martes, 24 de noviembre de 2015

XIII Jornadas Micológicas en Igea

2015/noviembre
Con todo mi agradecimiento a José A. Campos
 y a la peña de los Happis.
Este Recopilador ha tenido la fortuna de participar de las XIII Jornadas Micológicas en la entrañable Villa de Igea. Ha podido andar nuevamente las calles que sus cuatro abuelos dejaron hace más de un siglo para marchar a La Argentina y disfrutar de las actividades programadas.
 
 Las imágenes pertenecen al autor
Desde el viernes 20 de noviembre hasta el domingo 22, un nutrido grupo de personas (alrededor de 150, y tal vez algo más) han puesto energía y voluntad para recibir y dejar satisfechos a más de mil participantes (muchos de ellos, incluso, que vinimos desde lejos). Lo hicieron con extrema perfección a pesar de no tratarse de profesionales; pero nada es imposible donde sobra el corazón.
Las Jornadas comenzaron el viernes a la noche con una sesión de Stand up, siguieron con diversas actividades cuyos momentos culminantes fueron la Cena Popular del sábado por la noche y la Ruta de los Pinchos, el domingo por el mediodía (varias peñas ofrecía un pequeño bocado elaborado con setas y una copita de vino).
En paralelo con las Jornadas, ha sido agasajado por la peña Los Happis con un extraordinario despliegue de platos de cocina riojana (algunos de ellos en versiones tan locales que pueden recibir el especificativo de “igeanos”). Así pudo probar un pan relleno de chorizo, pechito de cerdo y huevos que denominan Culeca; unas albóndigas de pan y bacalao, los famosos Altalitones; un Caldillo de pimientos choriceros (pimientos de cristal que se pone a secar al aire libre) y un Brazo gitano de postre. Todo ello en torno de la centralidad del gran plato local, las Patatas a la riojana (un guiso de papas y chorizo, único).
También pudo probar la hospitalidad de los igeanos. En la peña Los Happis, lo adoptaron como miembro… tal es así que tendrá que poner una sucursal en Buenos Aires.
Este Recopilador disfrutó de estas jornadas sabrosas y se sintió como en casa en esta tierra a la que siente propia. Bah, siempre le ocurre así en Igea. Pero esta vez tuvo un premio adicional. Frente a la puerta de entrada del Palacio del Marqués de Casa Torre pudo escuchar la jota “Riojano de pura cepa” de los labios de Felipe un jotero de Tudela que estaba disfrutando de esos sabores entrañables que se ofrecían en las distintas peñas.   

Volver a Igea es volver a las raíces y disfrutar de sus fiestas es sentirse uno más.

2 comentarios:

  1. El Recopilador llegó a Igea con el corazón dispuesto a recibir amistad, los ojos y oídos muy abiertos para disfrutar cada segundo, y el paladar predispuesto a dejarse sorprender. Los Happys y los igeanos nos limitamos a hacer lo que sabemos: multiplicar por 2 el cariño que nos dan.
    Así todo resulta y parece fácil.
    Y a eso añadimos nuestros humildes platos de siempre, que son el fruto de cientos de años de tradición, sacando partido a los productos de la tierra.
    Pero el recopildor se olvidó de llevarse una llave de nuestra peña para que pueda volver cuando quiera. Tendrá que volver pronto a recogerla.

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    1. Gracias, José Antonio, por tus comentarios:
      Por supuesto que volveré pronto a por la llave de la bodega de los Happys.

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