Muchos lectores, sobre todo en Buenos Aires, se preguntarán de qué estoy
hablando.
Se trata de un guisado español muy antiguo basado
en achuras de cordero. En España, la denominación dista de ser precisa y alude
a una preparación poco difundida, o tal vez poco visible, que, sin embargo, se puede
reconocer en varios sitios de esa geografía y en algunos recetarios del pasado.
En nuestro país, y tal vez en buena parte de Nuestra América, se cocina
prefiriéndose las asaduras de cordero, cabrito o chivo. Agrego que, a
diferencia de España, en los recetarios argentinos la idea gastronómica está
claramente definida.
En Buenos Aires, es un plato casi desconocido
en nuestros días, aunque tuvo presencia en las mesas hace muchos años y se
conserva en recetarios de la talla de El libro de doña Petrona. (1)
Víctor Ego Ducrot, en su libro sobre Los
sabores de la Patria, cuenta que era el plato preferido de Mariano Moreno, cuando
comía en la Posada de Clara la Inglesa. Ducrot nos la atrae con su prosa limpia
y cordial, pero nos decepciona con su pobreza erudita que nos impide dar por
auténtico el relato… (2)
Este plato se encuentra entre las comidas
típicas de Cuyo, claro está, y aún se cocina en nuestros días.
I Chanfaina y pepitoria
He hurgado, como tantas veces, en el Diccionario
de la Lengua Española y me he encontrado con algunas definiciones que juzgo
interesantes.
La Real Academia acepta asignar esta
denominación a un guiso hecho con bofes en primera acepción. Esta definición
nos acerca, pero nos da una visión restringida del plato, si tomamos como
referencia las fórmulas argentinas. Lo que sí resulta interesante es la
información sobre la etimología de la palabra. Se trata de una deformación de
“sanfonia”, antigua palabra castellana, que, a su vez, provenía de “sinphonía”
en latín. La etimología da a entender, sigo al Diccionario…, que estamos
frente a un plato que se valora como un concierto. (3)
En cuanto a la extensión del uso del término,
esta acepción nada dice, salvo por las consideraciones de detalle que se
consigna a continuación. Si recurrimos, por ejemplo, a la segunda acepción, nos
informa que, en Málaga, consiste en un guiso de carne, morcilla y asaduras de
cerdo cocidos en una salsa espesa. También a la tercera acepción que afirma
que, en Colombia, consiste en un guiso de carne oveja o cordero. Por lo visto,
la información sobre este término, resulta magra también en este aspecto.
Consulté, entonces, la obra laboriosa y
erudita de Francisco Abad Alegría quien explora los orígenes de muchas comidas españolas
que se caracterizan por el atributo de la autenticidad. Allí encontré el
artículo “Chanfaina lebaniega”. Me llamó un poco la atención el hecho de que
vuelve a aparecer un uso geográficamente restringido; pero, mucho más que el
artículo se limitaba a un lacónico “Véase pepitoria”. (4)
Allí nos dice
el gastrónomo navarro sobre la pepitoria:
“Al revisar
la bibliografía culinaria española, llegamos a la conclusión de que las
referencias a la pepitoria tienen un tronco común, las menudencias, generalmente
de ave, pero que las fórmulas se acaban separando en dos grupos: recetas de
menudencias más o menos elaboradas y la mítica gallina en pepitoria. /…/”
Luego, las notas siguen la definición del
mataburros de la Real Academia que nos dice que se trata de un guiso “que se
hace con las partes comestibles del ave, o sólo con despojos, y cuya salsa
tiene yema de huevo”. También da cuenta de etimología del término que proviene
de una alteración de la palabra petitoria del castellano antiguo que, a su vez,
proviene de “pettite-oie” del francés antiguo que significa guiso de menudos de
ganso. (5)
En este punto, la definición del libro de la
que fija, pule y da esplendor es más clara que para el caso de “chanfaina”.
Alude a una receta concreta ampliamente expandida en España y claramente
definida (gallina, menudos y salsa ligada con huevos).
Abad Alegría
retoma el hilo y nos dice.
