamole y salmón curado”) y recetas obtenidas en viajes (“Patatas bravas”, “Pad thai”, etc.). En síntesis, Dolli en su esplendor.

No hay, en la obra, ni empanadas ni pastelitos dulces, ni pasteles en general, salvo en los casos de los “Pastelitos de queso de cabra con salsa llaswa” y el “Pastel de cordero y arvejas”.

Un párrafo para estos últimos.

·        “Pastelitos de queso de cabra con salsa llaswa”: La masa lleva harina de trigo y harina de maíz, manteca fundida, yemas y sal fina. El relleno lleva un sofrito de cebolla, morrón y ajo al que se agregan quesos y se condimenta con sal, pimienta y pimentón. La masa se estira y se corta cuadrados de 10 cm de lado. Cada cuadrado se rellena por separado, se dobla como un libro y se cierra apretando los bordes con los dientes de un tenedor. Estos pastelitos no se fritan, se hornean. Dolli es amante de la llaswa, pero sus recetas no suelen reproducir la fórmula popular de tomate y locoto rallados. En este caso, lleva tomate rallado, hierbas frescas, sal y aceite de oliva, es decir, no es picante. El plato se acompaña con una ensalada verde. (pp. 28-29)

·        “Pastel de cordero y arvejas”: Un relleno hecho con carne de cordero y arvejas que se hornea tapado con una masa de hojaldre en una cazuela. (Pp. 52-53)

Como puede verse, entre las recetas de este libro que contiene muchos platos de la cocina criolla, las empanadas no son de la partida. Adicionalmente, el único pastelito que aparece se cocina en el horno y el otro pastel pertenece al formato de un relleno cubierto con una tapa de masa, en este caso de hojaldre.

El otro libro, Producto argentino (2014), es verdaderamente controvertido desde el punto de vista de su concepción. (13)


Se trata de una obra que contiene una bella producción fotográfica y una gran cantidad de recetas notables. Sin embargo, en un libro que se dedica a exponer los buenos productos argentinos, las recetas de cocina argentina casi no existen. Es como si el productor no viviera en el país en el que produce los alimentos.

He cuestionado siempre cifrar la identidad de una cocina en la primarización productiva. Esta reducción de las ideas gastronómicas al producto sin tener en cuenta las recetas y las sazones en que esos productos expresan su mayor desarrollo potencial ha sido altamente perjudicial a la hora de evaluar la identidad de la cocina argentina.

Lo llamativo es que Dolli Irigoyen ha hecho un culto de la cocina nacional, criolla y regional, como puede apreciarse en los programas de televisión enumerados arriba y en las recetas de Dolli Irigoyen en su cocina, como también he expuesto arriba.

Claro que aparece alguna receta criolla, como por ejemplo, una recreación del “Picante de pollo” (pp. 194-195). Pero yo esperaba mucho más. Sólo por poner un ejemplo. Encontramos la valoración de los chivitos de Malargüe; pero ni la cazuela, ni la carne a la masa aparecen como ideas gastronómicas propicias para utilizar la carne de chivito de la invernada. Obviamente, las empanadas regionales tampoco tienen su sitio en la colección.


Sin embargo, recorriendo las recetas del Noroeste Argentino, encontré ésta de “Empanadas con yasgua”. Como se ve, la denominación no tiene ningún atributo que le asigne una ubicación geográfica específica, pero claramente se las ve muy “criollas” y la autora las ubica en la región del Noroeste Argentino. La importancia que la Sra. Irigoyen le asigna reside en el uso de condimentos propios de la región (pimentón, orégano, comino). Los cual no está mal, si consideramos el objeto del libro. Los invito a chismear la receta:

·        “Empanadas con yasgua”: La masa lleva grasa, harina y salmuera. El relleno lleva carne de lomo cortada a cuchillo, cebolla (el doble en peso de la carne), grasa (15% del peso de la carne), verdeo y huevos duros. La sazón lleva comino, pimentón dulce, ají molido y sal. La masa se estira, se corta en discos, se arman la empandas y se cierra con repulgo. Se llevan a un horno caliente. La yasgua no lleva locoto rallado, pero sí ají amarillo molido. Se completa con tomates rallados, aceite de oliva, sal y pimienta. (pp. 200-201).