“En nuestro
país (España) tenemos elaboraciones datadas ya en el siglo XIII, en la obra de
Ibn Razin, que presenta “pepitorias” de menudos del cordero y la oveja,
cocinados con cebollas, especias y algo de vinagre (qalya), /…/. Ni que
decir tiene que los populares menudillos y frichines rurales que aún perviven
en algunos lugares proceden de elaboraciones semejantes, como por ejemplo la chanfaina
lebaniega, que en tierras cántabras se elabora con menudos de cordero, /…/.”
(ver nota (4))
En síntesis, en España, la gallina en
pepitoria es un plato muy difundido y claramente definido, en tanto que la
chanfaina parece ser una hermana menor desprotegida, escasamente reconocida y
denominada sin claridad.
En viejos recetarios españoles que he ido
recorriendo, encontré recetas de pepitoria en Martínez Montiño (1611) y en el Practicón
de Ángel de Muro (1894) y una receta de chanfaina sólo en éste último. (6) Debo
decir que la receta de don Ángel es más amplia que la definición de diccionario
y se aproxima algo más a nuestras recetas.
II Las recetas argentinas
En los recetarios generales de la cocina argentina,
pepitoria y chanfaina aparecen claramente se diferenciadas. Veamos algunos
casos:
Teófila Benavento: No hay recetas en la edición de 1895, pero sí
las hay en la de 1940. La “Chanfaina cordobesa” que se hace con menudos y
sangre de corderito y la “Gallina en pepitoria” cuya redacción es algo confusa
y no permite establecer si lleva los menudos, aunque pareciera que no. (7)
Marta: Sendas recetas de “Chanfaina” (“Este plato se hace
con sangre y menudos de cordero”) y “Pollo en pepitoria” que no lleva menudos.
(8)
El arte
de cocinar
(San Miguel de Tucumán): La receta de “Gallina en pepitoria” sigue las fórmulas
argentinas, pero agrega hígado. A su vez, la obra contiene dos recetas de
chanfaina (“Chanfaina criolla” y “Chanfaina de cordero”). Ambas siguen la
manera argentina de usar todas las achuras. Ambas llevan azúcar como
ingrediente. Esto último no debiera llamar demasiado la atención porque este es
un recetario tucumano que celebra la industria del azúcar provincial a cada
paso y porque hay otras recetas que también la llevan. (9)
Doña Petrona: No tiene una receta de pepitoria. Sí, una de
chanfaina que sigue la fórmula tradicional argentina. (ver nota (1))
Doña Lola: Contiene una receta de “Gallina a la pepitoria”
que agrega el hígado a la preparación, además de los huevos, claro está. No
expone ninguna receta de chanfaina. (10)
José Eyzaguirre: Tiene una receta “Chanfaina” que sólo es un
poco más extensa que la definición del Diccionario de la Lengua Española, lleva
bofes e hígados de cordero (se parece a la fórmula de Ángel de Muro ya
reseñada, pero sin la utilización de la sangre del cordero). A su vez, la
receta de “Gallina en Pepitoria” no lleva menudos, a pesar de que la incluye
entre los platos de origen español. (11)
Margarita Elichondo: No incluye recetas de pepitoria, pero sí una
de “Chanfaina”. La atribuye al “Ámbito Noroeste” y sigue la fórmula clásica de
las recetas argentinas. (12)
Como puede apreciarse, en nuestro país, la
chanfaina es una receta claramente definida frente a la aparición borrosa y
desdibujada de la pepitoria que, en nuestro país refiere a una fórmula en la
que se cocina un pollo cuya salsa se liga con huevos, pero que no lleva menudos,
a excepción de los hígados de gallina o pollo, y sólo en algunos casos.
Debo aclarar que aunque limité mi búsqueda a
la chanfaina en La Argentina, es necesario reconocer que estamos frente a una
idea gastronómica que podría tener una expansión mayor en Nuestra América, sin
contar, claro está, con la fórmula colombiana arriba mencionada que aplica el
nombre a otra idea.
Es difícil establecer la razón por la que esta
receta se ha ido perdiendo en los grandes centros urbanos. Pero la dificultad,
en algunos casos, para conseguir menudencias y la gran dificultad para
proveerse de la sangre del cordero al pie de la faena parecen explicar, en parte
importante, la decadencia de ésta fórmula.
Ahora les propongo ver cómo se trata este plato
tradicional argentino en los recetarios cuyanos.
III Chanfaina cuyana
Expongo ahora dos recetas cuyanas de chanfaina
separadas entre sí por un siglo y medio. La primera es una receta mendocina de
mediados del siglo XIX. La segunda es puntana y fue recopilada a principios del
XXI. Ambas usan el chivito como ingrediente principal.
Los invito a volver al recetario de antiguos
sabores cuyanos que las Palacios y Videla dieron a conocer en 1988. Sabemos que
esta colección ecléctica de recetas es poco confiable a la hora de establecer
la datación de las mismas. Las autoras aseguran que han transcripto
literalmente fórmulas de 1850. Sin embargo, la colección contiene recetas de
pleno siglo XX en las que se propone usar cocina a gas o heladeras modernas.
Pero cuando la datación no es significativa y contamos con casos de la misma
receta datados en el siglo XIX, podemos pensar que estamos frente a un plato
tradicional. (13)
Chanfaina |
|
Fuente (fecha) |
Las González
Videla, Sabores
de la antigua Cocina Cuyana. (1870c) |
Ingredientes |
Menudos de chivito (hígados y corazón). Cebolla 1. Condimentos a gusto. Agua. Harina. Arvejas (opcional). |
Preparación |
1.- Hervir los menudos de chivito. 2.- Freír una cebollita. 3.- Agregar los menudos cortados muy chiquitos. 4.- Aliñar a gusto. 5.- Agregar un poco de agua en la que se ha disuelto un poco
de harina, revolviendo para que no se agrume. 6.- Una vez todo cocido, servir. 7.- Si gusta, se pueden agregar arvejas cocidas. |
Comentarios |
No queda claro si la definición del ingrediente principal es
laxa o estricta, es decir, si se pueden usar menudos, prefiriendo los hígados
y el corazón, o si sólo lleva hígado y corazón. |
La siguiente receta
pertenece a Norma Celi que vive en San Luis de la Punta de los Venados. Va
acompañada de los siguientes comentarios:
“Cuando la
familia festejaba un cumpleaños o algún acontecimiento, se carneaba un chivo y
se aprovechaba al máximo todo lo que éste proveía. La familia de Norma es
originaria de El Charrarón (SIC), una zona rural desde donde nos llega en forma
verbal ya que su familia vivía en el campo donde en aquella época no concurrían
a la escuela porque les quedaba lejos y los niños ayudaban en el sostenimiento
de los quehaceres de la familia por tanto, no sabían leer ni escribir.
“Esta receta es transmitida de boca en boca por
tradición familiar ya que data de muchos años, de sectores rurales donde se
consumían alimentos regionales y se supervivía con productos de granja y
huerta.” (14)
Muchas cosas nos
dice este texto, que la receta es muy antigua y que llegó transmitida de boca
en boca. También nos habla de una ética de campesinos que, cuando sacrificaban
un animal para el alimento familiar, lo aprovechaban en su integridad.
Doña Norma no
nos dice si su familia sigue preparando chanfaina cuando se carnea un chivito.
Como se verá, el entusiasmo que pone en la descripción de la receta y a
circunstancia en la que la transmite parecen indicar que sí, o que por lo menos
impulsa la idea de volver a ella.