Lo primero que salta a la vista con esta receta es la proporción entra la carne y la cebolla, más propia de Cuyo que del NOA. Sin embargo, no debe sorprendernos tanto. La receta que Dolli expuso de “Empanadas salteñas”, en la serie Mastecheff por la señal El Gourmet, lleva una proporción de uno a uno, lo que supone demasiada cebolla para las recetas que he visto sobre empanadas de esa provincia argentina. (14) En ambos casos hay que darle la derecha a la creatividad y solvencia profesional de la autora que realiza, con estas recetas, una interpretación personal más que interesante.

Francis Mallmann: Alguna vez soñé que Francis Mallmann podría llegar a ser, en la cocina argentina, lo que Gastón Acurio fue para la cocina peruana. Su obra editada, debo decirlo, es un documento inalterable de su presencia en nuestra cocina argentina, y sus presentaciones espectaculares, como su cocina de fuegos en la Plaza Mayor de Madrid, también. Dos libros maravillosos de 2010 y 2012 que utilizaré aquí a los efectos de continuar con la materia que me ocupa en estas notas.

Bien digo, lo soñé como un prócer, en el sentido latino del término, y aún lo sigo soñando, Poco después de publicados estos libros, en 2014, escribí un perfil de su personalidad profesional. En esas notas, expuse mis impresiones en un juego de metáforas que lo asimilaban al lugar en donde creo que debe estar… un lugar que, con inesperada humildad, siempre se negó a ocupar y que muchos cocineros de la generación siguiente se negaron a darle. Recomiendo al lector releer esas notas que escribí entonces porque creo que aún no han envejecido. (15)


Si el lector también quisiera ver en qué anda nuestro cocinero hoy, puede ver el reportaje que le hicieron en el programa Olga de Migue Granado o leer la síntesis de sus principales intervenciones que publicó Cucinare. (16)

Vayamos a las recetas. Empecemos por su libro Siete fuegos (2010). (17) En el capítulo dedicado a las “Entradas”, encontramos una sección denominada “La gloriosa empanada” (pp. 52-57). Allí expone dos recetas de empanadas provinciales (mendocinas y salteñas) y una receta de masa que usa para ambas variantes. Lo expone así porque, según nos dice, no hay una única receta de empanadas, varían de provincia en provincia, de ciudad a ciudad e, incluso de familia en familia.

No puedo más que suscribir su declaración de principios: “Si tuviera que elegir una comida, la más típica de la Argentina, sería este pastelito crujiente, frito u horneado, que llamamos empanada” y, también, subrayar una disposición sobre la etiqueta para comerlas que reza así: “Los “buenos modales de las empanadas. En Salta, donde existe un purismo casi académico sobre las empanadas, se considera de mala educación que, al comer una, el jugo gotee sobre el plato. Los salteños consideran que el jugo de las empanadas es uno de sus rasgos más respetables; entonces, elegantemente, se succiona en cada bocado al comerlas.”

Paso a describir las recetas:

·        “Masa para empanadas”: Lleva harina, salmuera y grasa. La proporción entre la grasa y la harina es relativamente baja, alrededor de un 5%. (pp. 55-56)

·        “Mis empanadas mendocinas”: Por un lado, saltear tres cebollas medianas, finamente picadas, en 6 cucharadas de manteca con una de grasa de cerdo. Cuando están transparentes, agregar ají molido, comino molido y pimentón dulce. Un par de minutos después, retirar del fuego, agregar el verde de la cebollita picado y salpimentar. Por el otro, dorar la carne, previamente cortada a cuchillo, en aceite de oliva. Cuando está dorada, mezclar con la cebolla y agregar tres cucharadas de grasa y orégano. El relleno se debe dejar enfriar bien. Para el armado poner una cucharada de relleno en cada disco y agregar un poco de huevo duro, aceitunas negras, descarozadas y picadas, y un dadito pequeño de manteca; plegar en forma de medialuna y cerrar con repulgo o presionando el borde con un tenedor. Cocinar en el horno por 15 minutos (no indica temperatura) o fritas en aceite o grasa por 6 minutos (la materia grasa bebe estar a unos 190° C). Servir calientes. (pp. 56-57)