Chanfaina |
|
Fuente (fecha) |
Norma Celi en Sabores
Cuyanos (2010c) |
Ingredientes |
Todos los menudos del chivo: hígado, tripas, corazón, ubre,
pancita, bofe (los pulmones), cogote y sangre que se recoge en el carneo. Cebolla mediana 1. Harina 1 taza. Agua donde se hirvieron los menudos3 tazas. Pimienta a gusto. Pimentón a gusto. Ají molido a gusto. Orégano a gusto. Sal a gusto. |
Preparación |
1.- Hay que poner a cocinar con agua y
sal todas las achuras bien limpias y la sangre. 2.- Aparte, se rehoga la cebolla. 3.- Se agregan los condimentos y se colocan todos los menudos hervidos y
la sangre cortados en trozos chicos. 4.-Cuando estén bien salteados, se
agrega 3 tazas del agua donde se hirvieron los menudos y la harina. 5.- Se sigue cocinando hasta que
espese. 6.- Se prueba para repasar si el sabor
es bueno y si no, se le agrega sal o más condimentos. 7.- ¡A disfrutar esta delicia con toda
la familia y el chivo asado a las brasas! |
Comentarios |
Deseo creer que esta receta se sigue practicando entre los
puesteros cuyanos… A juzgar por el entusiasmo de doña Norma, no me parece una
creencia descabellada. |
Notas y bibliografía:
(1) 1942, Gandulfo,
Petrona C. de, El libro de doña Petrona, Buenos Aires, 1942, edición 11°
(1° edición de 1934), pag. 215 y 2011, Gandulfo, Petrona C. de, El gran
libro de doña Petrona, Buenos Aires, Distal, 2011, edición 102°, s/año de
edición original (1° edición de 1934),
pag. 391.
(2) 1998, Ducrot,
Víctor Ego, Los sabores de la patria, Buenos Aires, Grupo Editorial
Norma. 2008, 2° edición corregida y aumentada, pp. 66-70.
(3) 2020, “Chanfaina”,
Diccionario de la Lengua Española, leído el 22 de octubre de 2021 en https://dle.rae.es/chanfaina.
(4) 2017, Abad Alegría, Francisco, “Chanfaina lebaniéga” y
“Pepitoria”, En busca de lo auténtico
(Raíces de nuestra cocina tradicional), Gijón, Trea S. L., pp. 188 y 280-282, respectivamente.
(5) 2020, “Pepitoria”,
Diccionario de la Lengua Española, leído el 22 de octubre de 2021 en https://dle.rae.es/pepitoria
(6) 1611, “Pepitoria”,
en Martínez
Montiño, F., Arte de la Cozina, Pasteleria, Vizcocheria y Conservería, Madrid,
Luis Sánchez. 1822, décimo sexta impresión, Madrid, Viuda de Barco López, pp.
51-52.
1894, “Chanfaina”, Muro, Ángel de, El
practicón. Tratado completo de cocina, Madrid, Librería de Miguel Guijarro,
Editor, pag. 374.
1894, “Pepitoria”, en ídem, pag. 436
(7) 1940, Benavento,
Teófila, La perfecta cocinera argentina, Buenos Aires, Escuela Taller
Divino Rostro, 1° edición de 1888, pp. 68-67 y 117 respetivamente.
(8) 1957(c), Cocina tradicional argentina por Marta, Buenos
Aires, Distal, nueva edición de La cocinera criolla, facsímil de una edición
más moderna (no indica fecha), 2010 (1° edición 1914), pp 17.
(9) 1974,
Congregación de Hijas de María y Santa Filomena de Tucumán, El arte de
cocinar, San Miguel de Tucumán, Universidad Nacional de Tucumán, 6ª edición
(impresión) de 2011, pp. 119 y 169 respectivamente.
(10) 1944, L. P. de P.,
El arte de la mesa. Recetario de doña Lola, Buenos
Aires, Guillermo Kraft LTDA, pag. 144.
(11) 1946, Eyzaguirre,
José, El libro del buen comer, Buenos Aires, Editorial Saber Vivir,
1946, 2° edición, pp. 231 y 252 respectivamente.
(12) 1990,
Elichondo, Margarita, La cocina criolla. Memoria y recetas, Buenos
Aires, Ediciones del Sol, 2008, pag. 43.
(13) 1988,
González Videla de Segura, M.A. y González Videla de Cavanagh, F. C., Sabores de la antigua Cocina Cuyana. Recetario
de las González y Videla, Mendoza, INCA Editorial, pag. 28.
(14) 2010(c),
Presidencia de la Nación, Ministerio de Desarrollo Social, Sabores Cuyanos.
Rescatando lo autóctono desde la historia familiar, Gamarra, María Liliana,
Proyecto Recetarios Regionales, pag. 41.
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