·        Mis empanadas salteñas: llevas cubitos de papa hervidos casi totalmente. Las cebollas blancas se rehogan en 1 cucharada de manteca y otra de grasa de cerdo; se agrega el blanco del verdeo picado, Aparte, se sella la carne cortada en cubitos de 3 mm. Se mezcla la carne sellada, la cebolla rehogada, la parte verde del verdeo picada, el ají molido, el comino molido, los cubos de papa, huevos duros picados y 5 cucharadas de grasa de cerdo. Finalmente se salpimenta en recado. Se lo deja enfriar y se arman las empanadas con el mismo procedimiento usado para las mendocinas. Se cocinan al horno o se fríen. Se sirven calientes. (pp. 57)

Si bien el libro tiene una tabla de conversiones, la medición en tazas y cucharadas dificulta la consideración, a simple vista, de las proporciones de los ingredientes. Pero hay que entender que el libro fue pensado para el mercado norteamericano sabiendo que los anglosajones reniegan del muy afrancesado sistema métrico decimal.

Referencia de la imagen en (a)

En las de empanadas mendocinas, me llamó la atención la proporción de cebolla. Si bien lleva más que la salteña, su peso no llega a ser equivalente al de la carne. También me llamó la atención el uso de la manteca como materia grasa y su preferencia por las aceitunas negras. Las salteñas, en cambio, llevan menos cebolla (sin embargo con el agregado del blanco del verdeo, la proporción casi que se iguala) y la presencia de manteca es casi insignificante en relación con la grasa de cerdo. Adicionalmente, y como particularidad, estás últimas llevan papa y excluyen las aceitunas.

Señala su preferencia, en ambas recetas, por la bola de lomo y la colita de cuadril. Se les debe quitar los cartílagos, pero no la grasa.


En su libro Tierra de fuegos, (2012) una especie de segunda parte del anterior, no vuelve sobre ellas. Pero, creo que, con lo expuesto tenemos, bastante para hacernos una idea sobre su pensamiento en la materia. Recientemente (creo que fue en 2023), lo vi en un video expuesto sobre la plataforma Instaran de Meta. Allí aparece en Aspen, caminando por una carretera que lo aleja del cerro con las pistas de esquí, leyendo y comentando su receta de empanadas mendocinas… Un maestro.

Ir a Parte V Recetarios 1991-2020 (final)

Notas y referencias:

(10) Acceder a través del enlace que encabeza el presente artículo.

(11) 2024, Aiscurri, Mario, “Cuyo: recetas con sol, vino y profundas raíces indo hispano criollas - Índice”, en El Recopilador de sabores entrañables, leído en https://elrecopiladordesabores.blogspot.com/2024/02/cuyo-recetas-con-sol-vino-y-profundas.html el 15 de mayo de 2024.

(12) 2009, Irigoyen, Doli, Dolli Irigoyen en su cocina, Buenos Aires, Sony Music Entertainment Argentina.

(13) 2014, Irigoyen, Doli, Producto argentino, Buenos Aires, Planeta.

(14) S/D, Irigoyen, Doli, “Empanadas salteñas”, en Masterclass, señal El Gourmet, visto en https://elgourmet.com/recetas/empanada-saltena/ el 28 de mayo de 2024.

(15) 2014, Aiscurri, Mario, “En la pista de Carlos Gardel: Francis Mallmann se cuece en sus propios jugos”, en El Recopilador de sabores entrañables, leído el 14 de junio de 2024 en https://elrecopiladordesabores.blogspot.com/2014/06/en-la-pista-de-carlos-gardel-francis.html.

(16) 2024, Cucinare, “Francis Mallmann: “Cuando sea viejito voy a dormir con una bolsa de papas””, leído el 29 de mayo de 2024 en https://www.cucinare.tv/2024/05/24/francis-mallmann-cuando-sea-viejito-voy-a-dormir-con-una-bolsa-de-papas/. Tomado de 2024 “Francis Mallmann: la sobremesa argentina y cocinarla los Rolling Stone” en Olga, visto el 14 de junio de 2024, https://www.youtube.com/watch?v=-AXG0LAfJns

(17) 2010, Mallmann, Francis, Siete fuegos, mi cocina argentina, Buenos Aires, V&R.

(18) 2012, Mallmann, Francis, Tierra de fuegos, mi cocina irreverente, Buenos Aires, V&R.

(a) Visto en https://www.tubarrioenlaweb.com.ar/boedo-una-propuesta-gastronomica-original/.


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